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viernes, 10 de junio de 2016

BARRANCO DEL PINAR (MOYA Y SANTA MARÍA DE GUÍA)

Topónimo que recibe el barranco y el pago que junto al mismo se encuentra. El Barranco del Pinar aguas arriba, recibió con posterioridad a la Conquista el nombre de Barranco Gusano, que tiene su nacimiento en la Hoya de los Helechos, entre el septentrional Lomo de Galeote y la meridional Cuesta de los Pinos [de Gáldar], en el lado de poniente de la Caldera de los Pinos, de donde tomó el nombre antiguo de Barranco del Pynal o del Pynar en castellano antiguo. Aguas abajo al llegar a Los Culatones, al naciente de los Riscos Blancos, es a partir de donde conserva el antiguo nombre de Barranco del Pinar, conformando ambos la frontera jurisdiccional entre los municipios de Sta. Mª de Guía y Moya que acaba junto a la Caldera de los Pinos.
 
Panorámica (Alexander Montesdeoca Almeida)
A partir de la junta con el Barranco del Lomo del Pino toma el nombre de Barranco de Los Propios, nombre que recibió por corresponder primero al patrimonio público del Cabildo General y después a los Ayuntamientos, barranco que en la junta con el Barranco del Laurel toma el nombre de Barranco de Moya.

Este amplio lugar fue conocido en la antigüedad como Barranco del Pynal, que se extendía al naciente hasta el cauce del Barranco del Laurel, ocupando la zona de monteverde de la isla que fue roturada en los primeros tiempos de nuestra historia. Es una zona en la que se produce la condensación de los vientos Alisios, que genera en el norte de la isla el llamado “mar de nubes” que aporta la humedad necesaria para que en estas buenas tierras se desarrollara la laurisilva y el fayal-brezal.
 
Alpendre cueva (Fedac)
En buena parte es todo el amplio territorio comprendido entre las rayas de la llamada Montaña de Gáldar y la Montaña de Doramas cuyos bosques fueron protegidos por las Ordenanzas del Concejo en 1531, suscitó en la antigüedad mucha datas por los hijos del conquistador Juan de Quintana o de Soria, conocido por el segundo al ser natural de Buberos (Soria) y de quien hemos dado más información en nuestra entrada a este Blog en Las Quintanas.

Por distintas referencias dadas en el reparto de la Montaña de Doramas en 1807, creemos que el antiguo camino Real, en gran parte la actual carretera Montaña Alta-Fontanales (GC-070)  marcaba la raya meridional de las tierras realengas protegidas, concretamente a partir del antiguo pago de Cuevas de Anaga, o Naga prescindiendo del artículo aborigen, conocido a partir de finales del siglo XIX como pago del Barranco del Pinar.   
 
Ortofoto (Google Earth)
Así tenemos la solicitada el 7 de agosto de 1543 por Hernando de Quintana, quien pide para él, sus hermanos y hermanas

… le hagan merçed de [ç]ient f[anegada]s de tierra mo(ntu)osa [roto]ales poco mas o menos que son […] tierra que dizen […] […]e arboles […] de la Montaña de Galdar y por la otra el lomo arriba que dizen de la fuente del Junco. E por la cabeçada de arriba la montañetas que dizen de las Atalayas e cuevas del Pinal y el barranco abaxo … (RONQUILLO et AZNAR, 1998, p. 317).

Como dice hacerlo en nombre de todos sus hermanos, conozcamos que el conquistador Juan de Quintana casado en Gáldar hacia 1494 con María González, tuvo de este matrimonio los siguientes hijos: I. Antón de Quintana, casado con Luisa Cerezo. II. Gonzalo de Quintana, casado con Catalina de Cabrera. III. Inés de Quintana, casada con Alonso de San Juan. IV. María de Quintana, casada con Gabriel de Azuaje. V. Juan de Quintana, muerto. VI. Beatriz de Quintana, casada con Marcos de Herrera. VII. Pedro de Quintana, casado con Brígida Mentón. VIII. Hernando de Quintana, casado con María Ruiz. IX. Leonor de Quintana, casada con Luis de Vega y Francisco de Carvajal. También tuvo un hijo natural con María Martín llamado Alonso de Soria, casado con Inés Téllez y con María de Grecia. (CEBRIÁN, 2003, p. 394).

La solicitud que realizó Hernando de Quintana fue contradicha por Arriete de Betancor alegando que las había pedido antes, y también por Françisco Jaimez diciendo que eran pastos comunes, hechos que le obligaron a concretar las tierras que solicitaba manifestando que

… de las dichas çient  hanegadas de tierras en el [Pinar] a la vanda de los Fontanales desde las Arenas del Pinar el barranco para abaxo con una queva que es entre el dicho barranco esta en las dichas tierras, la qual yo tengo aprovechada e con una puerta e dende la dicha cueva el lomo arriba hasta el Pinal … (RONQUILLO et AZNAR, 998, p. 318).

