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viernes, 22 de abril de 2016

DOMINGO, LOMO DE SANTO Y SUS DIVISORIAS (LAS PALMAS DE GC)

Se cree que en 1592 el ingeniero italiano Leonardo Torriani escribía en su manuscrito informe destinado a la Corona el CAPITULO XLIV, titulado “De la fortificación de la Ciudad Real de Las Palmas”.

«Esta ciudad está situada en un lugar tan extraño e irregular (por más que sea llano), y puesta debajo de tres montañetas que la dominan, llamadas con el nombre de los tres santos, Domingo, Francisco y Lázaro, que por espacio de veinte años ha dado que pensar juiciosamente a muchos ingenios italianos y españoles, con motivo de su fortificación; y hasta ahora Su Majestad Católica no ha tomado ninguna resolución, ni ha dejado entender qué parecer de tantos le ha gustado» (TORRIANI, L.: Descripción de las Islas Canarias, antes Afortunadas, con el parecer de su fortificaciones, Sta. Cruz de Tenerife, 1959, traducción de Alejandro Cioranescu). Y así las reflejo Próspero Casola en su plano de la Ciudad de 1599. 
 
Reproducción a línea del plano de Próspero Casola de 1599 (Museo Canario)
La elección de estos tres santos por los conquistadores para dar nombre a las “tres montañetas”, así llamadas por Torriani, no es casual. De norte a sur, San Lázaro al norte del barranco de Mata, Tomaba su nombre de la advocación de todas las leproserías, como lo era el Hospital de San Lázaro, de donde se popularizó también el término "lazareto" de la Ciudad, que estuvo emplazado en el siglo XVI a la altura de la actual calle Murga, aislado del casco urbano y fuera de las Murallas de la Ciudad, y sin que nos lleve a engaño la ubicación de la ermita de San Lázaro posterior al hospital.  

San Francisco lo tomó del convento franciscano, situado junto a la actual iglesia de su nombre en el barrio de Triana; y Santo Domingo, del convento dominico junto a la actual iglesia de su nombre en el barrio de Vegueta, al sur del barranco de Guiniguada.
 
La visión "extraña e irregular" de Torriani en su plano de la Ciudad (IBIDEM)
Como bien decía Leonardo Torriani, la ciudad estaba situada “en un lugar tan extraño e irregular”, hacía un descripción de una estrecha franja costera expuesta al naciente, “dominada” a su espalda al poniente por tres “montañetas”, que más tarde una de ellas será conocida con el canarismo de “lomo”, del que dice el Diccionario de la ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA «1. m. Elevación grande y alargada del terreno, más o menos redondeada en la cima».

En el norte la montaña de San Lázaro, ocupando la conocida actualmente como Ciudad Alta, y la montaña de San Francisco, donde se construyó el Castillo de San Francisco o castillo del Rey, dejaban de por medio una loma ascendente junto al  cauce del barranquillo de Mata, con varias hoyas de donde surgiría el topónimo de Las Rehoyas.

Más al sur, la “montañeta” ya era llamada en los repartimientos Lomo de Santo Domingo, que en el poniente o inicio isla adentro lo hacía en el actual barrio de El Fondillo, junto a la Montaña de Tafira, lomo que separa los cauces de barranco Seco y barranco de Gonzalo, este último primitivo cauce del barranco de Guiniguada que la erupción de la Montaña de Tafira taponó y desvió por el Dragonal en opinión del profesor Telesforo Bravo.
 
Vista del lomo (Jaime O´Shanahan - MDC)
En el repartimiento de Françisco de Aguinaga, solicitado el 8 de agosto de 1550, describía las tierras solicitadas como «… un pedaço de tierras que son hasta quatro o cinco suertes de tierra e que en ellas ovieren que son en un barranquillo que esta entre las tierras e lomo que desçiende hazia el barranco de Gonçalo que asçiende hazia la imagen prieta e de la otra parte otro lomo que desçiende hazia santto Domingo la qual tierra quiero para la aprovechar de cañaverales e heredades de viñas con las aguas que me pertenesçen de Tafira por que para otra persona alguno no sirven las dichas tierras por no tener agua con que las aprovechen como yo …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Cuando el Lomo de Santo Domingo se encuentra a 2.200 metros de la costa de naciente de la isla, se divide creando dos divisorias “divisorias”, en el significado geográfico que aporta el DRAE «2. adj. Geogr. Dicho de una línea en un terreno: Desde la cual las aguas corrientes fluyen en direcciones opuestas». La situada al norte, se subdivide por la erosión a 1.250 metros de la costa, formando al norte con vertientes del barranco Seco, la que es llamada Divisoria de la Mesa.
 
Los dos barrancos, el lomo y sus divisorias (IDE Gran Canaria)

La Divisoria de la Mesa corresponde al terreno ocupado por la conocida Ciudad de San Juan de Dios, que por su relieve es una “mesa”, es decir para el canario “Terreno elevado formado por una llanura que acaba en paredes verticales fruto de la erosión”.

