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lunes, 30 de abril de 2012

CARDONES, MONTAÑA DE (ARUCAS)

Actualización 05-mar-2016
Este topónimo siempre asociado a la Montaña en cuya falda tuvo lugar el asentamiento poblacional, se cree que proviene del siglo XVII, tal vez incluso de mucho antes y, al igual que los topónimos similares de la isla, hace referencia a la vegetación existente en la zona, el cardón (Euphorbia canariensis), que se extendía por la falda de la montaña que domina la localidad.


Valle y Montaña Cardones en 1920 (Kurt Hermann Fedac)
Con respecto a la época prehispánica se tiene la convicción por los vestigios descubiertos que existión una agrupación aborigen que ocupó las cuevas en las rampas del barranco de Arucas, desde la Hoya de San Juan hasta su desembocadura en Cebolla, prácticamente a escasa distancia de Montaña de Cardones.

Es aquí en el tramo del barranco que desde Cebolla discurre junto a la carretera de Acceso a Arucas desde la Granja del Cabildo (GC-020), donde se localizan distintas cuevas con nombres como del Corral, del Derrumbre, del Entullo, del Horno, del Muro, de la Calavera, de los Muertos, y de los Silos, donde en el pasado siglo XX se encontraron esqueletos y material cerámico.



Investigadores en la cueva de los Muertos (Guerra JC - La Provincia)
Con posterioridad, el topónimo aparece mencionado en documentos del s. XVII, como en la fundación de la capellanía de las hermanas Rufina Travieso y Beatriz Riberol el día 15 de enero de 1687, cuando incluyen entre sus bienes tres fanegas de un cercado de tierra en el Valle de Montaña Cardones, cuatro fanegas más de cercado de tierra bajo de riego en la Montaña de Cardones, con dos días y dos noches de agua del Heredamiento del Barranquillo del Pino.

Cuevas (Ayto Arucas)
En los siglos XVII y XVIII se tienen noticias del lugar de El Valle por distintos protocolos: Las hermanas Rufina y Beatriz Travieso Riverol, en su testamentaría de 15 de enero de 1687, reconocían poseer un «Cercado de tierra en el Valle» de 3 fanegadas y otro «Cercado de tierra bajo de riego» de 4 fanegadas, que regaban con sus dos días y dos noches de agua del Heredamiento del Barranquillo del Pino.

Y el presbítero José Antonio González Marrero, ausente en Caracas, en su testamento de 17 de enero de 1772, decía poseer un «Trozo labradío en el Valle» de 3 celemines, que regaba con sus dos días de agua del Heredamiento de Pinillo.


Panorámica (fotosaereasdecanarias-com)
Más a las afueras del casco de Montaña Cardones, en dirección al Lomo de Arucas muy cerca de donde llaman Los Guirres, nos aparece otra referencia de Juan González Travieso, Familiar del Sto. Oficio de la Inquisición y Ana Suárez Fleitas, en su testamento de 8 de abril de 1763, declaran poseer una «Suerte labradía denominada "El Cercado"» de 3 fanegadas y 3 cuartillos.

Dicen las crónicas que el primer poblamiento de la zona tras la conquista lo constituyeron pastores que en el pernoctar de sus ganados en la Dehesa del Común, se cansaron de su trashumar y se establecieron junto al manar de su fuente y a la vera de su montaña.

Otra panorámica (Yeyo Pilatti)
La primera piedra de la ermita de Cardones la bendijo el canónigo José López Martín el 8 de agosto de 1897, se terminaron las obras a principios de 1904 y se inauguró el 14 de abril de ese año. Fue dedicada a la advocación de San Isidro, por la histórica vinculación de sus pobladores a la agricultura. 

Se había construido la nueva ermita de San Isidro sobre un solar donado por las hermanas Luisa y Sebastiana Manrique de Lara, quienes dieron órdenes de entregarlo al administrador de la familia, el capitán retirado Rafael Ponce de Armas, realizando las gestiones a tal fin con el párroco Morales para realizar su escritura notarial.

Cadenas (Fedac)
A lo largo de casi toda su historia, la población de este pueblo se dedicaba eminentemente a la agricultura y a la ganadería, uso que se prolongó hasta la década de los años setenta del siglo XX, con el cultivo de la platanera en torno a la Montaña, salvo su falda septentrional donde construyeron cadenas para el mejor aprovechamiento del territorio.


Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

martes, 5 de junio de 2012

GILES, LOS (LAS PALMAS DE G.C.)

Actualización 22-mar-2016
Topónimo con el que se conoce el pequeño barrio situado entre Cuevas Blancas y Las Majadillas de Tamaraceite, al que se accede por la carretera Tinoca-Los Giles (GC-201), a la que se accede desde la Autopista del Norte (GC-002) y desde la carretera de Tamaraceite-Arucas (GC-300).

Vista aérea (fotosaereasdecanarias-com)
El origen del topónimo muy moderno, data de la segunda mitad del siglo XX  y se debe a la familia Gil, poseedores de tierras en el lugar (SANTANA DOMÍNGUEZ, JF.: Los Giles: Notas históricas previas al Pregón de las Fiestas 2010,  municipiodesanlorenzo-com, 17-jun-2010).Hasta la primera mitad de dicho siglo el lugar aparece en la cartografía como Lomo Quinque.

Probablemente la referencia más próximo y más antigua a estos lugares la tenemos en las datas de repartimientos (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998) solicitadas por dos privilegiados del Cabildo General de la isla.

Panorámica (Rafael Peñate Navarro)
El 23 de febrero de 1551, Pedro Ximenez Casasola «… escrivano de su magestad e lugarteniente de Juan de Ariniz escribano mayor del cabildo desta isla …» y Juan de Ribera, solicitan «nos hagan merçed de çient hanegadas de tierras que son en Tamaraçayte e lyndan con el caminillo del Atajo de Tenoya que va hazia las cuevas blancas son hazia la parte de la mar e por la otra parte el barranquillo de Jacomar abaxo hazia el barranco de Tamaraçayte aguas vertientes de un cabo e de otro del lomo grande e hasta el barranquillo que sale de la queva blanca, las quales queremos para sembrar e aprobechar  en pan e desmontar los cardones e leña son tales que en ellas estan estan, e otrosi subplicamos nos hagan merçed de dos covezuelas que estan dentro en ellas para el serviçio de las dichas tierras e son al canto de caminillo del atajo frontero de las quevas blancas e l cabo del barranco de las dichas quevas blancas ...».

Siete meses después es el superior del anterior Pedro Ximenez, el escribano mayor del Cabildo Juan de Ariñez, quien el 7 de septiembre de 1551 pidió «... setenta hanegadas de tierras que son en el Draguillo que dizen sobre Thenoya que son de leña santal y cardones las quales lindan el lomo que dizen del Casaron y del otro cabo el barranco del Atajo de Tenoya que llaman Cuevas blancas hasta la mar reservando las tierras que tiene el seño Bernaldino de Lazcano Regidor...».


El cardoncillo y su flor (floradecanarias-com)
Las referencias que aporta el escribano sobre la vegetación del entorno nos dice de "leña santal y cardones". La última nos aproxima al endemismo canario que todavía hoy se localiza por estos lugares el conocido "cardoncillo" o "cardoncillo gris" (Ceropegia fusca) que se diferencia dentro de los de su familia por tratarse de una especie con tallos cilíndricos, carnosos, blanco-grisáceos o parduzcos y  flores de color marrón-rojizo (FLORA DE CANARIAS-COM). Es una planta suculenta propia del piso basal, utilizada en jardinería y apreciada por coleccionistas de plantas suculentas.


Rama de orijama o leña santa (floradecanarias-com)
En relación con la primera que llama "leña santal" ya desaparecida del lugar, se refiere a la "leña blanca, leña buena, leña santa u orijama" (Neochamaelea pulverulenta) planta arbustiva, de hasta 1,5 metros, cuyas hojas alternas y tallos se encuentran densamente cubiertas por pelos cortos, adquiriendo una tonalidad grisácea. Son características sus flores amarillas, que surgen individualmente sobre los peciolos de las hojas superiores y los frutos drupáceos formados por 2-3 cocas. (FLORA DE CANARIAS-COM).

Es rica y variada la bibliografía sobre los usos funerarios que los aborígenes daban a la "leña blanca, leña buena, leña santa u orijama"y las costumbres y creencias que sobre la misma aún se mantienen en distintas islas sobre la misma. Viera y Clavijo, Sabin Berthelot, Verneau, Cuscoy, etc. nos ilustran sobre la costumbre aborigen de utilizar su bayas o frutos para la momificación de sus muertos llenando la cavidad abdominal del cadáver, cuestiones que han sido ratificadas por los arqueólogos, bajo la teoría que lo hacían probablemente porque retardaba la putrefacción.