Vista (villademoya-es)
El Concejo resolvió que

… le daban e dieron al dicho Hernando de Quintana çinquenta hanegadas de tierras donde las pide e so los linderos en su petyçion contenidos syn perjuicio de terçero e con las condiciones de las tierras se sequero e que las aproveche dentro de año e dya conforme a las hordenanças de esta isla (Ibídem, p. 319).

Cuando refiere las Arenas del Pinar, entendemos hace referencia al “picón volcánico” de La Horcajada, la Heredad de Moya, mencionando en la primera descripción el Risco de la Atalaya, y la referida Fuente del Junco puede tratarse del actual Pozo de los Juncos, al norte de Marente. Sería por tanto las tierras propiamente conocidas como  Barranco del Pinar, hasta el límite de la raya en Cuevas de Anaga como ya se ha dicho.

El 19 de diciembre de 1543 Gonçalo de Quintana, hermano del anterior, después de conocer que otras tierras solicitadas por él ya habían sido repartidas, pide

otras tantas en el barranco del Pynar de Galdar lynde con la caldera del corral viejo de Facarcas y el espygon arriba asta los codeços del Pynal y de la otra pare tierras de los erederos de Hernando de Guzman y por la banda de abaxo el sercado de la Rehoya y el camino asta dar otra vez en la dicha caldera con una hoya de tierra que esta junto a la caldera que podra ver de la banda de abaxo con una hoya de tierra que esta junto a la caldera que podrá ver de la banda de abaxo del camino asta tres fanegas de senbradura… (Ibídem, p. 158).

Por la descripción que da Gonçalo de Quintana estas tierras deben corresponder en la actualidad a parte del Cortijo de Gusano, al norte de la Caldera de Los Pinos y la Hoya de los Helechos, lindantes al poniente con las dadas a su hermano Hernando de Quintana.

El 20 de marzo de 1544 Juan Rodriguez de Orihuela y Cristobal de Orihuela piden

… un pedaço de tierra en el termino desta villa [Santa María de Guía] adonde dizen el barranco del Pinal las quales tierras son de sequero montuosas de helechares e otro monte, en que puede aver dozientas fanegadas poco mas o menos que alyndan por la parte de abaxo con la montaña e por arriba con el pinal  de Galdar, el dicho valle arriba aguas vertientes de una parte e otra todo lo que pudiere aprovechar en el dicho barranco abaxo e otras dos arriba en un lomillo, e dándonos las dicha tierras para que las sembremos … (Ibídem, p. 333).

Molino (Fedac)
El 16 de diciembre de 1545, es el notario Alonso de San Juan, como ya se ha dicho casado con Inés de Quintana, quien pide

 … en el termino de Agaldar cabe el barranco del Pinal desde una tierras de Arriete Betancor el valle arriba a do dizen el Solapon e de una vanda y otra del valle hasta los guijos lo que fuere para aprovechar hasta en cantidad de çient fanegas…  (Ibídem, p. 362).

Pregonadas en las puertas de las iglesias de Gáldar y Santa María de Guía, fueron contradichas por Cristobal Rodriguez de Orihuela por tener título de ellas, decide el Concejo que

… le daban e dieron al dicho Alonso de San Juan sesenta fanegadas de tierras de sequero en el lugar y parte donde las pide sin perjuicio del titulo y dacta fecho al dicho Cristobal de Orihuela e sin perjuicio de terçero e con las condiciones de las tierras de sequero (Ibídem, p. 364).

La escasa información dada no nos permite conocer del lugar y aunque mencione el Solapón, no entendemos pueda referirse al lugar de Los Solapones, al sur de Las Tres Cruces, bastante distante de la referencia principal del Barranco del Pinar donde tenían propiedades sus cuñados.

Ya en el siguiente siglo se iniciaron las usurpaciones de tierras dentro de la raya de la Montaña de Doramas, alguno de los cuales fueron legalizados por el Cabildo General. Por autos de vista y revista proveídos por la Real Audiencia el 22 de agosto de 1681 y el 30 de abril de 1682 se mandó que los interesados otorgasen escritura de censo redimible a favor de los Propios de la isla por las tierras que poseían, regulando cada fanegada a razón de 70 reales, valor principal. Entre los procesados y tierras que ocuparon tenemos al Alférez Diego Pérez, de Fontanales, quien ocupó dos fanegadas y nueve celemines y medio, 55 brazas en el Barranco del Pinal estableciéndose un rédito de  9 reales y 6 cuartos (SUÁREZ, 1978, p. 237), censo que en 1832 pagaba  José Navarro, por 8 reales y 26,5 maravedíes.