Al sur de la misma, la matriz de la que se subdividió que es llamada Divisoria del Corral, donde se construyó la urbanización Casablanca I, y en las laderas septentrionales de la misma la Urbanización El Lasso. El origen del topónimo de la Divisoria del Corral lo encontramos en el repartimiento a favor del escribano mayor del Cabildo Juan de Ariniz, hijo del también escribano del Cabildo Juan de Ariñez, del 7 de septiembre de 1551, que describe las tierras pedidas diciendo «… le hagan merçed de le dar las demasias de las tierras que se dieron a Françisco de Aguiniga que son entre el barranco Seco y el barranco de Gonçalo que va a dar al camino de Telde al Corralejo que dizen en que podrá aver dos suertes poco mas o menos …» (IBIDEM).
 
La Divisoria de la Mesa y la Divisoria del Corral (fotosaereasdecanarias-com)
El astuto y privilegiado escribano disponiendo de la información confidencial que tiene pide los sobrantes no concedidos en el repartimiento de 8 de agosto del año anterior, y las identifica manifestando que “va a dar al camino de Telde”, la antiguo carretera a Telde por San Cristóbal, y añade lo que se encuentra a su paso en la divisoria, que es un “corralejo”, es decir, “un corral viejo del tiempo de los canarios”, y de ahí el topónimo de la Divisoria del Corral.

Al sur de esta última divisoria, está el pequeño cauce del barranco del Rosario, y en la banda meridional del mismo las escorrentías de la divisoria o Lomo de Santo Domingo, donde se encuentra la barriada de Pedro Hidalgo.
 
La Divisoria del Corral desde el sur (Google Earth)
Las rampas y escorrentías al sur del Lomo llegan al cauce del barranco de Gonzalo, y en la banda de enfrente, las rampas y escorrentías de  la Divisoria de las Cuevas, topónimo que no ofrece duda alguna de su origen que guarda relación con las cuevas que existieron en la ladera y que fueron sustituidas por casas de nueva construcción. Por esta divisoria discurre la calle Puebla no asfaltada, desde lo alto la vista meridional es el barrio de Salto del Negro, y en la rampa de naciente de la misma, dando de frente al mar, se encuentra la Hoya de la Plata.

Volviendo al manuscrito informe del ingeniero  Leonardo Torriani sobre las defensas de la Ciudad, decía también de la necesidad de fortalecer la frontera sur después de describir los riesgos que comportaba el potencial ataque por el Lomo de Santo Domingo.

«… La primera razón es (tratando de los lienzos laterales) que la dicha muralla roja sólo cerraba dos lados, quedando abierta la parte del río y de la montaña de Santo Domingo, que son las más importantes; y, por más que desde la montaña de San Francisco se las pueda ver, no están defendidas, por hallarse alejadas y el río abierto, sin poderse defender de noche. La segunda, que dichas murallas no impiden que se descubra a la vista lo de dentro, desde todos los sitios circunvecinos. La tercera, que no tiene defensa de flanco, sino solamente de frente, y el espacio en que deben permanecer los defensores, es decir el lado sur, tiene solamente cuatro pies, a modo de muralla antigua, de modo que es imposible estar en pie combatiendo. La cuarta que, por estar dicha muralla lejos de las casas, separa a la gente, y el espacio que queda en medio se descubre desde los lugares altos, y se necesita mucha gente para su defensa …».
 
La continuidad del Lomo de Santo Domingo (Google Earth)
Y como solución a la fortificación total de la Ciudad, propone en su manuscrito informe a la Corona amurallar el Lomo de Santo Domingo:

«… Así, pues, queriendo buscar remedio a estos dos males, me decidí a rodear la ciudad de murallas (siendo así que es, cosa posible), de manera que el enemigo no pueda entrar por ninguna parte sin hallar resistencia, y que desde las alturas no se pueda descubrir la gente de dentro. Esta defensa se entiende que se hace o por defender la gente, o la ciudad, o, lo que es más común y mejor, la gente y la ciudad al mismo tiempo; Por consiguiente, si podemos defender la gente y la ciudad sin otras fortificaciones en la Montaña de San Francisco, y no ser atacados desde ésta última, mejor será rodear toda la ciudad; porque, al ser la fortificación a manera de círculo, las plazas de los baluartes quedarán cubiertas, y las montañas alejadas, sobre todo la de Santo Domingo y la otra de San Lázaro …».



Cartoteca y fototeca de 1962 (IDE Gran Canaria)
Después del manuscrito informe del ingeniero Leonardo Torriani que se data en 1592, acontecieron dos ataques por mar  a la ciudad. En 1595, una escuadra inglesa con los almirantes Drake y Hawkins al mando atracó en la bahía de Las Isletas e intentó el desembarco para tomar la Ciudad. La brava defensa de los isleños obligó a la retirada de los ingleses.

En 1599 tuvo lugar otro ataque a la Ciudad, inicialmente atribuido a los ingleses, pero eran los holandeses dirigidos por el vicealmirante Pieter van der Does, que tuvo graves consecuencias porque al negarse el pago del exigido “rescate de guerra”, incendiaron y expoliaron todo lo que en la Ciudad encontraron.

No parece que la toma de la Ciudad, tras la huida de los isleños hacia el Monte Lentiscal,  se debiera a la indefensión de la frontera sur, es decir, por el Lomo de Santo Domingo. Lo fue por el elevado número de las tropas holandesas desembarcadas que imposibilitaban cualquier defensa, y que sólo pudieron ser diezmadas con la “guerra de guerrillas” y la carencia de agua potable. 