Baya de la orijama o leña santa (floradecanarias-com)
Chil y Naranjo puso en duda esta teoría y creía   que con esa semilla aromática debían de haber cubierto el cuerpo para honrar aquellas cenizas o para neutralizar los efectos de la infección atmosférica por la descomposición cadavérica (STEFFEN, M.: "Lexicología canaria IV", Revista de Historia, Tomo 19, 1953).

Por estas costumbres aborígenes, sostienen muchos autores que la voz "orijama" es aborigen, y sostenía Leoncio Rodríguez que esta locución de "orijama" se traducía por "planta de Dios". Las demás denominaciones populares son producto de la castellanización de la misma por sus propiedades: «... En el Valle de Santiago se forma con dos pedacitos de su madera una cruz que se cuelga del cuello como preventivo contra el mal aire «parálisis, derrame cerebral»; pero estos pedacitos tienen que proceder de un arbusto «que no vea ni el mar ni la cumbre...» (IBÍDEM).


Vista de las cuevas de la Fuente del Sao (Patrinet)
Tras esta exposición sobre el entorno natural, hemos de reparar en la importancia del yacimiento arqueológico conocido como "Fuente del sao", que según la ficha de PATRINET es un conjunto de cuevas naturales y artificiales de habitación y funerarias, en dos niveles diferenciados y comunicados entre sí por túneles y ventanales excavados de gran magnitud, en los que destaca la presencia de un gran número de silos de dimensiones variables organizados tanto verticalmente como horizontalmente.

En el nivel superior del yacimiento se encuentra una gran cueva de morfología rectangular de unos 10 metros de profundidad por 5 metros de ancho, en la que destaca en el fondo de la misma un poyete sobreelevado que domina la estancia y cuya funcionalidad se desconoce. Dicha cueva se comunica por medio de un espectacular complejo de túneles con otra cámara de menores dimensiones que presenta una abertura que domina la vista del barranco de Guanarteme. En un saliente rocoso, cercano al grupo antes descrito, se ubica un núcleo de solapones funerarios, que en la actualidad se encuentran prácticamente desaparecidos debido a la acción de los derrumbes, de los que se tienen referencias de la recuperación de tres esqueletos envueltos en esterillas de junco.

Cuevas Fuente del Sao (Patrinet)
Dejando atrás la prehistoria del lugar y la protohistoria de los primeros tiempos de la Conquista, sin que pueda confirmarse en su totalidad  que se corresponde con el lugar de los actuales Los Giles, hay una mención en la escritura testamentaria, del 20 de octubre de 1657, de Margarita Espino, viuda de Domingo Hernández,  por la que vincula a una capellanía 21 fanegas del "Cardonal de Tamaraceite", con agregaciones posteriores de Juana Espino y Luis Manrique de Lara, en la que se nombra capellán a su nieto Juan Melián, y si no se ordenara éste a los hijos de Luis Manrique (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).

La afinidad del apellido Melián con el apellido Betancor se remonta a los primeros años de la conquista: «...  Otro de los hijos de Juan Melian y Elvira de Betancor fué Diego Melian de Betancor, regidor, alcalde mayor, alférez mayor de Gran Canaria y su personero en la corte ...» (DE LA ROSA OLIVERA, L.: "Los Bethencourt en las Canarias y en América", Anuario de Estudios Atlánticos nº 2, 1956).

Invernaderos (Archivo Jaime O'Shanahan - MDC ULPGC)
Ya en el siglo XX aparecen estas tierras aprovechadas para el cultivo del tomate, primeramente por sus propietarios "Los Betancores" y después por arrendamiento al grupo cosechero y exportador "Juliano Bonny Gómez". Eran unos amplios territorios dedicados a estos cultivos que comenzaban en la Guinea, junto a la carretera de Tamaraceite a Arucas, y llegaban tras pasar por la Atalaya de la Guinea hasta el mismo cantil de la Furnia, colgando sobre la bahía de El Rincón.