El Obispo Servera en 1750 solicita la data de tierras en la Montaña del Lentiscal o en la Montaña de Doramas para el sostenimiento del Seminario Conciliar de Canarias, oponiéndose el Síndico Personero del Cabildo José Hidalgo. En 1748 ya se había aprobado la Ordenanza General de Montes por Real Orden, arbitrando la normativa en relación con las próximas e históricas Montaña de Doramas y Montaña de Gáldar, que mantuvieron sus linderos acotados a dicho año, si bien la ordenanza clasifica y distingue el territorio según el aprovechamiento público del monte, y las denuncias y apelaciones que se hacían hasta ese momento al Corregidor, pasan a ser competencia del Consejo de Castilla, cuya facultad asume la Audiencia considerando la lejanía para apelar, y nombrando un sobreguarda de montes y montaña. En 1767 las tierras realengas ocupadas clandestinamente de la antigua Montaña de Doramas se inventariaban en 34 fanegadas y 3 celemines.

Vista (Google Earth)
Iniciada la reforma municipal con el reinado de Carlos III, el corregidor de turno Ayerbe y Aragón decide ignorar a la Audiencia con el pretexto de que asumiendo la gestión tendría mayores rendimientos, y cuando le sustituye el Corregidor Ignacio Montalvo, con el apoyo del comandante general aprovechando que la Audiencia estaba sin regente, suprime el sobreguarda de montes y montaña en 1775. El 23 de noviembre de 1781, de nuevo el Obispo Servera pide la data de 132 fanegadas en diferentes lugares, entre ellos Rosetas y Solana del Barranco del Pinar, para la dotación de cátedras del Seminario, que se le vuelve a denegar.

Fue un conflicto entre la Audiencia que propiciaba la protección y los Corregidores, que podían defender otros intereses en función de las ingresos económicos que reportara. La Real Orden de 26 de febrero de 1782 estableció que las apelaciones se hicieran ante la Audiencia y no ante el Consejo del Castilla. Terminado el conflicto se crea una Junta de Montes que elabora un Reglamento el 22 de enero de 1788 que es aprobado por la Audiencia, y mejorado al año siguiente.

El mismo dividía la antigua Montaña de Doramas,  en dos partes: una, al lado de Fontanales, Barranco Oscuro y Barranco de la Montaña después conocido como Barranco de la Virgen, que queda vedada sin entrar ganado ni hacer cortes durante 5 años; y otras por debajo de Fontanales, en la que se encuentra el Barranco del Pinar, que quedaría abierta por el mismo período, permitiéndose el corte con licencia y autorización de los guardas, la entrada, de ganados excepto el cabrío y cerda, y el carboneo bajo las condiciones establecidas.

El Pinar, los Pinos de Gáldar, también se dividía en dos partes, una cercada por 5 años y otra abierta para fragüeros, pastores y carboneros pero con suma vigilancia por estar más expuesto a los incendios que la Montaña de Doramas (SUÁREZ, 1987, p. 91).
 
Vista (bedndbreakfast-eu)
Después de ello,  Moya, a través de su síndico personero don José Antonio de Serpa y a la vista del auto de la R. Audiencia de 10 de abril de 1802 ordenando el reparto de las orillas de la Montaña en la jurisdicción de Guía, solicita, el 21 de abril de 1802, la continuación de su expediente particular […] A fines de 1806 la Audiencia ordena el reparto, participando en el deslinde un representante del Cabildo y de la Económica; y en juntas celebradas los días 3,4,5 y 14 de enero de 1807 se lleva a cabo el sorteo de suertes. El Alcalde Mayor otorga, posesión a los agraciados el 7 de febrero y la Audiencia aprueba el reparto el 22 de mayo con la condición de que en el plazo de un mes se otorgaran las escrituras (Ibídem,  p. 390).

En ese año 1807 se realizaron los pequeños repartos en la Montaña de Doramas y en el entorno de este lugar a quienes resultaron agraciados en el sorteo. En la Umbría del Barranco del Pinar fueron: Salvador González, Juan Vega Rodríguez, Cayetano González, Luis Ríos de La Torre, Manuel Castellano, Blas Jiménez Almeida, Salvador Castellano, José Ríos Almeida, José Molina, Catalina Castellano, Juan Matías, Sebastián Molina, Baltasar Mateo y Francisco García por un total de 18 fanegadas. En Cuevas de Anaga: Juan Rodríguez, Francisco Hernández Mateo, Francisco Cahino, Antonio Cruz y Bartolomé Rodríguez por un total de 7 fanegadas. Y en la Umbría del Lomo de Las Hayas: Juan Antonio Melián, Roque Guerra, José Quintana, Andrés Hernández, Manuel Ramón Arencibia, José Francisco Hernández y Diego Arencibia por un total de 17 fanegas (Ibídem, p. 395).
 