Cartoteca y Fototeca de 1977 (IDE Gran Canaria)
Al siguiente siglo XVII, en 1678 ya hablan las crónicas históricas de una inacabada muralla en el Lomo de Santo Domingo: "A la parte que mira al Sur, camino a la ciudad de Telde, guarda a esta ciudad real de Las Palmas, una muralla, que se comenzó a fabricar el año de 1656, siendo séptimo presidente de la Real Audiencia y Capitán general del mar y tierra  de las siete islas don Alonso de Ávila y Guzmán, caballero de la orden de Calatrava, la cual tiene de largo 900 varas, hasta dar con el monte o lomo de Santo Domingo; y cuatro de ancho con su puerta hornaveque, tres baluartes, contrafoste y postigo, todo muy fuerte y fabricado con buena disposición y arte, cuya planta y traza dio el capitán don Lope de Mendoza, Ingeniero militar de estas islas por S. M.

Esta muralla se ha quedado casi sin acabar por haber faltado los medios y haberse aplicado los efectos señalados para esta obra á otros reparos mas necesarios, sino es ya lo mas cierto. negligencia de los que gobiernan que tal vez no atienden tanto al servicio del Rey como al provecho de sus comodidades. Acabárase con tres mil cuatrocientos y sesenta reales, según el tanteo que hizo cuando pesó su obra el sobre dicho ingeniero militar, mas de la suerte que se va arruinando con los tiempos, cuando la quieran reparar, ni con cuatro mil ducados de plata lo ha e hacer S.M. que Dios guarde  …». (DE SOSA, J.: Topografía de la isla afortunada Gran Canaria, Cabeza de partido de toda la provincia, Sta. Cruz de Tenerife, 1849).
 
Divisoria del Corral, divisoria al final del Lomo de Santo Domingo y Divisoria de las Cuevas,
vista de norte a sur (Google Earth)
En relación con dicho ingeniero militar y la inacabada obra de la muralla sur, se conoce que «MENDOZA, Lope de.- Se trata de un ingeniero militar al servicio de España. Aparece en el Archipiélago reinando ya Felipe IV y continuó durante el de Carlos II. Lo encontramos actuando en la isla de Gran Canaria en Las Palmas, con anterioridad al año de 1669. Ya encargado de su principal misión, que fue mejorar las defensas de la Ciudad del Guiniguada, sabemos que construyó la muralla que había de cerrar el recinto por la parte del Sur de aquella población, subiendo desde el mar hasta el lomo de Santo Domingo.

La traza de esta obra, que por esos años se iba realizando, tenía una puerta para entrar a la ciudad, y sus baluartes de trecho en trecho. Como fueran transcurriendo los años, sin concluirse aquella construcción, se le pidió a don Lope de Mendoza presupuesto de lo que costaría terminarla. Contestó que según sus cálculos estimaba que subiría a tres mil cuatrocientos y sesenta reales. La obra quedó inconclusa. Cumpliendo órdenes dadas por el Consejo de Guerra se trasladó Mendoza a la plaza de Santa Cruz de Tenerife para visitar las fortificaciones de esta población. (TARQUIS RODRÍGUEZ, P.: “Diccionario de Arquitectos, Alarifes y Canteros que trabajaron en las Islas Canarias (siglo XVII)”, Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 11, 1965).
 
Las tres divisorias del Lomo de Santo Domingo desde la Divisoria de las Cuevas,
vista sur-norte (Google Earth)
Ya en el siglo XIX, se inician las primeras construcciones en el Lomo, bastante aisladas, como nos lo cuenta la investigación de otra fuente bibliográfica:

«Estos espacios de desolado aspecto, de alguna forma suponen una referencia paisajística de la capital grancanaria, como tempranamente lo advierte, ya a finales del siglo XVI, el ingeniero Leonardo Torriani (…) Sin embargo, no será hasta 1873 cuando el Ayuntamiento apruebe las bases, recogidas en siete artículos, que ha de cumplir todo adjudicatario de solares, “obligado a plantar frente a las fachadas de las casas que en ellos se construyan, el número de árboles de sombra que el Ayuntamiento determine a propuesta de la Comisión de Ornato. Este número no podrá bajar en ningún caso, de dos” [En ese mismo Pleno, en aplicación de la normativa recién aprobada, se concede  (…) a D. José Ramos, “un solar para fabricar una casa en el Lomo de Santo Domingo”, obligándose al peticionario “a plantar en el frente de su casa dos árboles por lo menos”, con las condiciones ya formalizadas en dicha sesión].

Esta disposición por parte del municipio a fomentar el arbolado, servirá a un grupo de vecinos, “dueños de unos terrenos que pueden dedicarse al cultivo”, a exponer ante el Ayuntamiento “que el aspecto de esta Ciudad se embellecería más y más, así que las cordilleras que la rodean fuesen reduciéndose al cultivo y poblándose de arbolado: esto mismo ha reconocido antes que nadie la Excma. Corporación y así ha distribuido los terrenos comprendidos en las Lomas de Santo Domingo, San Roque y San Nicolás…”. El destino de esta solicitud era conseguir que, por parte municipal, se facilitara la construcción, emitiendo un informe favorable, de una acequia que permitiera llevar el agua hasta las referidas tierras. Es de destacar que los solicitantes esgriman como argumento a su favor que estas aguas “fertilizarán muchas fanegadas de terrenos hoy improductivos, y aumentará la riqueza de esta Ciudad, al par que mejorará su aspecto y condiciones climatológicas”.

