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sábado, 28 de abril de 2012

CAPÓN, LOMO DEL (LAS PALMAS DE GC)

Actualización 11-oct-2015
Por su situación en el comienzo del Monte Lentiscal en el Antiguo Régimen, fue objeto de conflicto permanente por las demandas de agricultores y ganaderos, al tratarse de tierras de Propios del Cabildo, según su criterio, o de tierras de realengo por jurisdicción. En esta situación se mantuvieron sin entrar en los repartimientos hasta la segunda mitad del siglo XVIII.

El origen del topónimo no es otro que el escaso aprovechamiento o condiciones del subsuelo del lugar de auténtico baldío e inculto, de forma silvestre ó para su cultivo. «Capón no era Monte, si sólo un baldío que produciendo yerba en la otoñada lo aprovechaban los ganaderos que andaban más diestros, y en el término de dos, tres meses, quedaba agotado, y sin provecho, manteniéndose en el resto del año (...) algún rebaño de labrar que pastoreaba en el verdadero Monte Lentiscal» (Informe a la Audiencia realizado por el Coronel del Regimiento de Telde Antonio de la Rocha Betancort en 1778). 

Fotografía de 1984 (Jaime O'Shanahan - MDC)
El 17 de febrero de 1768 el Teniente Capitán Fulgencio Arturo Brito, del Regimiento principal de la isla, solicitó le fueran concedidas estas tierras en pago de los servicios en Milicia sin sueldo, la Administración Real de Correos y otras Temporalidades que pertenecieron a los Jesuitas, alegando además tener cinco hijos pequeños.

En 1769 el Cabildo General discute la concesión o no de la denominada data del Lomo del Capón. Surgió el primer conflicto cuando José Hidalgose opuso a la data como representante de los intereses ganaderos, porque los pastos no serían sustituidos por la paja y la hoja de parra que se pusiesen en dicho lomo. A favor de la data estuvo Francisco León Molina, por considerar que el Capón fue monte pero no se evitó su ruina, señalando que el «… terreno inculto que tiene Canaria es quien nos hace sufrir las calamidades presentes ya que la agricultura es la felicidad de los pueblos…».

Ortofoto contorneando el Lomo (IDE Gran Canaria)
La data fue concedida por Real Orden de 22 de septiembre de 1773, y el Teniente Capitán obtuvo doscientas fanegas, que se enmarcaban en los siguientes linderos que mencionan distintos topónimos del lugar: «Lindaba de la Barranquera que llaman de Fuentesillas de los Morales, Barranquera abajo de la Hoya del Parrado a dar al Barranquillo del Sabinal, Barranquillo abajo a dar al Camino Real de Telde, Camino arriba a dar a la Cruz de la Cuesta Grande, a dar al Lomo arriba, a las tierras del Pagano, enfrente del Corral Calvario, Barranquillo del Capón arriba a dar al Camino de las Cuevas del Sacramento y Barranquera de las Fuentecillas».


Según la fuente consultada, la reacción del Cabildo ante la data otorgada por la Corona es un acuerdo del 12 de marzo de 1770 para recurrir a la Audiencia demandando que quien tenía que recibir los réditos por la concesión era el Cabildo General y no los militares. Como no podía tomar posesión de las tierras por el conflicto jurisdiccional planteado, Fulgencio Arturo Brito cambió de estrategia y ofertó el 19 de noviembre de 1771 que se le concediese la data, aunque fuese a cambio de un censo.

Era (Fedac)
El 31 de marzo de 1772 se le conceden 1600 fanegas que, tras una nueva oposición del Cabildo, quedan en 200 fanegas con una pensión de 300 reales anuales a favor de los Propios del Cabildo General.

Pero los conflictos no acabaron con esta concesión definitiva, pues supuso un precedente que fue utilizado por otros solicitantes de datas dispuestos a adoptar igual fórmula para evitar la oposición del Cabildo. Así lo hicieron, entre otros, Francisco Fernández Vilchez en La Matanza de Marzagán, y el Marqués de Acialcazar en el Monte, que originaron en el Cabildo nuevos debates entre ganaderos y agricultores, que se recrudecían cada vez que se concedía una nueva data.