Vista (Miguel Díaz)
Al siguiente año, los peritos determinaron la existencia de “una porción de terreno erial inculto e incapaz de volver a producir árboles y por ello debía ser objeto de reparto”, entre las tierras sorteadas en el Barranco del Pinar y en dirección norte, entre la Sorrueda Bermeja y el Lomo de los Quemados, topónimo que hoy conocemos en femenino y que pudiera tener su origen en los intencionados incendios para que el terreno quedara inculto, en el mismo borde de la arboleda de la Montaña de Doramas.

Progresivamente la histórica raya que marcaba la reserva de la Montaña de Doramas iba desplazándose por los continuos pequeños repartos favorecidos por la necesidad de nutrir de recursos económicos a las arcas públicas. La data de novecientas fanegas que el Rey Fernando VII concedió como pago por sus servicios al Mariscal de Campo Francisco Tomás Morales, último Capitán General de España en Venezuela y comandante general de las Islas Canarias, nacido en el Carrizal de Ingenio, quien agradecido la bautizó como San Fernando, supuso la muerte final de la reserva de la Montaña de Doramas, y así hasta llegar a nuestros días en los que sólo disfrutamos de pequeños relictos de su antiguo esplendor.
Localización (IDE Gran Canaria )

viernes, 13 de mayo de 2016

GUSANO, BARRANCO, BARRANQUILLO, CAÑADA, LLANOS, LOMO, MONTAÑA Y PUENTE DE/L (MOYA, STA Mª DE GUIA, MOGÁN Y S. BARTOLOMÉ DE T.)

Aparecen un interminable número de topónimos que obedecen a la geología del territorio, cuyos accidentes orográficos reciben singulares "canarismos" que identifican elevaciones, depresiones o neutrales llanos en todas sus variantes, además de cavidades de todo tipo.

El Gusano Guía-Moya (Adela Gavares)
Y como parte integrante de los geo-topónimos, nos encontramos los morfológicos, que nos dicen de la forma, tamaño, aspecto o semejanza con algún elemento o materia muerta, pero en contados casos -por no decir ninguno- que hagan referencia a un ser vivo, como es el caso del “gusano”.

El serpenteante Barranco Gusano
Guía-Moya (IDE Gran Canaria)
Y en los tres lugares que encontramos el topónimo “gusano” en nuestra isla redonda, lo es asociado y dado a un barranco, barranquillo o cañada, y por extensión a los derivados próximos a los mismos. Es así precisamente, porque sólo el agua puede llegar a generar un cauce que vaya serpenteando suavemente el relieve que encuentra a su paso aguas abajo, para salvar la resistencia de los suelos más duros, para al final llegar al barranco principal al que tributan sus aguas. Y así surge el topónimo de “gusano”, desde la visión humana del suave contoneo de su cauce, prescindiendo de llamarlo “meandro” porque son palabras mayores para cauces mayores, para cauces de ríos de los que no tenemos en las islas por su tamaño.

Sencillamente, porque esos pequeños cauces en su descenso se asemejan a un pequeño ser vivo que conocemos por “gusano”, en las tres acepciones que nos aporta el DRAE «1. m. Nombre común que se aplica a animales metazoos, invertebrados, de vida libre o parásitos, de cuerpo blando, segmentado o no y ápodo. 2. m. Nombre de las larvas de cuerpo blando, alargado y cilíndrico de muchos insectos y de las orugas de los lepidópteros. 3. m. lombriz».

En ninguno de los casos nuestro topónimo está asociado a la 4ª acepción del DRAE «despectivo. Persona vil y despreciable», porque este es dado a los seres humanos que se arrastran por el fango de su vida, mientras que el “gusano” de nuestros topónimos, no se arrastra, se desliza suavemente aguas abajo para dar vida a la tierra que encuentra a su paso.

Probablemente su forma fue apreciada cuando se pintaron las primeras telas con las cartas del lugar, o quizás más simple, cuando la panorámica era contemplada desde una montaña, detalles que hombres y mujeres del campesinado fueron capaces de percibir mientras pastaban sus rebaños. Porque ellos nunca tuvieron prisas, y como su tiempo no era para medirlo, pues era para vivirlo intensamente cada día, contemplaban la naturaleza que les rodeaba reparando en todos sus pequeños detalles.