(…) En los tradicionales Riscos, de nuevo la prensa se encarga de denunciar, con el llamativo titular de “¡Qué nos arrancan los árboles!” [Anónimo (1910): “¡Qué nos arrancan los árboles!”, en España , nº 83, 2.07.1910 p. 1], la situación que se vivía: “Esta manía de destrozar lo poco que en arbolado tenemos se está haciendo crónica. En el Risco, también se arrancaron árboles hace algún tiempo por no haber otra cosa que hacer seguramente; se  derriban árboles en las carreteras; se arrancan palmeras en San José y se condenan a muerte los eucaliptus en Santo Domingo” …» (NARANJO RODRÍGUEZ, R.: “Los ‘Riscos’ de Las Palmas de Gran Canaria: de zonas verdes a espacios urbanizados”, XVII Coloquio de Historia Canario-Americana, 2006).

Transición hacia la franja costera de las divisorias
A partir del último cuarto del pasado siglo XX se inicia la construcción de las urbanizaciones y barriadas mencionadas anteriormente, que ahora el propio Plan General de Ordenación considera el criterio de un «Espacio urbano consolidado en laderas de pendiente acentuada con predominio de urbanización residencial en polígono», que de alguna forma recoge  la merecida crítica urbanística de los profesionales independientes:

«La geografía del terreno demuestra el cambio de intereses económicos a lo largo de la historia: las zonas llanas son de mayor interés para el uso agrícola, reservándose las laderas para las edificaciones.  Con la llegada del turismo, cambia el interés y se ocupa para zona residencial y para tráfico la zona llana. Sin embargo las coyunturas pueden cambiar y volver a imponerse las anteriores.

Enfrentamos la construcción familiar o popular al diseño urbano del territorio desde las instancias de la administración. La sabiduría popular fabrica sobre el terreno adaptándose a él y encontrando soluciones que contemplan diversidad de aspectos: aprovechamiento de aguas, preocupación por el paisaje, vías para desplazamientos de personas y vehículos (escalones con grado inclinado para aprovechamiento de huella, relieves que unen escalones para paso de motos y bicicletas), embellecimiento y zona de sombra para la espera del transporte público…

En cambio, la solución que ofrece la administración pública cuando diseña la ocupación del terreno sólo contempla un aspecto (según un modelo cartesiano), que impone el cemento y no tiene inteligencia ecológica  (ejemplo de canalización y alcantarillado de aguas que se llevan hasta el mar, nivelación de terrenos sin adaptación al relieve original, etc.). La administración es burocrática, pero una ciudad no es una simple suma de actos individuales: alguien observa que debería tenerse en cuenta la transversalidad de las actuaciones urbanísticas, que contemplara el derecho a la cultura, la dignidad o las relaciones humanas a la hora de diseñar un enclave urbano …» (forocriticaysociedad-blogspot-com-es, 2014/05).

Localización (IDE Gran Canaria)



jueves, 24 de marzo de 2016

GONZALO, BARRANCO Y LUGAR DE (LAS PALMAS DE GC)

El topónimo del barranco lo localizamos entre Las Canteras del Fondillo y la Playa de Aguadulce, en la costa del naciente entre el barrio de San Cristóbal y la playa de La Laja; el lugar se encuentra al suroeste de la barriada de Pedro Hidalgo.

Vista del lugar, viaducto y Montaña de Riquianez (Google earth)
Tiene su origen en el repartimiento de tierras solicitado por Gonzalo López el 9 de enero de 1544 al Cabildo General que describe «… junto y adelante de mi parral de mi parral entre la tierra de los herederos de Castillo que Dios aya y de los herederos de  Antonio de Mayuelo que Dios aya esta un barranquillo en el cual puede aprovechar quatro o cinco hanegas de tierra el qual es todo de piedra e muy trabajoso de hazer pero porque esta cerca de mi heredad que yo gastare en el dinero para aprovecharlo y esta isla sea ennobleçida y por que algunas personas van por el dicho barranquillo dio que yo hare el camino de buena servidunbre mejor de lo que agora esta …». (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Lugar y barrada de Pedro Hidalgo (Google Earth)
La petición fue respondida «… que se le da el dicho barranquillo sin perjuicio de terçero con las condiciones de las tierras de sequero conforme al pareçer del señor Anton de Serpa regidor. Y a lo del camino que lo vean los señores gobernador y Anton de Serpa e Juan de Çiberio …». La situación de su parral la encontramos en la petición realizada por el regidor Pedro Cabrera de Sosa el 10 de diciembre de 1539 cuando dice «… que en çiertas tierras que el tiene en la Vegeta desta çibda que son desde el parral de Gonçalo Lopez en adelante …» (IBIDEM).