El asentamiento poblacional en Los Giles fue prácticamente a partir de la segunda mitad del pasado siglo XX, por un sistema de autoconstrucción sobre solares que sus nuevos propietarios compraban de buena fe con documentos privados que parecían suficientes, pero que con el paso de los años y los distintos avatares que comportó la quiebra de "Los Betancores", se sucedieron distintas sociedades mercantiles que en plena carrera inmobiliaria, pleiteaban también presuntamente de buena fe, por la urbanización de un lugar de una belleza natural sorprendente, balcón natural que contempla el paisaje urbano de la playa de Las Canteras y el océano Atlántico, donde incluso se llegó a decir que se apostaba por la construcción de un campo de golf.

Tomateros (Archivo Jaime O'Shanahan - MDC ULPGC)
Pero no todo en el lugar son bellas historias y bonitos paisajes, también aquí como en Arucas aparece el topónimo de Llano de las brujas, porque también aquí los lugareños no quisieron que se olvidara que aquí en los tiempos de los silencios obligados hubieron supuestos "aquelarres de brujas", que no eran otra cosa que los faros de los coches de los violentos y los gritos de los que no quisieron guardar el "silencio de los corderos".

«Los Giles es una zona muy relacionada con la Guerra Civil, otro de los aspectos a destacar en este entorno, y aquí se asesinó y torturó, según veremos. La Guerra Civil no entendió de comprensión y respeto a las diferencias, esos valores que hoy tanto nos aportan, y se utilizaron los más bárbaros modos de terminar con el vecino que nos molestaba, con aquel que cortejaba a la mujer que otros deseaban, los temas de rencillas por herencias, los problemas que generaban las posesiones de tierras o aguas, cualquier cosa podía hacer que se convirtiera en una sentencia de muerte.
 
La apretada urbanización (fotosaereasdecanarias-com)

Entre los hechos más tristes de la historia del lugar de Los Giles estaría el asesinato de Antonio José Mendoza Santana, sucedido entre los primero días del alzamiento militar y el año 1937. Su cuerpo, sin vida, fue encontrado una mañana con varios disparos en la espalda. Se dice que fue detenido por falangistas y conducido a Los Giles en un coche, junto a otros militantes de izquierda retenidos. Pararon el vehículo y se le ordenó que se bajara y se fuera, disparándole por la espalda cuando lo hacía » (SANTANA DOMÍNGUEZ, JF.: Los Giles: Notas históricas previas al Pregón de las Fiestas 2010,  municipiodesanlorenzo-com, 17-jun-2010).



Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)
  

miércoles, 13 de junio de 2012

HORNILLO, EL (VARIOS MUNICIPIOS)

Actualización: 22-abr-2016

Topónimo genérico que encontramos en la casi totalidad de los municipios de la isla. El origen del topónimo puede ser tan distinto, como distinto son los lugares en que lo encontramos. Desde los primeros cronistas ya se trasmitía el parecido de los "caserones canarios" de los aborígenes con "hornillos";  por ejemplo, Tomás Arias Marín de Cubas (Historia de las siete Islas de Canaria, Madrid, 1986) recoge textualmente la expresión «...y paredones a modo de hornillos...», a partir de la cual no se llega a concluir si eran hornos o sus construcciones habitacionales trogloditas tenían tal parecido.

Panorámica de Agaete (lospasosquedejamosatras-blogspot-com)
Si parece claro que los castellanos que conquistaron la isla crearon un lenguaje toponímico para definir los lugares donde habían asentamientos aborígenes. Los caserones llamando así  a los construidos con piedras en los llanos o vegas; los palomares con el cual reconocían las cuevas naturales habilitadas en los riscos por su apariencia a los utilizados por las palomas;  los hornillos que eran casas construidas rudimentariamente en las cuevas de los riscos que asemejaban a las colmenas construidas por el hombre con piedras; y los hormigueros con el que llamaban a las cuevas a ras de suelo, que normalmente tenían aprovechamientos funerarios.

«Hay un tipo de colmenas, poco extendidas en el espacio, que solía hacerse de obra de albañilería, con paredes gruesas. Estos colmenares, que se han construido con adobe, ladrillo, incluso, con bloques de piedra, son los llamados armarios y hornos. Estas construcciones, de forma cúbica o abovedada, contenían varias colmenas en su interior, cada una con su correspondiente salida al exterior (la piquera) para que las abejas pudieran salir al campo. Este tipo de colmenas tenía algunas ventajas, como su duración en el tiempo y ser más limpias.