MOYA y STA. Mª DE GUÍA

Ya lo decían Juan Rodriguez de Orihuela y Cristobal de Orihuela cuando el 20 de marzo de 1544 pidieron las datas de esta tierra «… donde dizen el barranco del Pinal las quales tierras son de sequero montuosas de helechares e otro monte, en que puede aver dozientas fanegadas poco mas o menos que alyndan por la parte de abaxo con la montaña e por arriba con el pinal de Galdar, el dicho valle arriba aguas vertientes de una parte e otra todo lo que pudiere aprovechar en el dicho barranco con mas unas cuevas que estan en el dicho barranco abaxo e otras dos arriba en un lomillo, e dándonos las dichas tierras para que las embremos …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Vista (Rafael Peñate Navarro)
Pero eran muchos los colonos pobladores interesados en estas tierras, y cinco días después ya contradecía la petición Cristobal Gomez de Fexenal quien dijo «… se sembro parte dellas e cogio en ellas e hizo un sylo en ellas e demás desto por que son pastos comunes e las dexo de tornar a sembrar».  Después las contradijo Pedro de Baeça que alegaba «… las dichas tierras por ser como son pastos comunes e en esta vanda de Galdar ya no ay otra cosa para pastos por repartir sino esto …».

Y cuando fueron pregonadas el 30 de marzo de aquel año, fue Françisco Jaimez quien también las contradijo manifestando que «… las dichas tierras por ser de pastos comunes [roto] e rehadero de sus ganados ….», conquistador que llevó como testigos otros de su condición como Gonçalo de Aguilar, Arriete de Betancor, Luys de Herrera y Antonio Cherino.  El primero de ellos, Gonçalo de Aguilar, al enterarse de las tierras que pregonaban, también las contradijo. Y la noticia corrió, como corren los barrancos en invierno, y después apareció para lo mismo Fernando de Quintana, en nombre propio y el de sus hermanos, hijos y herederos de Juan de Sorya, todos aquellos que en la iglesia del Señor Santiago tenían reservados asientos en los primeros bancos, asegurando que «… dichas tierras e cuevas por que son suyas e las cuevas a syete años que las tiene e posee e mora en ellas e tiene puertas que el  fecho con su çerradura e llave e en  las tierras sembro e cogio e hizo un sylo e las desmonto …».

Cuevas (Fedac)
Al final, el poder local se imponía poniéndose de acuerdo entre ellos, para que el Cabildo General concediera a los Orihuela que habían pedido doscientas fanegadas, unas datas algo trucadas «… dieron a cada uno de los dichos Juan Rodriguez de Orihuela e Cristobal de Orihuela setenta e cinco fanegadas de tierras que son entranbos a dos çientos e çinquenta fanegadas adonde las pidieron …», eso sí condicionadas para que respetaran –al menos, en apariencias- el interés general,  el derecho al pastoreo común y el omnímodo poder de los caballeros de la villa de Gáldar, sentenciando «…syn perjuicio de terçero e con las condiciones de las tierras de sequero e syn perjuicio de la montaña e con que no pene ni corra los ganados e syn perjuicio de la data de Hernando de Quintana e que las aproveche conforme a las hordenanças …».

El Barranco Gusano tiene su nacimiento en la Hoya de los Helechos, entre el septentrional Lomo de Galeote y la meridional Cuesta de los Pinos [de Gáldar], en el lado de poniente de la Caldera de los Pinos. Aguas abajo al llegar a Los Culatones, al naciente de los Riscos Blancos, recibe el antiguo nombre de Barranco del Pinar, conformando ambos la frontera jurisdiccional entre los municipios de Sta. Mª de Guía y Moya que acaba junto a la Caldera de los Pinos.

El Barranco Gusano tiene un cauce descendente “serpenteante” que da origen a nombre teóricamente pastoril, y que se proyecta en homónimos en otros lugares próximos como Cortijo, Lomo, Montaña y Puente de Gusano.

De la propia descripción dada en los repartimientos antes dichos, son los pastos, las ovejas, su leche y el queso la gran esencia de su importancia, notoriedad y belleza. Es sabido que el queso de oveja se caracteriza por ser bastante graso, de olor y sabor intenso y entre más curado esté, más picante resulta al paladar.

«Los ganados del norte de la Isla comen muy variado; y en sus desplazamientos con los pastores, el rebaño va cambiando desde las medianías, a las costas del norte y del oeste de la Isla en invierno a las cumbres en verano, siempre en busca de los mejores pastos en cada época del año. El animal transmite a su leche la calidad de esa variedad en la alimentación, y con ella hacen las mujeres el queso de pasta bien prensada, que suele curarse en cañizos que cuelgan a la sombra, con una temperatura fresca y constante» (FEDAC).

Era de Riscos Blancos (Fedac)
No olvidemos que el queso es uno de los productos locales que más se consume en el Archipiélago, superando el consumo de otras Autonomías, que es parte de nuestra cultura culinaria, con un sobresaliente protagonismo tanto en los “pizcos” como en el “conduto”, donde acompañar al gofio escaldado con unos trocitos de queso es una costumbre histórica.