Desembocadura del barranco (Google Earth)
El barranco que discurre aguas abajo por el interfluvio entre la barriada de Pedro Hidalgo al norte y  la Divisoria de las Cuevas al sur, donde se asienta El Salto del Negro septentrional, su cauce llega a alcanzar un ancho de unos 15 metros cuando pasa bajo la carretera Acceso a Pedro Hidalgo (GC-309), alcanzando sus rampas laterales una altura de unos cincuenta metros, para después ser sobrevolado por el viaducto de Montaña Riquianez de la autopista Circunvalación LPGC Potabilizadora – Tamaraceite (GC-003), donde mantiene el ancho del cauce y las rampas ya alcanzan una altura de cien metros. El barranco agua arriba se inicia en la Montaña de Tafira, junto al barrio de El Fondillo, donde es llamado barranco de El Fondillo, y por consiguiente a unos 4 kilómetros aproximados de su desembocadura en línea recta.
 
Rampas laterales del barranco (Google Earth)
Estas precisiones sobre el relieve resultan necesarias para entender que se trata de un barranco, llamado por su tamaño antiguamente “barranquillo” habilitado como camino, ello en gran contraste con un ancho cauce entre fuertes rampas, características físicas que son testimonio de que a lo largo de siglos  soportó un gran caudal de aguas corrientes que erosionó el territorio, circunstancia incomprensible para un barranco de corto recorrido que nace en las vertientes de la  Montaña de Tafira con escaso aporte de aguas pluviales.

La explicación de este singular relieve, nos la aporta el desaparecido profesor y geógrafo Telesforo Bravo quien sostenía que este cauce era parte de la primigenia cuenca del barranco Guiniguada, con un gran caudal por los aportes que en su largo recorrido de setenta y dos kilómetros hasta las cabeceras que alcanzan alturas de 1.850 metros sobre el nivel del mar.
 
Sostenía el profesor que «… La cuenca del Barranco Guiniguada en su tercio inferior presenta anomalías, ya fue obligado a abandonar su primitivo cauce (el Barranco de Gonzalo) cuando tuvo lugar la erupción del Volcán de Tafira que lo taponó. El nuevo recorrido lo desvió hacia actual área urbana de Las Palmas.

También este barranco fue obstruido (aguas arriba) por la erupción (muy reciente y casi histórica) situada entre Monte Lentiscal y Siete Puertas. Los materiales emitidos formaron un “dique” originándose un embalse natural, hasta que una vez relleno de sedimentos, cortó y corrió por sobre una colada de 70 metros de espesor con grandes “peñones” a la deriva en su superficie. En un pozo de investigación de aguas subterráneas, se hallaron maderas y huesos de cabra…». (BRAVO EXPÓSITO, T.: Geografía de Canarias, Sta. Cruz de Tenerife, 1964).


El falso nacimiento en la Montaña de Tafira (Google Earth)
Pero las tierras aguas arriba del barranco de Gonzalo, hasta el actual Fondillo y la Montaña de Tafira  donde se encontraban los mojones del límite del Lentical, eran muy demandadas en los tiempos que se introducía el cultivo de los viñedos. El 10 de octubre de 1549, el gobernador de la isla Rodrigo Manrrique de Acuña acompañado de los regidores Pedro Azedo, Hernando de Herrera y Juan Narvaez para conocer “in situ”  las tierras que para viñas habían sido pedidas «… por debaxo del Lantiscal cabo el barranco seco e el barranco de Gº. …».

«… IIIIº. En este dia el dicho señor gobernador e los dichos señores Regidores llegados a las tierras de cabe el barranco de Gº [barranco de Gonzalo] e cabe la majada que dizen de Enrrique Yanez hizieron quatro suertes que señalaron en el primero barranco antes de llegar a las cuevas que dizen de Enrrique Yanez como van de Tafyra e las señalaron desde los lymites e mojones del Lantiscal para abaxo en unas laderas e hoyas que caen a la parte del Norte e por el lomo que va a las dichas quevas hasta el propio barranquito do están unos cardones que va a dar al dicho barranco prinçipal e del dicho barranquillo arriba la media la derecha arriba hasta dar a unos Riscos que desçienden de las dichas cuevas e al barranco pinçipal e el barranco arriba hasta tornar a dar al limyte e mojon del dicho Lantiscal. E estas quatro suertes se señalaron e  dieron para el señor Hernando de Herrera Regidor e para Françisco Quesada vezino desta isla para viñas en esta manera, para Françisco de Quesada tres suerte e lo que mas oviera al dicho Hernando de Herrer, e luego señalaron otras dos suertes para viñas al señor Juan de Narbaez Regidor que son de la otra parte de estas tierras a la Solana lyndado por el lomo con las dichas tierras de Hernando de Herrera e Françisco de Quesada e con unos acebuches que están e son linde del monte e hasta las quevas que dizen del dicho Enrrique Yanez e aguas vertientes a un basrranquillo que se hazia la dicha solana a la vanda e parte de la solana a la vanda e parte de la solana.
 