Hornillos, colmenas de adobe (conocetucomarca-com)
Sin embargo, en contraposición, presentaba graves inconvenientes, como, de una parte, no poder combatir las temperaturas extremas, sobre todo el frío (aunque en algunas zonas de Cantabria, Burgos y Álava para aliviar el frío se ideó construir estas colmenas de obra en el edificio de la casa; para ello se labraban en la piedra del muro exterior unas cavidades que albergaban los panales de las abejas. Estos huecos reciben el nombre de hornillera y la colmena propiamente dicha se llama hornillo o bujo) y, de otra parte, su emplazamiento fijo, a diferencia de las hechas con materias vegetales, especialmente las de cajones de madera, que, por su ligereza, podían desplazarse según la estación y la mayor o menor abundancia de pastos o plantas melíferas para que las abejas pudieran alimentarse mejor… (TORRES MONTES, F.: “De los nombres de la casa de las abejas”, Actas del XXXVII Simposio Internacional de la Sociedad Española de Lingüística (SEL), Pamplona, 2008, pp. 837-845).

Sí queda claro que cerca de algunos topónimos de la isla existen yacimientos arqueológicos, como es el caso del Barranco del Hornillo (San Bartolomé de Tirajana) donde en sus proximidades se localizan cistas y enterramientos colectivos, y, el litoral de El Hornillo en el puntón del Pasito Blanco (Aldea de San Nicolás) asociado al conjunto arqueológico de la desembocadura del barranco de la Aldea (MARTÍN DE GUZMÁN, C.: Las culturas prehistóricas de Gran Canaria, Madrid, 1984), y como no el lugar del yacimiento aborigen de Artenara también llamado Cruz de la Esquina. Por su localización sea posiblemente esta teoría la más próxima a la realidad de su origen.

El Hornillo de Agaete (Fedac)
No obstante, otras fuentes sugieren que hacen referencia a lugares que destacaban por la existencia de casas campesinas que disponían de hornos para amasar y hacer pan, así como otros oficios para cocinar, hipótesis que sería tan universal que acogería en ella la multitud de lugares de la isla que reciben otro topónimo aún existiendo casas con hornos.

Otros autores manifiestan que la denominación puede hacer alusión a la presencia de una concentración de relativas altas temperaturas, producto de la acumulación del calor por la orografía del lugar, hecho que pueda haberse comprobado para un lugar particular, pero no para la generalidad. Es tanta y variada la semántica que inclusive también se llama hornillo a la colmena fabricada en piedra, y pudiera ser que los castellanos interpretaran de esta forma las viviendas trogloditas de los aborígenes por su semejanza.

Dada la proliferación de argumentos en cuanto al origen del topónimo, parece más apropiado nos acerquemos a algunos de los lugares que reciben tal nombre y de las noticias históricas que del mismo se conocen, ordenados por municipios.

AGAETE

Situado en la carretera de Fagajesto a Barranco Hondo, colgado en el risco sobre el valle de Agaete, está este singular caserío donde todavía pueden encontrarse vestigios del pasado pues posee uno de los núcleos de cuevas y terrazas colgadas habitadas que mejor estado de conservación presentan.

En el lugar hay también una pequeña ermita. Constituye uno de los poblados trogloditas más  interesantes y singulares de la isla por su enclave, aunque actualmente solo está habitada media docena de cuevas.

Casa cueva y horno (Fedac)
La entrada es un estrecho paso desde el que se accede a una privilegiada visión de las cuevas habitacionales en la pared vertical del risco, donde se aprecian los intrincados accesos a estos habitáculos, conectados entre sí por veredas en las que a tramos hay escalinatas labradas en la roca.

Llaman también la atención los escalonados bancales para el cultivo de millo y papas, con naranjeros, cañas e higueras en sus orillas, donde llegan los hilos de agua procedentes de pequeños tanques adosados a la roca.

Localización en Agaete (Espacios Naturales de Gran Canaria)

ARTENARA

Este yacimiento aborigen está situado entre La Cruz de La Esquina Fortamaga. Se encuentra distribuido en cuatro niveles, los tres superiores sin acceso actualmente.

La mayoría de las cuevas se concentra en el primer nivel, en total veintinueve, de las cuales dieciocho eran viviendas. Fueron reutilizadas hasta no hace mucho y junto con Acusa Seca era uno de los poblados más habitados.

Casa y horno de pan (Fedac)
En el segundo nivel se encuentra uno de los conjuntos más destacados, formado por dos cámaras principales comunicadas entre sí. Una de ellas presenta una compleja planta formada por un espacio central en el que se abren cuatro aposentos con tendencia cuadrangular, con sistemas de cierre en las entradas. Tres de estos aposentos presentan, en la entrada, una banda de rojo almagre a modo de marco, además de un zócalo del mismo color que recorre las citadas estancias. Pudiera tratarse de un granero.