Parrales (Ana Jiménez en desentidos-blogspot)
Por otra parte, muchos agricultores medianeros viendo como se ponía fin a la protección que había tenido el Monte Lentiscal, iniciaron una ocupación de tierras roturándolas ilegalmente, hasta el punto de que fueron muchas las detectadas cuando acababa el siglo XVIII; se citaron los casos en la Vega de Francisco González, de José Batista y de José Gil; en San Lorenzo, de José González; y en Tafira, de Domingo Silvestre.

Esta práctica llegó a tal extremo que el propio titular de la Data de Capón tenía roturados clandestinamente en el Monte Lentiscal dos pedazos, uno de siete, y, otro de treinta y tres fanegas, teniendo que restituir el primero y adquirir a tributo perpetuo el segundo.

En la actualidad el Lomo del Capón tiene un pequeño núcleo de población y una moderna urbanización pendiente de construcción que abarca también parte de la Hoya del Parrado que han sustituido los antiguos parrales.


Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

viernes, 27 de abril de 2012

CANTERAS, PLAYA DE LAS (LAS PALMAS DE GC)

El nombre de la playa siempre ha estado vinculado a La Barra, una roca sedimentaria de arenisca y deposiciones calcáreas, que discurre en paralelo a la orilla, proporcionándole abrigo frente al oleaje del norte y confiriéndole una personalidad propia. Antiguamente se la conocía como playa del Arrecife, debido a que La Barra emergía del agua como un arrecife.


Vista aérea (fotosaereasdecanarias-com)
La Barra es producto de la lava arrojada en su momento por la erupción de los volcanes de La Isleta. El aprovechamiento extractivo del basalto de este arrecife durante siglos pasados motivó que la playa recibiera la denominación de Las Canteras.


La barra de Las Canteras (elambienteenmedio-es)
Posteriormente, fue explotada como cantera para extraer la roca arenisca que se destinó, entre otros usos, a numerosas construcciones de la ciudad, como la primera fachada de la Catedral de Santa Ana y las anteriores Casas Consistoriales destruidas por un incendio, así como a la construcción de las típicas «pilas canarias» o piedras destiladeras. En recuerdo a esta práctica, ya abandonada, pervive hoy el nombre de playa de Las Canteras.

Pila de destilar agua
Pedro Maffiotte Arocha (1816-1870), uno de los fundadores de la Academia de Bellas Artes y un febril aficionado a la arqueología, ya decía que «… una de las propiedades de la citada arenisca es la de endurecerse a la intemperie, circunstancia que la hace muy propia para emplearla en las construcciones civiles. Se puede citar como ejemplo el antiguo frontis de la Catedral de la Ciudad de Las Palmas en Canaria que se ha destruido recientemente con motivo de la reforma que ha sufrido este edificio. Las puertas y ventanas de los torreones, los peldaños de las escaleras y los escudos y adornos conservaban sus aristas tan vivas como en el momento en que fueron labradas...».
Peña de la vieja (Ana Padorno en Panoramio)
Hasta la desaparición del Ayuntamiento de San Lorenzo en la primera mitad del s. XX , una parte de la playa era conocida, primero popularmente y después oficialmente, como Playa del Carmelita o también como Playa de Tamaraceite, y su lindero estaba en la caseta de amarre del cable telegráfico que conectaba con la isla de Tenerife, justo enfrente de la denominada Peña de la vieja.

Detalle de Las Canteras en 1895 (Fedac)
En la antigüedad tuvo su aprovechamiento como antiguo puerto y era  llamado El Arrecife. Esta bahía protegida por La Barra tiene tres entradas al norte que apenas alcanzan los tres metros en bajamar. En el siglo XVI, aunque el fondeadero fue definido como muy bueno, la falta de conocimiento del emplazamiento del arrecife con la marea alta podía hacer el acceso muy peligroso.

La playa en 1910 (Fedac)
La bahía está protegida de los vientos del Sureste, Sur y Suroeste, por lo que se puede fondear en el exterior del arrecife, donde se dispone de fondos de arena. Sin embargo, en aquella época, cuando se levantaba viento del Norte o Noroeste había que abandonarlo, porque podía acabar hundiendo los navíos.