Barranco aguas arriba, a la derecha banda norte e izquierda banda sur (Google earth)
IIIº. E luego fueron vistas otra cantidad de tierra que son debaxo de las que se dieron a Hernando de Herrera e Françisco de Quesada e son las tierras que ay en unas laderas e hoyas e todo lo demás que ay desde las dichas tierras que se dieron a los dichos Hernando de Herrera e Françisco de Quesada desde lo alto de las cichas quevas que dizen de Enrrique Yanez el lomo abaxo hasta el cabo de toda la tierra qua ay aguar vertientes al dicho barranco en que dixeron e tantearon serian cantidad de ocho suertes, los dichos señores gobernador e Regidores mandaron que se den e se rrepartan en esta manera: a Juan de Ariniz tres suertes y media e a Pedro Ximenez suerte y media e a Hernando Diaz de Moron otra suerte y media e  Miguel Martin otra suerte e media de tierras como les seran señaladas  e mydidas para viñas [] en cada un [] su [] e las susodichas de a ocho mil braás de car del [roto] e ser dichas [tierras en] la banda e parte del norte.

E luego los dichos señores gobernador e Regidores dixeron que daban e dieron las tierras de suso contenidas a las personas de suso declaradas para que las aprovechen e benfiçien en heredades de viñas e otros arboledos e frutales e las çerquen conforme a las hordenanças desta isla dentro de dos años primeros siguientes so pena que pasado el termino no lo hazyendo asy las ayan perdido con lo que en ellas ovieren labrado o sean e queden conçegiles para las dar a otras quiales quier personas que la aprovechen e que las vyñas que en ellas se pusieren sean baxas e asy lo mandaron …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Localización (IDE Gran Canaria)

viernes, 22 de enero de 2016

SANGRIENTO, PUNTA DEL (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo ribereño situado en la costa noroeste de la península de La Isleta, que hemos de definir dentro del grupo de antro-topónimos guardando relación con la característica abrupta de su suelo desigual que ocasionaba cortes y heridas sangrantes a todo aquel que se atreviera a transitar descalzo por ella.
 
La abrupta costa (Yeray Santana)
Llama la atención que es la única “punta” de La Isleta cuya denominación responde a este grupo de topónimos relacionados con los seres humanos. Todas las demás “puntas” costeras pertenecen a la clase de geo-topónimos, y en particular relacionados con la morfología del territorio. Siguiendo la dirección de las agujas de un reloj, de naciente a norte, encontramos las siguientes: Flaca, Gorda, del Confital, de los Acantilados, y de la Agujilla, el extremo más septentrional de la península.

Ortofoto de Alta Resolución (IDE Gran Canaria)
Desde el principio que los topónimos son en sí mismo un sistema de información, esta particularidad del topónimo de Punta del Sangriento, distinto de los formatos normalmente utilizados por los lugareños, nos trasmite la veracidad en cuanto al abrupto suelo y a la peligrosidad que entraña su andadura por el mismo.

Con respecto a las restantes “puntas” de La Isleta, decir que no se cataloga ninguna en la costa de poniente, si bien la llamada en la actualidad La Punta, al norte de la Baja del Palo donde nace el nuevo muelle de atraque en el Puerto de La Luz, situada entre El Nido y la desaparecida Playa del Cebadal, era conocida como Los Pollos, nombre que obedecía a la localización de las crías de gaviotas y otras aves marinas por ser el lugar donde anidaban.
 
Los Pollos (Cartoteca 1977 IDE Gran Canaria)
Todo el suelo de la Punta del Sangriento es lávico, de origen volcánico, y en la corta distancia que la separa de la Punta de Los Acantilados, encontramos aquello que algunos llaman popularmente “Los Órganos de La Isleta” (topónimo no catalogado por el Instituto Geográfico Nacional), porque su relieve tiene  las mismas formas en mucha menor dimensión que Los Órganos localizados en la costa noroeste de la isla de La Gomera, ocupando éstos últimos una extensión aproximada de unos doscientos metros y sus columnas prismáticas alcanzan hasta los ochenta.

Los apodados "Los Órganos de La Isleta" (Tomás Ortega - CGC)

Las Punta de los Acantilados y Punta del Sangriento se encuentran entre Los Albarderos, al norte, y, La Estancia y el Charco de los Pescaditos, al sur. Al poniente de estas puntas encontramos las antiguas Lomas Coloradas, hoy bajo el topónimo de El Colorado, y la Montaña Pelada, y algo más al noroeste la Montaña del Faro, dos de los dieciséis conos volcánicos de las distintas fases eruptivas que dieron lugar a la península de La Isleta, la última hace unos 36.000 años según los expertos.  

La teoría que sustenta estas formas prismáticas en las rocas es que la viscosidad de las lavas dificultó su ascenso por el tubo volcánico y su posterior expansión, dando lugar a formas achatadas llamadas “cúmulo-domos” por los vulcanólogos. Con el paso de los siglos, la erosión desprendió la capa más frágil que las recubría y aparecieron los pitones o roques. A continuación, la erosión marina puso al descubierto su interior de disyunción columnar geológica, un tipo de “diaclasados” debido a la rotura de la roca basáltica durante el proceso de enfriamiento en opinión de los vulcanólogos.
 
Disyunciones columnares (conocelaisleta-com)

Como ya se ha dicho, no son de la grandiosidad de las localizadas en La Gomera, son algo así como su miniatura, pero en cualquier caso aportan una gran belleza al paisaje natural y conforman por sí mismas, en unión de los restantes elementos volcánicos de La Isleta y sus distintas formas con chimeneas volcánicas, cilíndricas y lineales llamadas “diques”, conos de picón y malpaíses de lava, además de la contemplación de la alineación de los muchos conos volcánicos de distintas edades, todo ello en la proximidad de la Ciudad, el mejor espacio y aula natural para llegar a conocer algo más sobre el nacimiento geológico de las islas.

