Actualización: 2013/03/12
En Gran Canaria, al
igual que en otras islas del archipiélago, en siglos pasados fue muy conocido
el topónimo de Cueva de las Ánimas,
en gran medida olvidados y desaparecidos por la propia evolución de la
sociedad, recordados en algunos casos por los más viejos lugareños, y en
aquellos pocos casos de los que se tienen noticias de su localización, el
topónimo se ha adaptado al nivel de comprensión de los tiempos actuales.
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Andas de Ayagaures (Fedac) |
En la antigüedad la
práctica de enterrar el cuerpo dentro del ataúd, era un lujo que solo se podían
permitir los privilegiados económicamente, de ahí que el significado dado por
el DRAE al término ataúd sea «Caja,
ordinariamente de madera, donde se pone un cadáver para llevarlo a enterrar», de
donde su utilidad básica era el traslado del cadáver.
Las Cuevas de las Ánimas surgieron en las
inmediaciones de muchos pagos que no disponían de cementerio donde enterrar sus
muertos, y cuando acontecía el óbito de un vecino debían llevarlo en "andas", féretro o caja con
varas, pues el trayecto a recorrer podría ser dificultoso y largo. Cuando la
distancia era mucha surgieron topónimos como "Descansaderos" o similares, donde se realizaba una
obligada parada o donde se aguardaba la llegada del cura con la cruz..
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Agarraderas andas de Ayagaures (Fedac) |
Sea cual fuere las
dificultades del recorrido, surgió la costumbre de conservar "las
andas" para su utilización con los distintos finados del pago, y a tal fin
era utilizada normalmente una cueva natural o solapón situado en un lugar
reservado junto al camino hacia el cementerio. Son éstas las que dan origen al
topónimo.
Desde la concesión el
22 de junio de 1403 de la primera parroquia de las Islas por Benedicto XIII a
Juan de Bethencourt, la autorización conferida lo fue para levantar iglesias,
colocar campanas, reconciliar iglesias, administrar sacramentos y poner pila
bautismal, y además, construir cementerios. Las familias privilegiadas podían
ser enterradas bajo el piso de las ermitas, pero el resto de los humanos lo
eran en un "camposanto" donde era depositado el cadáver y se le
cubría de cal como medida sanitaria y tierra. La mezcla de la cal con la tierra
constituyó el primer "cemento",
de donde derivaría el término "cementerio".
El término Ánima, es la voz latina del español Alma, y sus acepciones más próximas al
contexto son: la que perdura desde el siglo XV «Principio que da forma y organiza el dinamismo vegetativo, sensitivo e
intelectual de la vida» (Tesoro de la Lengua Castellana, Parte Segunda
...compuesta por el Licenciado Don Sebastian de Covarruvias Orozco, 1673) y la
más moderna que dice «En algunas
religiones y culturas, sustancia espiritual e inmortal de los seres humanos».
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Vista en Ayagaures (Fedac) |
Desde los primeros
tiempos la creencia espiritual se pretendió incluso asimilar al paganismo de
los aborígenes canarios. Hay un proceso contra un Juan Bernal, isleño, de La
Palma, en los años 1603-1606, porque se decía que hablaba con las ánimas «y que desconjuraba los demonios». El Tribunal
de la Inquisición mandó prenderlo, pero no fue posible apresarlo por ser isleño
que «anda en los riscos y desiertos, la
barba sobre el hombro, con una lanza y un perro, dispuesto a matar al que le
llegare...» (FAJARDO
SPÍNOLA, F.: "Las Palmas en 1524: hechicería y sexualidad", Anuario Estudios Atlánticos, 1985).
En el Antiguo Régimen
surgirían también todo tipo de capellanías y testamentarías que establecían
como beneficiarias de las rentas obtenidas de las propiedades sus propias Ánimas a su fallecimiento, bajo la
advocación de distintos santos. Con estos recursos económicos se construyeron
capillas de Ánimas para las que se
encargaban todo tipo de lienzos en los que los pintores incluían entre las
muchas Ánimas, las propias de los benefactores del encargo.
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Panorámica Tasartico (Google earth) |
Temían que su Alma vagara en pena en el
purgatorio antes de ir a la gloria. Y la Iglesia estableció el "Toque de campanas a cierta hora de la
noche, con que se avisa a los fieles para que rueguen a Dios por las ánimas del
purgatorio". Surgió así la "hora
de Ánimas".