Barquillas en La Puntilla 1950 (Fedac)
No obstante, las embarcaciones pequeñas podían penetrar dentro de los arrecifes, donde quedaban protegidas de cualquier temporal, de ahí que también se utilizase como zona de reparación para los barcos pequeños. Por el contrario, si se trataba de grandes embarcaciones, el oleaje inutilizaba la zona como fondeadero.

La urbanización de la ribera de la playa a partir de finales del siglo XIX, que alcanzó su mayor nivel de construcción en la primera línea en el ecuador del pasado siglo XX, comportaría con el paso de los años la interrupción del movimiento dunar que con los vientos dominantes trasladaba las acumulaciones de arenas hacia el istmo en dirección a la playa de Las Alcaravaneras, formando un amplio campo de dunas que llegaba más allás del antiguo barranquillo de Santa Catalina.


Sorprendente bajamar de 2012 donde se aprecia la acumulación de arenas (Rubén Grimón)
Esta alteración ha comportado uno de los mayores problemas de la playa dado que la construcción de la avenida y edificios ha provocado que los aportes naturales de arena se acumulen en la ribera de playa y el fondo protegido por La Barra, alterando el habitat preexistente. Para paliar esta situación se llevan a cabo extracciones de volúmenes de arena de forma controlada.

Ortofoto (IDEE Instituto Geográfico Nacional)

martes, 24 de abril de 2012

CANARIOS, CUEVAS DE LOS (LAS PALMAS DE GC)

Este conjunto arqueológico situado en La Isleta está formado por dos grandes cuevas artificiales de habitación y otras más pequeñas con silos, excavadas en dos niveles, bajo una gran arcada natural que las protege.
Cuevas de los Canarios (Patrimonio Gran Canaria)
Reitero el hecho de que en los tiempos de la conquista e inmediatamente posteriores, los castellanos convirtieron en topónimo la expresión «de los canarios» para reconocer la posesión o uso de un lugar, camino, etc., habitado o frecuentado por los aborígenes canarios.
 
En los altos del Confital, aprovechando un gran abrigo, se abrieron una serie de cuevas artificiales que se disponen en varios niveles. El nivel superior está compuesto por cinco cámaras de mediano tamaño, asemejándose a silos de almacenamiento. En el nivel inferior se encuentra una cueva artificial de planta rectangular de unos cuatro metros de largo.

Entrada a las Cuevas (bienmesabe-org)
Siguiendo el veril, se llega a la parte más importante del yacimiento con dos estancias artificiales horadadas y granero de silos excavados en la roca en varios niveles. La cueva mayor de seis metros de profundidad, tiene muchos huecos similares a hornacinas labrados en la pared.

Al inicio del veril se encuentra una cantera de extracción de piedras de molinos, documentándose al menos trece huellas de extracción, y tres pequeñas cazoletas labradas en la toba.

Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)


sábado, 14 de abril de 2012

BATÁN, EL (LAS PALMAS DE GC Y SANTA BRÍGIDA)

El nombre de estos asentamientos hace alusión a una máquina hidráulica llamada "batán" compuesta de gruesos mazos de madera, movidos por un eje, para golpear, desengrasar y enfurtir los paños, y, por extensión, hace también referencia al edificio en el que se encuentran estos artefactos.

Dibujo de un batán (DiariodeNavarra)
Los molinos bataneros tenían unas características semejantes a las de los molinos de granos y sus brazos se movían por la fuerza del agua. Servían para abatanar la tela de lana o hacer su trama más densa. Eran edificios de dos plantas, cubiertos por azotea plana o tejado a una o dos aguas.


Molino del Batán o del Pambaso en Las Palmas GC (Patrinet)
En el piso inferior se encontraban el aspa y la zona del agua, con un engranaje adecuado que transmitía la fuerza motriz al piso superior, donde se encontraba el batán, conformado por dos brazos o mazas, elaborados en madera, cuyos acompasados y alternativos movimientos caían sobre una mesa batanera en cuya zona central existía una cavidad donde se depositaba la tela que se iba a abatanar.