Localización (IDE Gran Canaria)

lunes, 28 de diciembre de 2015

CENICIENTO, ROQUE (LAS PALMAS DE GC)

Al contrario de los otros roques que tratamos en este blog, que responden al canarismo recogido por la Academia Canaria de la Lengua como «1. m. Elevación rocosa y muy escarpada; peñón» o «2. m. Escollo elevado», localizados por lo general en las Cumbres del interior de la isla, el ROQUE CENICIENTO responde a la tercera acepción que recoge el mismo diccionario de canarismos « 3. m. Islote rocoso, alto y escarpado», estando por tanto rodeado por el mar a escasa distancia de la ribera marina.
 
Panorámica (conocelaisleta-wordpress-com) 
Se encuentra situado al norte de la península de La Isleta, al nordeste de la Montaña del Faro, entre las ensenadas de La Hondura y Los Chirlos, definiendo la frontera entre el suelo urbanizable al naciente y el suelo protegido por sus valores naturales y culturales que ocupa la mayor parte del territorio de La Isleta. 
El cromo-topónimo (conocelaisleta-wordpress-com)
ROQUE CENICIENTO es un cromo-topónimo, dado que el origen de su nombre responde al adjetivo que el DRAE define como «Ceniciento.- Dicho de un color: Gris claro semejante al de la ceniza», color que se distingue de los colores ocres dominantes de la ribera marina próxima.

Ordenación del suelo (conocelaisleta-wordpress-com)
Igual nombre reciben por proximidad al roque la playa inmediata y la cantera de la que se extrajo piedra en el pasado siglo con destino a la ampliación del Puerto de La Luz, si bien esta última responde toponímicamente a “El Cascarrial”.

Perspectiva desde la ribera marina (conocelaisleta-wordpress-com)
La degradación paisajística que esta explotación minera  produjo en la franja litoral entre la península del Nido y el ROQUE CENICIENTO, obligó a la redacción y ejecución de un proyecto de acondicionamiento ambiental del borde litoral, que no ha mitigado el daño paisajístico sufrido.
 
El cantil de la cantera (Canarias7)
El corte vertical o cantil producido por la extracción de piedra, de más de setenta metros de altura, ha dejado al descubierto el misterio del origen geológico de La Isleta, en opinión de los expertos, de gran interés didáctico, con lavas tipo “lisas” y “malpaís” en el nivel más bajo, procedentes de un vulcanismo “estromboliano” de los se encuentran en La Isleta, sobre el que se es visible una capa de un depósito marino por la emersión de la franja costera, sobre el que descansan flujos lávicos y “piroclastos” (roca ígnea volcánica) allí caídos tras alguna explosión volcánica. Por este interés didáctico del cantil los geólogos han recomendado la construcción de un centro de interpretación de los volcanes de La Isleta.

Huellas de naufragios (Eduardo Grandio)
Más huellas de naufragios (Eduardo Grandio)
Situado en una zona abierta al norte, está casi de forma permanente expuesto a los fuertes embates de las olas y el viento, la mayor relevancia del Roque radica en la belleza natural paisajística de esa gran roca de distinto color al dominante del entorno defendiéndose de los embates del mar, que han dejado en el lugar las huellas de los hundimientos de las embarcaciones que hasta allí fueron empujadas a la deriva.
 
Cueva-bufadero (Eduardo Grandio)
No acaban en su color las particularidades que distingue a este roque, pues es el interés del fondo marino por los pecios allí existentes, lo que ejerce un fuerte foco de atracción entre los expertos y profesionales submarinistas, quienes realizan inmersiones en el lugar sólo cuando las condiciones del mar lo permiten para contemplar la belleza que se esconde sobre los doce metros de profundidad, donde se localizan y combinan los bonitos pecios con multitud de restos de maquinaria marina y la belleza natural de una cueva formada por tres tubos volcánicos y un “bufadero”, además de la contemplación de la flora y fauna marina abundante en el lugar. 

Localización (IDE Gran Canaria)

lunes, 12 de octubre de 2015

BLANCO, LOMO (LAS PALMAS DE GC)

Actualización 5-may-2016
Al igual que los otros existentes en la isla, se trata de un cromo-topónimo que hace referencia al color blanco que domina el suelo de su territorio, debido a la “tosca caliza” que aflora a la superficie. Los geógrafos sostienen que su formación fue debida a las pequeñas cantidades de agua en circulación, generando soluciones de bicarbonato cálcico, derivados de los silicatos cálcicos en las rocas.
 
Casas en Lomo Blanco en 1987 (Jaime O'Shanahan - MDC)
No parece que en el lugar hayan existido caleras para su extracción y posterior quema en hornos para su uso en la construcción, elemento que fue siempre tan necesario en la isla que en tiempos tuvo que traerse en barcos desde Fuerteventura.
 