Incluso se propició el
mestizaje de culturas bastante distantes entre sí: «En la Cofradía de Animas tenían parte activa esclavos negros, que en
la noche de difuntos recorrían las calles tocando una campanilla. Se sostenía
gracias al alquiler de todos los utensilios de carnicería, ya que eran dueños
de los que existían en Telde, que alquilaban a los matarifes de la ciudad.» (HERRERO,
P.: "El banco de las Arcas, de San Juan en Telde", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 29,
1983).
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Panorámica Veneguera (Google earth) |
Progresivamente fueron
asociándose a otras manifestaciones culturales que darían lugar a los Ranchos de Ánimas: «A partir del siglo XVIII, las cofradías de ánimas, aparte otras
actividades propias del culto a la muerte (entierros, misas, etc.) y la
administración de propiedades, se encargaban a través del rancho, por tiempo de
la Navidad, de la recaudación de fondos» SUÁREZ MORENO, F.: "Los
ranchos cantadores de Pascua en el Oeste de Gran Canaria", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 44,
1988).
Fue así que estas
creencias llevaran al pensamiento de los lugareños en las Cuevas donde se guardaban "las andas" de los finados,
vagaban las Ánimas de sus difuntos
que daría origen al olvidado topónimo. Si bien se han perdido los vestigios
materiales de algunas como la de San
Felipe en el barranco de Valerón
junto al camino real a Guía, otras tres están documentadas con un topónimo
actualizado, dos de ellos no inventariados por el Instituto Geográfico Nacional
que describimos por orden alfabético de los lugares siguiendo la ficha
etnográfica de Fedac.
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Cueva de la Caja en Ayagaures (Fedac) |
La primera conocida
como Cueva de la Caja está en
Ayagaures (San Bartolomé de Tirajana), conocida como está situada junto a la
carretera que va a Ayagaures por el barranco de la Data (GC-504) en el lugar de
Cercado de Gil, al lado de una cueva
alpendre.
Se utilizó hasta las primeras décadas del siglo XX y es una cueva posiblemente
natural, que contiene un "andas" o caja con dos palos para el
traslado de uso comunal de aproximadamente 140 centímetros de largo por 50 e
ancho (aproximadamente), estrechada hasta los 20 por los pies, y en la parte
superior tiene unas puertas con bisagras que permiten la apertura, y agarraderas
de metal en los laterales.
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Localización en Ayagaures (IDE Gran Canaria) |
La segunda conocida
como Cueva de los Ataúdes, se encuentra
junto a la carretera de acceso a Tasartico (GC-204), a la altura del Laderón de la Umbría, antes de llegar al
pueblo. La cueva es prehistórica por concurrir restos aborígenes con sista
saqueada y cuevas sepulcrales intactas, ha sido utilizada con posterioridad
hasta la primera mitad del pasado siglo XX para guardar "andas".
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Cueva de los Ataúdes de Tasartico (Fedac) |
Se trata de una cueva
cerrada con muro de piedra seca de grandes proporciones, unido al camino
general con un camino en forma de muro ancho, rodeada por otras cuevas
igualmente cerradas.
Se estima de alto valor patrimonial al ser casi únicos en
su género en la isla, máxime por su buen estado de conservación y su uso hasta épocas
recientes. La zona fue importante lugar de enterramiento aborigen, lo que
influyó en su aprovechamiento posterior para los ataúdes que se llevaban a la Aldea
de San Nicolás, de donde surgió el topónimo de Las Mordazas que hace referencia a los restos momificados encontrados.
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Localización en Tasartico (Espacios
Naturales de Gran Canaria) |
La última es conocida e
inventariado el topónimo como Cueva del Aire,
posiblemente debido a la ventilación que la misma ofrece al ser artificial en lo
alto de un lomo, se encuentra próxima a la carretera de Acceso a la playa de Veneguera
(GC-206), cerca del lugar de la Huerta Vieja
por camino real de Veneguera a Mogán.
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Cueva del Aire de Veneguera (Fedac) |
La cueva se utilizaba
para guardar el único ataúd que existía en Veneguera
y que utilizaban todos los fallecidos, ya que se enterraban directamente en la
tierra. La cueva es de planta rectangular con muros realizados con piedras de
mediano y gran tamaño unidas con argamasa, y techumbre a un agua realizada a base
de vigas de madera, cañas y torta de barro, con suelo de tierra apisonada y
paja, cerramiento con una puerta de madera.
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Localización en Veneguera (Espacios
Naturales de Gran Canaria)
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