Puente del Batán o de San Juan (Patrinet)
Cuando se quería que los paños tuvieran una mayor resistencia o un mayor grosor, al salir del telar se los llevaba a los batanes, donde se sometían a todo un proceso. Se colocaban en el interior del recipiente o ”imina” bien doblados en zigzag, en una cantidad determinada de metros o varas, según se decía, y allí se remojaban durante todo el tiempo que duraba el golpeteo o abatanado. A lo largo de la operación se hacían algunas paradas para cambiar de posición los paños y que el desarrollo resultase uniforme. Los canales de agua hacían mover los mazos.
 
Vista del barrio de El Batán en Las Palmas de GC (Yeray Santana)
Una vez secados los paños, los que estaban destinados a mantas pasaban por la cardadora para sacar el pelo con la llamada percha de cardos. Esta operación se llamaba perchar.

Aunque fue frecuente en la sociedad insular de los siglos XVI al XX, la importación de los textiles desde finales del s. XIX acabó paulatinamente con esta actividad, de tal forma que sus senos y asientos constituyen hoy, en el caso de Santa Brígida, materiales de gran interés para la arqueología industrial.

Localización en Sta. Brígida (Espacios Naturales Gran Canaria)
La mención de ambos lugares está bien documentada en el siglo XVIII. En la Villa de Santa Brígida aparece entre los bienes vinculados de las hermanas María, Juana y Francisca Cabrejas Bethencourt, citados en su testamento de 18 de mayo de 1769, cuando incluye una «Hacienda de 14 fanegas labradía y “arrifes” con viña, árboles, casa, bodega y lagar con un día y una noche de agua del Heredamiento de Satautejo en la Hoya del Batán».

Y el lugar en la Capital insular es mencionado en el testamento de Francisco Manrique Amoreto de 31 de marzo de 1748, que incluye entre sus bienes el «Molino harinero de máquina movida por agua, cubo y casa para el molinero denominado “El Batán”, en el Barranquillo de San Roque», cuando el mismo ya se había transformado en sus usos.

Localización en Las Palmas GC (Espacios Naturales Gran Canaria)

jueves, 12 de abril de 2012

BANDAMA, CALDERA Y PICO DE (LAS PALMAS DE GC)

Actualización 6-abr-2016
La más antigua referencia documentada que tenemos del lugar es en el repartimiento a favor de Bartolome Benitez, cuando el 6 de febrero de 1548 pide al sur de la Caldera «… veynte e cinco hanegada de tierra de sequero poco mas o menos que [roto] puede aver y se pueden aprovechar entre Riscos e Peñas las quales son por debaxo de mi morada detrás de la Vega del Gamonal dende el Puerto y camino que va del dicho Gamonal al Palmitar de Telde e tomando el lomo de la dicha m morada hasta donde se rremonta de tierras de Miguel Martyn por debaxo del barranco que va entre el Palmitar y la Caldera por que a mas de treinta años que yo tengo mi vivienda con mi ganado cabruno e la dicha mi morada e quiero aprovechar las dichas tierras para sostentamiento …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Vista aérea (fotosaereasdecanarias-com)
El origen del topónimo de Bandama es uno de los más particulares, claro ejemplo de que la transmisión del topónimo por la voz hablada puede inducir a interpretaciones distintas y apartadas de la realidad. Durante años fue considerado un topónimo aborigen, hasta que la documentación histórica puso de manifiesto que se trataba de un apellido flamenco que se hispanizó.

Así, Daniel Van Damme ha pasado a la historia caracterizando el volcán más espectacular del vulcanismo reciente de Gran Canaria y, por extensión, la comarca vitivinícola de su entorno. Este comerciante holandés Van Damme se asentó en la zona en el s. XVI y cosechó vinos en el fondo del cráter, donde ahora hay una granja abandonada.

La Caldera en 1890 (Ojeda Pérez L Fedac)
Pero los negocios de Van Damme no se limitaban a los viñedos. Fue uno de los mayores comerciantes de la época, y, tenía negocios y pleitos por el azúcar con los señores de los ingenios. La crisis del azúcar se manifiesta claramente en el pleito iniciado en el año de 1586 contra las propiedades del doctor Lercaro:

«… Diego de Tovilleja, Pedro de Caseres y Marcos de Ávila, vs. de la isla, apoderan a Juan López, procurador de causas, para que siga el pleito que tratan contra los bienes del Dr. Ángel Lercaro en razón de lo que han pagado y lastado por él Daniel Vandama y por razón de cierta fianza como parecerá por el proceso que de ello hay. Marcos Ávila y Pedro Caseres habían actuado como fiadores del Doctor Lercaro, durante el año de 1583, en un contrato de venta de azúcares, recibiendo el último, el dinero adelantado, del mercader flamenco Daniel Vandama...».