Desconocemos si esa ausencia de aprovechamiento de la piedra caliza del lugar tiempos atrás, fue debido a la pobre calidad de la misma a tales fines, o guarda relación con la prohibición que se estableció por las Ordenanzas de 1531, que desaconsejaron la construcción de hornos en las inmediaciones del barranco de Guiniguada al prohibirse la extracción de leña a tal menester sus márgenes.

(Fedac)
«Otrosí que la persona o personas que hizieren cal cerca del barranco desta cibdad no corten saoz alguno del dicho barranco para quemar en los hornos del dicho barranco so pena de dozientos maravedís por cada vez que se hallare que cortan los tales sauzes sin lizencia en tal manera que si cortaren pie ayan la dicha pena de docientos maravedís e sy fuere rama paguen la mytad» (MORALES PADRÓN, F.: Ordenanzas del Concejo de Gran Canaria (1531), Las Palmas G.C., 1974).

Sí tenemos documentada una clara referencia a la existencia de una calera en sus inmediaciones, en el repartimiento de tierras solicitado por Tomas de Ariniz y Pedro de Mendoça, hijos del escribano mayor del Cabildo General Juan de Ariniz [Ariñez], cuando el 31 de octubre de 1549 dicen:

(Fedac)
«… que debazo de las tierras que se rrepartieron en el [roto] Tafira fuera de las tierras que están sercadas esta [roto] tierras que podrá aver quinze hanegadas poco mas o menos que hasta agora no an sydo aprobechadas de persona alguna que son y alindan con un camino que baxa de Tafira a la Calera que esta ensyma de los molinos de Hernan Moro y va por el dicho lomo y camino un paredón de tienpo de los canarios y el dicho paredón abaxo hasta debaxo de un tabaybalejo de tababas duces que esta somante al barranco de esta çibdad y por ençima alinda con un sercado del dicho nuestro padre que obo plantado de cañas el liçenciado de la Coba y del otro lado linda con un barranquillo que desagua de la dicha Tafira a tierras de Anton de Serpa Regidor …».

La Provincia 07-09-1967
No nos ofrece duda alguna que el camino que menciona “de Tafira a la Calera” es el antiguo camino Real, mencionado por el Boletín Oficial de Canarias de febrero y marzo de 1865, en la jurisdicción municipal de Las Palmas, como camino de 3ª categoría denominado de "Los Molinos" que partiendo del centro de la Ciudad «Llega hasta el punto que denominan Verdejo», lugar en el que debieron estar también los referidos “molinos de Hernan Moro”, tal como hemos reseñado en Lomo de Verdejo en este Blog. Y el “paredón de tienpo de los canarios” es la referencia habitual en los repartimientos a caserones aborígenes prehispánicos.

Si bien hay noticias de la existencia de conjuntos de antiguas casas-cuevas, en la primera mitad del siglo XX se tiene información gráfica de los aprovechamientos pastoriles que allí se daba. La zona tiene su origen poblacional definitivo con un mayor asentamiento en la parcelación de suelo en torno a la antigua carretera que partiendo del núcleo histórico de la capital se introducía en el interior de la isla, pasando por Tafira Baja.

Diario de Las Palmas
15-09-1967
De esta manera se originaron los barrios de Lomo Blanco y Lomo Verdejo, en lo que fue extrarradio y hoy es periferia. Como muchos otros barrios de la ciudad, la zona tuvo un gran desarrollo demográfico en 1967. Es en esta época cuando se inicia en Lomo Blanco las viviendas de promoción privada del “Patronato San José Artesano”, constituido diez o doce años antes por miembros de la “Acción Católica” con la finalidad de facilitar la adquisición de viviendas sociales, unas mil en los tres primeros años, construyendo un conjunto homogéneo de bloques en altura. Se sitúa en un “lomo” o pequeña colina entre barrancos,  alejado del núcleo urbano de la ciudad, a los largo de la antigua y serpenteante Carretera del Centro Centro (GC 112 Enlace Lomo Blanco y Zurbarán), que hoy ha perdido entidad debido a la construcción de otras de nuevo trazado.

Ambos barrios están articulados por la antigua carretera, y forman hoy en día un continuo urbano que está separado del resto de la ciudad.

Panorámica
La zona de Lomo Verdejo, en el extremo más oriental del barrio, tiene el mismo origen y morfología la zona de Lomo Blanco, si bien se distingue de esta última por haberse parcelado y destinado a la auto-construcción de viviendas unifamiliares de planta alta, algunas de las cuales crecieron en altura para resolver la necesidad de vivienda de los hijos descendientes.
 
Bloques de viviendas

Para la historia de este barrio quedará la capacidad inventiva de los rectores del Patronato para obtener financiación que permitiera la construcción de las viviendas para no repetir sobre las modestas economías de los miembros compradores.

Primera Piedra
Desde las conocidas como “Tómbolas para las viviendas”, pasando por las colectas voluntarias que públicamente se realizaban, hasta la obtención del primer crédito oficial de 150 millones de pesetas, se requirió primero alcanzar el reconocimiento oficial del interés social y no lucrativo del Patronato, y así obtener la exención de impuestos y arbitrios para el mismo en el cumplimiento de sus fines, que tuvo su paso del ecuador con la colocación de la primera piedra el domingo 2 de febrero de 1969 por el Obispo Infantes Florido.

Localización (Recursos Naturales de Gran Canaria)