Las grandes obras maestras de nuestras tradiciones se deben a "especial destreza y paciencia" que tiene la mujer canaria por excelencia campesina, y como muestras de ella la loza canaria, los calados y la confección de quesos en todas sus variedades. Y un buen ejemplo lo tenemos en las queserías del Cortijo del Gusano, con sus protagonistas Juan Mendoza Mendoza y María Ascensión Díaz Delgado, auténticos artesanos del pastoreo y del queso de oveja.

Las manos de la entonces niña María Ascensión las ponía sobre la cuajada que hacía su madre “para que no se enfriase” y a los once añitos ya hacía ella solita sus primeros quesos en Fontanales, como lo ha seguido haciendo toda su vida, los últimos treinta y siete con la leche de las ovejas que su marido ordeñaba a mano en el Cortijo, y los ha venido haciendo curados o semicurados, después de heredar y engrandecer el arte que su madre le trasmitió. Ella hace a mano la cuajada, toda ella, y como bien dice, sólo en la última “pinta” pone encima la prensa, así cuatro o cinco quesos cada día, de seis o siete kilos, y después al cañizo, para darle vueltas cada día. Duro y paciente labor. En el año 2016 ha tenido el reconocimiento de todos sus vecinos en la Fiesta del Queso de Guía.

La actividad pastoril en la isla, no llegó con los conquistadores y colonos pobladores en el siglo XV, pues está documentado que los aborígenes la practicaban para su sustento y no se conoce si elaboraban quesos. Sí parece que con los primeros llegó el ganado ovino, pero los cruces históricos han tenido por resultado que la oveja canaria sea el premio a la buena selección que los pastores han realizado desde épocas remotas, con una excepcional adaptación a los ecosistemas de la isla, con sus particulares y cíclicas trashumancias, enriqueciendo la leche en olores y aromas exclusivos, como la tierra misma.

Vista (Rafael Peñate Navarro)
«... y tenía mucha leche y manteca de gofio, que es harina de sebada tostada, la qual ellos molían en unos molinitos de mano, y esta harina masaban con agua o cosina o leche, como lo amasaban oy dia todos los de las islas, y este era su pan …» (CRÓNICA MATRITENSE. Redacción Ortiz, 1526).

«... y aunque más usavan de lo asado y algunas bezes la freyan en camelas con manteca; a este guisado lo llamaban Camarona, demás desto comían mucho gofio, que hasían de harina de sebada tostada y la amasaban con leche y con el caldo de la olla, y otros la amasaban con agua y sal como oy lo hasen muchos de las yslas y lo comen, que éste era su pan cotidiano …» (CRÓNICA OVETENSE. Redacción Cardona, 1639).

«... su mantenimiento cebada tostada molida y amasada, su harina llamada gofio, con leche, caldo, miel silvestre agua y sal, carne medio asada y cruda, sancochada si era gruesa, para aprovechar la gordura o cebo, también mariscos, frutas silvestres, mocanes que es vaga negra, mayores que mirto, azofaifas, madroños colorados con muchas semillitas o granilla, y hanse de comer muy maduras, estando verdes imitan a el alcaparrón, y otras raices, como turmas, jongos, ñames, higos ásperos que no hay en España, son blancos por fuera y ásperos como cuero de casón, colorados por dentro y dulces cuando hay maduros, y guardando en sartas de juncos y apillados como panes majados y echos pellas  ...» CRÓNICA ESCUDERO. Redacción Cardona, 1639).

Localización en Moya-Guía (IDE Gran Canaria)

MOGÁN

La Cañada (Google Earth)
Muy cerca del caserío de Veneguera, al sur del Laderón de los Azulejos, encontramos la serpenteante Cañada de Gusano que desciende entre la Hoya del Corral y la Casa de la Cogolla hasta los Llanos homónimos, ya muy cerca del territorio protegido de La Cogolla de Veneguera, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por formar parte de nuestro Patrimonio Arqueológico.

Goro (Fedac)
Describe el decreto de aprobación del BIC  que «Se trata de un poblado aborigen formado por, al menos, siete casas de piedra seca, que se encuentran en parte muy alteradas, por lo que es difícil, en algunos casos, precisar la planta y morfología de las estructuras. Por lo general, éstas tienen planta exterior de tendencia circular e interior cruciforme o cuadrangular, con dependencias anexas. Se distribuyen en el sentido ascendente de la ladera y en algunos casos se ha rebajado el terreno para adosar a él los muros de la construcción. Los muros de las estructuras se encuentran en su mayoría muy derruidos, de forma, que tanto al interior como al exterior las estructuras aparecen cubiertas de piedras procedentes de un desplome.

La Cogolla de Veneguera (Gobierno de Canarias)
En los alrededores e interior de algunas de estas casas se ha localizado diverso material arqueológico en superficie, consistentes en fragmentos de cerámica, diverso material lítico (un fragmento de molino circular, un fragmento de mortero naviforme y obsidiana) y material malacológico» (DECRETO 39/2006).