Fotografía: Nacho González
El incumplimiento en la entrega de la mercancía obligó a los dos primeros al pago de la misma. Con anterioridad ya había participado en la importación de trigo, por el déficit permanente que tuvo la isla. En los años 1583 y 1584 se comprueba que en el mercado circula trigo de Flandes, según se constata por las escrituras de reconocimiento de deuda que otorgan los vecinos entre los meses de noviembre y diciembre de 1583, y entre enero y marzo de 1584.

Por los pagos, se deduce que el importador había sido el mercader flamenco Daniel Van Damme, asentado en Gran Canaria, donde adquiere prestigio y solvencia en poco tiempo, aunque también figura como receptor de los pagos del grano el regidor y depositario general Alonso Venegas.


Fotografía: Nacho González
La propiedad pasó de padre a hijo. Daniel Van Damme, comerciante, y su hijo Cristóbal Van Damme, que fue Capitán y Regidor Perpetuo, declararon en sus respectivos testamentos de 29 de enero de 1609 y 12 de octubre de 1677 los siguientes bienes:

el padre la «Hacienda de La Caldera y tierras calmas junto a ella, casas y lagar y bodega» y su hijo la heredada «Hacienda de 50 fanegas de viña y arboleda de almendros y otros frutales con casa que sirve de bodega denominada “Caldera de Bandama”, junto al monte Lentiscal», que aparentemente son la misma hacienda acrecentada con las incorporaciones que realizó el hijo.

Caserío de Bandama en 1925 (Teodoro Maisch Fedac)
Este monumento natural es un complejo volcánico constituido por los edificios volcánicos de Pico Bandama, cono de picón volcánico o piroclastos de 574 metros, y la Caldera de Bandama, depresión de aproximadamente mil metros de diámetro y escarpadas paredes, que alberga un importante relicto de vegetación termófila (acebuches, lentiscos, etcétera).

Pico de Bandama (rosagrancan-blogspot)
Erupción fisural
Según los expertos vulcanólogos, el comportamiento eruptivo de la fisura en su sector sur fue diferente que en el más septentrional. Al norte de la misma tuvo lugar una erupción de estilo estromboliano que construyó un cono de escorias y cenizas de figura muy simétrica, con un cráter orientado hacia el Nor-Noroeste, con una altura de 274 metros sobre el nivel de su base.

El volumen del cono y el manto de picones que depositó en el área del Monte Lentiscal lo convierten en el manto de piroclastos más extenso de la isla.
Erupción estromboliana

En el sector sur de la fisura, los magmas en ascenso encontraron agua subterránea en cantidad suficiente como para interaccionar eficazmente, ocasionando una erupción muy explosiva.

Los depósitos resultantes de la erupción, ”surges” o brechas, oleadas dirigidas, depósitos de caída, ”lahares de fondo de barranco”... muestran una gran variedad de tipos estructurales y procesos implicados, constituyendo algunos, como el de la Cueva de Los Canarios, situado en la pared norte de la Caldera, muestras muy singulares de la vulcanología canaria.

Los resultados de las sucesivas explosiones fueron, primero, un vaciado de la roca de caja más superficial, y un debilitamiento y resquebrajamiento de la roca de caja circundante a la chimenea; después, la acumulación de los materiales resultantes de las explosiones en los bordes de la caldera explosiva; y por último, tras un tiempo de actividad, la chimenea volcánica se hundió, dejando una depresión de paredes casi verticales.

Olivia Stone
El cráter de simetría tan perfecta de la caldera ha despertado la admiración y el asombro de todos los viajeros que, desde los siglos pasados, lo han podido visitar. El mismo sendero por el que bajaron en el s. XIX Olivia Stone o Charles Edwardes, atrae aún a caminantes y senderistas.