En el mismo nivel se encuentra otra importante cueva que forma parte de un granero que está afectado por un fuerte desprendimiento. En el techo se conserva una composición pictórica compleja realizada con pigmento blanco sobre el fondo negro ahumado del techo, compuesta por una serie de dibujos geométricos: triángulos, rectángulos y círculos con puntos en el centro.

Noticias documentales del lugar las tenemos por Francisco Suárez, vecino de Acusa Verde, volvió de Cuba a finales del siglo XIX e invirtió sus ahorros en la finca de La Vica en este lugar, donde plantó caña de azúcar. Instaló un alambique para elaborar ron y azúcar que posteriormente se vendían en Agaete. Hoy en día se conservan las pozas donde se hacía el azúcar y el ron.

Localización en Artenara (Espacios Naturales de Gran Canaria)

ARUCAS

Encontramos el topónimo en la rampa de poniente del barranco de Arucas,  entre la Hoya de San Juan y Montaña de Cardones, junto al viejo camino; son dos caseríos conocidos por los nombres de El Hornillo Alto y El Hornillo Bajo.

Aunque se dice que su origen era un modesto caserío en el que se encontraban las viviendas de los jornaleros del campo, en medio de las fincas que cuidaban, no debe ignorarse que están enclavados en la rampa del barranco donde existen cuevas, en un entorno próximo a Los Castillejos y El Carril donde se han encontrado vestigios aborígenes, de donde se da el denominador común del topónimo genérico.


Casa y alpendre (Fedac)
Probablemente el desarrollo posterior de este caserío modificó su primitivo asentamiento. Según el cronista aruquense, en 1780 ya estaban arraigados los topónimos de El Carril y de El Hornillo, caseríos próximos entre sí en el camino de herradura que conducía de Arucas a Montaña de Cardones, como se puede apreciar en el testamento de Andrés Marrero.

En estos lomos y rampas del barranco recogió material arqueológico el primer cronista de Arucas:  « Más reducida es la cuantía de objetos que llegan a parar a manos del sacerdote de Arucas Pedro Marcelino Quintana Miranda. Durante las obras de desorriba29 realizadas “en una de las lomadas y laderas de la Hoya de San Juan colindantes al barranco de las vegas, en donde actualmente se alza el importante distrito urbano de Montaña Cardones” (AMC/SJS caja 69, carp. 3, doc. 1)30, quedaron al descubierto estructuras de piedra y diverso material arqueológico: dos ídolos, cuatro pintaderas, fragmentos de recipientes cerámicos, un mortero y un recipiente de piedra (S. Jiménez, 1945: 33). Los restos fueron recogidos y entregados en la década de 1910 a Pedro M. Quintana »(CRUZ DE MERCADAL, M.C., DELGADO DARIAS, T. Y VELASCO VÁZQUEZ, J.: Pintaderas del Museo Canario, Las Palmas de GC, 2013).


Localización en Arucas (Espacios Naturales de Gran Canaria)

TEROR

Corresponde a un diseminado caserío situado en la rampa de naciente del barranco de Teror, en las inmediaciones del llamado Puente del Molino.


Casa y alpendre (Fedac)
Es un lugar rico en bienes etnográficos,  entre los que destaca la cantera de la que salieron cantos, losas y baldosas que se llevaron en veleros hasta Cuba y Santo Domingo.

En este caserío trabajaron labrantes, que pulían la piedra de la cantera, tan buenos como los de Arucas: Maestro Pancho Matías, Maestro Bernardo Ojeda y Maestro Marcial Herrera. La piedra de esta cantera también se empleó en la construcción del Monasterio del Cister según señala el cronista Vicente Hernández Jiménez. 

Localización en Teror (Espacios Naturales de Gran Canaria)

OTROS  MUNICIPIOS


El topónimo también se encuentra en los términos de Agüimes (cerca de Temisas donde recibe el nombre en femenino: La Hornilla), Aldea de San Nicolás, Mogán, San Bartolomé de Tirajana (lo recibe un barranquillo), Santa Mª de Guia (cerca de El Palmital), Telde, Valsequillo y la Vega de San Mateo, si bien con menor asentamiento poblacional que los antes enunciados.