Localización en Mogán (IDE Gran Canaria)

SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA

Lomo La Palma (Octamila)
Barranquillo del Gusano, mostrando en menor medida su serpenteante cauce por ser más pequeño, es un tributario de naciente del barranco de Arguineguín que nace en el Lomo de la Palma y discurre en dirección de poniente hasta desaguar en el barranco principal, cerca del Lomo de Huesa Bermeja.

Presa de Soria desde el Lomo La Palma (Octamila)
El alto Lomo de Palma, encuadrado en un paisaje de viejas rocas que la naturaleza ha cincelado a su capricho, está al sur de la Presa de Soria contemplándose desde el mismo una bella estampa de todo el vaso.

Lomo Huesa Bermeja (Ayuntamiento SBT)
Por la carretera que lleva a Cercados de Espino, entre los pagos de El Caidero y Chira, se localiza el Lomo de Huesa Bermeja, al que se accede por una pista de tierra. La tradición oral sitúa aquí la localización de un cementerio de los canarios, lo que queda confirmado por las evidencias arqueológicas. De esta forma, a pesar de ser un lugar ampliamente modificado por las actividades humanas, aún es posible observar la existencia de restos óseos y construcciones funerarias.

Localización en San Bartolomé de T. (IDE Gran Canaria)

viernes, 6 de mayo de 2016

ANAGA, CUEVAS DE (MOYA)

El lugar se localiza en las vertientes septentrionales del Lomo de Moya, conformando el nacimiento del Barranquillo de la Umbría, tributario del Barranco del Pinar, pudiendo llegarse al mimo por la carretera Acceso a Los Tilos de Moya (GC-704).

El Barranco del Pinar se inicia a partir de la junta del Barranco Gusano con su tributario el Barranquillo de Valencia, en el lugar de Los Culatones, llevando su cauce aguas abajo dirección norte, atravesando la carretera  Montaña Alta - Fontanales (GC-070) construida en esta parte sobre el antiguo Camino Barranco del Pinar, aproximadamente en el punto kilométrico 17’5, donde se conoce en la actualidad como Caserío de Barranco del Pinar.
 
Vista del lugar (Google Earth)
El Barranco Gusano y el Barranco del Pinar son la frontera jurisdiccional entre los municipios de Sta. Mª de Guía y Moya, tienen un cauce descendente “serpenteante” que da origen al nombre del primero, y que se proyecta  en homónimos como Cortijo, Lomo, Montaña y Puente de Gusano. El barranco a partir de la junta con el Barranco del Lomo del Pino aguas abajo toma el nombre de Barranco de Los Propios, nombre que recibió por corresponder primero al patrimonio público del Cabildo General y después a los Ayuntamientos.

Para conocer de los asentamientos de la población en el lugar hemos de tomar dos fuentes del siglo XIX en la descripción del municipio de Moya, una nacional y otra insular que no mencionan el actual barrio Barranco del Pinar. La primera nos dice del número de vecinos en «Cuevas de Naga y Peñón 69» (MADOZ, P.: Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar, Madrid, 1847) y la segunda algunos años después «Cuevas de Naga, 60» (MANRIQUE SAAVEDRA, A.: Elementos de Geografía e Historia Natural de las Islas Canarias, Las Palmas de GC, 1873).

Ambas fuentes incurren en el error de prescindir de la vocal “A” inicial del nombre propio, si bien la cartografía mantiene el auténtico topónimo de Cuevas de Anaga. Su notoriedad como pequeño agrupamiento de población fue por tanto superada por el caserío de Barranco del Pinar en años posteriores a 1873, desconociéndose si ello guarda relación con la corriente “insularista” dominante en esos tiempos con el objetivo de alcanzar la división provincial.
 
Horno de pan (Fedac)
Los topónimos “Anaga” más conocidos se corresponden con el Macizo, la Punta y el Roque de Anaga, todos en la jurisdicción el municipio de Santa Cruz de Tenerife, en el nordeste de la isla de Tenerife. Para conocer de cómo viajó hasta Gran Canaria y otros topónimos tinerfeños, se hace preciso profundizar algo más en la historia de la conquista de las islas y del trato dado a los canarios y guanches llamados “alzados” que se resistieron a ser bautizados y dominados, y de ahí recurramos a la fuente bibliográfica que más ha investigado sobre este particular (BETANCOR QUINTANA, G.: Los indígenas en la formación de la moderna sociedad canaria. Integración y aculturación de canarios, gomeros y guanches, 1496-1525. Tesis doctoral inédita. ULPGC, 2003).