«… La primera sensación es de intensa sorpresa y admiración ante el hecho de que la Naturaleza pueda haber creado algo tan perfecto...», escribió la viajera inglesa Olivia Stone (1887), que bajó con un grupo de excursionistas a caballo.

Cueva de Los Canarios
(Fedac)
«… Este es el cráter más perfecto de Canarias, una depresión cóncava de tierra y rocas de una uniformidad como solo la naturaleza sabe crear...», describió el otro viajero británico, Charles Edwardes (1888), que bajó animado por sus residentes para beber un vino que le pareció fuerte, pero que entusiasmó a su guía Pancho que «¡casi se bebe la garrafa él solo!».

La Cueva de los Canarios, situada en la pared norte de la Caldera, era utilizada por los aborígenes canarios como granero y en ella también se hallan importantes inscripciones líbico-bereberes conocidas desde el s. XIX.

Las condiciones del territorio circundante, conformado por lapillis volcánico, conocido en las islas por picón, no condicionó el cultivo de las tierras desde los primeros tiempos, si bien en su gran mayoría se mantuvieron como de realengo hasta que por necesidades económicas de la Corona fueron subastadas a partir del siglo XVIII destinándose al cultivo de los viñedos.

Cultivos (Istar-famiredo)
Muy al contrario de lo que pueda pensarse, el lapillis favorece la retención de la humedad en el suelo vegetal de la viña, facilitando la rápida filtración del agua de lluvia y evitando su evaporación, manteniendo constante la temperatura del suelo y enriqueciéndolo con nutrientes.

Localización (IDE Gran Canaria)

BALLENA, BARRANCO DE LA (LAS PALMAS DE GC)

Actualización: 25-abr-2016 
La benignidad del clima que disfrutamos en la isla, y en particular Las Palmas de Gran Canaria, hasta el siglo XIX era interrumpida por cíclicas precipitaciones de lluvias intensas, sin que pudiera presuponerse por su irregularidad de una sucesión de años lluviosos o muy lluviosos, con años secos o muy secos, distintas a los efectos meteorológicos que en los tiempos actuales según los estudiosos están asociadas al cambio climático.

Detalle cauce bajo el barranco en 1920 sin grandes asentamientos (Fedac)
En la isla se generaban lluvias muy localizadas, alcanzando niveles de torrenciales, que en gran medida descargaban las nubes en las cumbres centrales aumentando el caudal del Barranco de Guiniguada que a lo largo de la historia destruyó los puentes que unían Vegueta y Triana. En algunas ocasiones, por esos caprichos de la naturaleza, las lluvias eran intensas sobre los pelados Lomos de San Lázaro, cuyas escorrentías naturales conformaron varios cauces, uno de ellos llamado Barranco de Las Rehoyas, que nacía en la antigua hoya que hoy conocemos como La Paterna.

«Entre el Guiniguada y el de San Lorenzo [aguas abajo, barranco de Tamaraceite] queda un pequeño triángulo con vertientes hacia la población de Las Palmas, tal como el barranquillo de Mata o de Las Rehoyas y el de Don Zoilo que han abierto un tajo en los terrenos sedimentarios del Mioceno. Su curso inferior ha sido urbanizado pues atraviesa el casco urbano. El de Santa Catalina está en la misma situación. Otro barranco, el del Carbón desemboca en la bahía del Confital por el barrio de Guanarteme. Este barranco tiene tributarios cortos, uno en el Barranquillo de La Cantera y otro el de Las Borreras» (BRAVO EXPÓSITO, T.: Geografía general de las Islas Canarias, Sta. Cruz Tenerife, 1964).

Cartoteca de 1960 (IDE Gran Canaria)
Quizás con la pequeña imprecisión de considerar que el barranco de Las Rehoyas y el barranquillo de Mata son un mismo cauce, cuando el primero cuando llega a Cuevas Torres toma dirección nordeste, discurriendo entre las antiguas Hoya de la Gallina y Hoya del Enamorado  en la banda de poniente, y Las Rehoyas Altas en la banda de naciente, y el cauce del segundo en dirección al naciente, por Las Rehoyas Bajas. Nos quedamos con la descripción de las escorrentías que a lo largo de muchos siglos se formaron en la antigua Montaña de San Lázaro de los Conquistadores, que con posterioridad han dado lugar a numerosos topónimos de pequeños lomos ya perdidos en el tiempo, junto al testimonial Lomo de San Lázaro, como eran Lomo La Plana, Lomo del Polvo, Lomo de Carolo, Lomo de los Chiflados y Lomo del Chinche, salvo el primero que cuyo nombre nos dice que está cubierto por esa tierra fina que los vientos transportan, sus orígenes responden sin lugar a dudas al capricho de los lugareños de tiempos atrás.

Conviene aclarar para entender del entonces caudal ocasional del barranco aguas abajo, que el antiguo barranquillo de Las Borreras, era un tributario de este barranco, que se le unía en el lugar llamado Las Juntas, aproximadamente en el Hospital Dr. Negrín. En la actualidad el topónimo se perpetúa en una de las avenidas de acceso a Siete Palmas, nombre este último con el que se conocía la finca allí existente.

El desarrollo urbanístico en la Ciudad Alta en 1975 y el barranco
El entonces conocido por barranco de Las Rehoyas, discurría hasta Las Arenas de Guanarteme  para desaguar en la antigua Playa del Carmelita o también de Tamaraceite, hoy Playa de Las Canteras junto a La Cicer, y conformaba los límites jurisdiccionales entre el desaparecido municipio de San Lorenzo con el municipio de la Capital insular.

El poblamiento del Barrio de Guanarteme en los primeros decenios del siglo XX, con nuevos vecinos que llegaban al lugar procedentes de otras zonas de la isla atraídos por la oferta de puestos de trabajo en la estiba y desestiba del nuevo Puerto de La Luz, se realiza entre la desembocadura de los barrancos de Guanarteme y de San Lorenzo, convirtiéndose este último en una frontera natural franqueable para llegar al antiguo Puerto de Las Isletas, su lugar de trabajo, siempre y cuando su caudal no fuera excesivo.

Según algunas fuentes, resultaba por tanto novedoso y preocupante para los nuevos residentes de Guanarteme que el barranco venía crecido por las aguas de lluvia caídas en las escorrentías de las rampas de poniente de los lomos donde más tarde se construiría la Ciudad Alta en La Feria y Escaleritas, que motivaba agua abundante. Y cuando así era, los vecinos de Guanarteme se referían al mismo con manifestaciones como: «La barranquera va llena»«El barranco va lleno» y otras más (SANTANA DOMÍNGUEZ, J.F.: "Toponimia", municipiodesanlorenzo.com).


Detalle de la vegetación en el desague del cauce del barranco en 1920 (Fedac)
Se cree que de aquellas manifestaciones antes comentadas y de la frecuencia de las aguas en el barranco a su paso por Guanarteme, surgió el nuevo topónimo sustantivando «verbo y complemento verbal» en el habla canaria, que al trasladarlo a los documentos escritos pasa con los años de «Va llena» a «Ballena» siendo así protocolizado por los notarios.

Esta hipótesis sobre el origen de dicho topónimo por estas expresiones del léxico popular pudiera tener cierta fragilidad, pues se tiene documentado el uso del topónimo ya desde la década de los ochenta del siglo XIX (BOLETÍN OFICIAL DE CANARIAS, 4-oct-1886), por la subasta de «Un cortijo de tierras labradías y arrifes, denominado "Guanarteme", término municipal de San Lorenzo, dividido en dos trozos el primero llamado "Guanarteme", linda por el Naciente con el Barranco de La Ballena y el segundo trozo de dicha finca ...», a resultas del Concurso de acreedores de Marcial Melián y Sánchez.

En estos tiempos el asentamiento de población en el lugar era casi inexistente, y treinta y cinco años después aún era escaso como se aprecia en la fotografía de FEDAC, observándose la presencia de alguna vegetación en el cauce de dicho barranco.

Cabras junto a la Cicer (Fedac)
Pudiera argumentarse la teoría de que el origen del nombre guarde relación con el varamiento de una "ballena" en ese lugar de la playa, que parece improbable por su apertura al norte y solo se tienen noticias de avistamientos por la costas nacientes y meridional de la isla. Está documentado un varamiento masivo en la zona del puerto de las Isletas en el siglo XVIII «En mayo de 1747, aparecieron en el Puerto de la Luz, en Gran Canaria 37 cetáceos muertos, de los que obtuvieron mucha grasa» (SANTANA PÉREZ, J.M.: " La pesca de cetáceos en Canarias", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 57, 2011).