Después de la conquista de la isla «... la población superviviente resultó dividida entre quienes se mantuvieron alejados de los núcleos políticos, económicos y demográficos de la nueva sociedad, y aquellos que cohabitaban en dichos núcleos asistiendo a la llegada de los primeros colonos. Los primeros eran aquellos que continuaban practicando sus tradicionales formas de enterramiento en las cuevas de Tecén en Telde en 1502, ó los pastores que dan amparo a los esclavos que se alzan y los alimentan de sus ganados en los primeros años del s. XVI; poco más que estas noticias relativas a medidas coercitivas contra ellos podemos saber documentalmente sobre ellos, puesto que rara vez se acercaban a los lugares donde el repoblamiento europeo se desarrollaba desde fines del s. XV.

(…) El proceso de colonización de la isla agudizó las contradicciones entre conquistadores/pobladores y la población indígena, particularmente en las zonas en que la concentración de poblaciones indígenas coincidía con las primeras áreas de expansión de la colonización agrícola. (…) Esta presión constante sobre las propiedades que los indígenas conservaron en la franja costera del noroeste de Gran Canaria fue desplazando a las familias indígenas, y a sus descendientes, hacia otras partes de la isla donde la presión colonizadora era menor en las primeras décadas del XVI. Las medianías del noroeste –Hoya Pineda, Anzofé, Pinos de Gáldar, barranco del Pinar-, así como los pagos cumbreros alrededor de Timagada, Bentayga y Fataga son algunos de los términos en los que bien documentalmente, bien por el registro toponímico, podemos situar asentamientos de canarios y guanches en el primer cuarto del s. XVI.   
 
Acueducto (Fedac)
(…) Conocido es que Alonso Fernández de Lugo puso en práctica una política el desplazamiento de guanches a la isla de Gran Canaria después de la conquista de Tenerife. Parte de los deportados a Gran Canaria se asentaron inicialmente en las medianías del noroeste. Lindando con las tierras realengas en el pago cumbrero de Fontanales y con los pastos comunales del Pinar de Gáldar tuvieron tierras y cuevas los del bando de Anaga; allí al cobijo del Lomo de las Quemadas junto al cauce del barranco del Pinar, habitaron las cuevas a las que dejaron su nombre la familia de Sebastián de Anaga y María Afonso, entre otros …».

Sobre los deportados, desplazados o “refugiados” en Gran Canaria, es conocido de su probable asentamiento por la toponimia histórica, y así lo hemos apuntado en otras entradas a este Blog: Adeje (Sta. Lucía de Tirajana) y Tegueste (Gáldar).

Después de su asentamiento, continuaron siendo hostigados, en este caso por el hambre de tierras y aguas de los conquistadores y de los colonos, propietarios de las tierras colindantes, y no dudamos que fueron objeto de la marginación de la sociedad de entonces que entendió que su asentamiento en determinados lugares lo era como pena o castigo por ser “alzados”, que los privaba de toda libertad de movimientos.

Sólo así se entendería  la descripción toponímica del lugar que se hace en un documento público de 200 fanegadas, la mitad del cortijo en Fontanales de Juan Mateo Trujillo, cuando define sus linderos:

Ortofoto (IDE Gran Canaria)
«Por la parte de arriba la Montaña de las Arenas de la cumbre [actualmente Montañón Negro, de la antigua costumbre de llamar "arenas" al "picón volcánico"], por la parte de abajo la raya de la Montaña de Oramas que solía ser y por un lado tierras que fueron del capitán Miguel de Múxica, Alférez Maior que fue de esta isla, que al presente posee Francisco Rivero, y por la otra parte el lomo abajo desde la Caldera de los Pinos a dar sobre la Atalaya  y por su seguimiento el lomo abajo hasta dar a las Masmorrillas de el monte» (CABALLERO MUJICA, F.: “Aspectos de la vida religiosa en Fontanales”, Anuario de Estudios Atlánticos, nº 26, 1980).

Observando la cartografía y situándonos en La Atalaya, al sur de la Finca de la Foresta, la expresión “lomo abajo” nos identifica al Lomo de la Majadilla, que nos lleva al norte hacia las Cuevas de Anaga, las llamadas en el documento “Masmorrillas de el monte”.

Atendiendo al significado más antiguo que nos da el Diccionario del Castellano tenemos «MAZMORRA, nóbre Arábigo, sinifica lugar subterraneo, como silo, cisterna o algive seco. Es la prisión y cárcel en lo profundo debaxo de tierra dode comúnmente los Moros recogen de noche a los esclavos» (Tesoro de la lengua castellana, o española, Parte Segunda ..., compuesto por el Licenciado Don Sebastian DE COVARRUVIAS OROZCO, 1673).

Desearíamos equivocarnos, pero la lectura que hacemos de los linderos y la ocultada historia no escrita, nos lleva a pensar en la certeza que pueda desprenderse en relación con el trato dado a los “alzados”.

Localización (IDE Gran Canaria)