Hay otras referencias de topónimos costeros, ya desaparecido en Tufia (Telde) debido a algún varamiento, y otro aún conocido en la Punta de Pasito Blanco (San Bartolomé de Tirajana), posiblemente por avistamientos frecuentes en Las Calmas. La excepción de la costa norte la tenemos en la playa de la Ballena (Santa María de Guía), una pequeña cala abierta al nordeste y protegida de los vientos del noroeste por El Cantil junto a la Caleta de Soria.

No es lógico buscar en un cetáceo el origen del nombre de un barranco que vierte sus aguas a un arenal alejado del mar. Lo más congruente es buscar la explicación en la ya mencionada riqueza en aguas de aquel barranco que tanto impresionó, por su caudal, a los vecinos que en otra época atravesaban aquella zona de la isla, o en la otra posibilidad que se debiera al varamiento de una ballena en la playa, que aquí llegara arrastrada por las corrientes después de muerta en alta mar.


Ahora, ni ballenas, ni salmones (miplayadelascanteras-com).
A principios del siglo XX tenemos la noticia de un ahogamiento del periódico El Progreso, del 4 de julio de 1906, informando que: «Ha perecido ahogado en la playa de las Canteras, frente al barranquillo de la Ballena, jurisdicción de San Lorenzo, el artesano D. Ramón Miranda Deniz, de 46 años, y de oficio zapatero. La ropa apareció en la playa lo cual demuestra que se estaba bañando por aquel sitio. Dicho individuo era muy aficionado á la pesca y nos aseguran que en distintas ocasiones ha sufrido ataques de enagenación mental».

El barranco que desaguaba de forma natural en la antigua playa del Carmelita, allí donde en 1923 se construyó la central eléctrica de calderas de la Cicer que tiene su entrada particular a este Blog, porque al no haber vecinos a nadie molestaba. 


El cauce soterrado del barranco (miplayadelascanteras-com)
Como botón de muestra de la rápida construcción en las Arenas y en los Llanos el testimonio gráfico de las cabras que en 1960 todavía frecuentaban aquellos alrededores para alimentarse. A partir de 1970 la urbanización  de la Ciudad Alta y años después la Feria del Atlántico, modificarían las rampas del barranco y agudizarían más aún el estrechamiento de su cauce, con el consiguiente aumento de la presión y caudal de aguas superficiales en los tiempos de lluvias fuertes.

Lo que si está documentado fue la persistente posición del Ayuntamiento de Las Palmas de GC frente a los derechos jurisdiccionales de su vecino Ayuntamiento de San Lorenzo, llegándose al extremo de otorgar licencias administrativas en su suelo que fueron paralizadas, proyectar la construcción de un aeropuerto civil, e incluso disponer de sus recursos naturales, tal como sucedió cuando el 7 de mayo de 1887 sacó a subasta el transporte de adoquines desde este barranco para la reforma del pavimento de la calle de Triana:

Las aguas en la playa (miplayadelascanteras-com)
«El día 26 del corriente y hora de la una de la tarde tendrá lugar en las Casas Consistoriales, según lo acordado por S. E., la adjudicación en publica subasta de la conducción de 3.000 metros cuadrados de adoquines, desde el barranquillo denominado de la Ballena en el término municipio de San Lorenzo, á la calle mayor de Triana. con destino á la reforma de su pavimento» (BOLETÍN OFICIAL DE CANARIAS, 11-may-1887).

Todavía hoy se hace patente la preocupación por los aportes de aguas a este barranco, en la actualidad reducido a barranquillo acanalado, pues destruye las arenas de la playa en su desembocadura y arrastra vertidos sólidos, e imaginamos que gran parte de las aguas pluviales de la antigua cuenca que iniciaba su cauce bajo junto a Cuevas Torres se habrán canalizado hacia otros colectores mayores.

Localización del cauce del barranco sobre Cartoteca de 1962 (IDE Gran Canaria)