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jueves, 18 de abril de 2013

MACHOSIDRO (INGENIO)

Topónimo con el que se conoce un antiguo espacio rural al norte de La Pastrana y en las afueras del casco urbano de Ingenio, que se recuerda con la rotulación de un pequeño callejón.

El origen del topónimo está en la contracción de los términos "macho" y "cidro", vinculados ambos a los cultivos de la tierra.

Vista (Google earth)

En las islas se conoce también por "macho" al «surco por el que corre el agua en un campo de riego»; una ampliación del término a "macho de riego" se le llama al «surco por donde se conduce el agua a las eras en las hortalizas, surcos, etc»; por último, se cita igualmente y de forma más concreta y aplicable al lugar del que hablamos la «Zanja sembrada de parras en el extremo de una finca» (CORRALES ZUMBADO, C. Y CORBELLA DÍAZ, D.: Diccionario Histórico del Español de Canarias, Madrid, 2001).
Cidra (freshplaza-es)


Del cidro (Del lat. citrus) nos dice el DRAE: «Árbol de la familia de las Rutáceas, con tronco liso y ramoso de unos cinco metros de altura, hojas permanentes, duras y agudas, verdes y lustrosas por encima, rojizas por el envés, y flores encarnadas olorosas.

Su fruto es la cidra», y de su fruto la cidra nos dice la misma fuente: « Fruto del cidro, semejante al limón, y comúnmente mayor, oblongo y algunas veces esférico. La corteza es gorda, carnosa y sembrada de vejiguillas muy espesas, llenas de aceite volátil, de olor muy desagradable, y el centro, pequeño y agrio. Se usa en medicina ».


Algunas fuentes sostienen que de un injerto de cidro y lima pudo surgir el apreciado limón, que también se introdujo en la isla para su cultivo.

« El primer cítrico que se introdujo en Europa fue el cidro, una especie que hoy carece de relevancia, que ya se cultivaba en China y el sur de la India cuando en el 310 aC las huestes de Alejandro Magno pululaban por aquellas tierras.

Las limas, por su parte, salieron desde el este de la India y desde allí se expandieron por el Mar de Omán. Mientras el origen de los limones, aún incierto, podría deberse a un híbrido entre la lima y el cidro ("Cítricos", Revista Distribución y Consumo, nº 70,  2010).
Vista y rótulo (Google earth)

El cidro es más conocido en Canarias como "cidrero", consecuencia del uso que en las islas se da al sufijo "-ero" cuando corrientemente llamamos naranjero, manzanero y castañero, al naranjo, manzano y castaño, entre otros (CORRALES ZUMBADO, C. Y CORBELLA DÍAZ, D.: Diccionario Histórico del Español de Canarias, Madrid, 2001).

Distintos son los documentos en los que aparece la mención del topónimo antes de la contracción de los dos términos“ , reproduciendo la venta de un cercado el 8 de Marzo de 1588:
Pozo (Fedac)

«Pedro Álvarez, v.º de la villa, vende a Juan de Sosa, v.º de la villa, un pedazo de tierra cercado que se nombra El Cidro, que fue parral, que será como media suerte de tierra, que linda con la tierra que se dice Los Surjanos, del vendedor, por un lado, por la parte de arriba con tierra que se nombra Los Barranquillos, también del vendedor, y por abajo el callejón que pasa por entre la dicha tierra y el parral de Pedro de Caseres, la cual tierra está cercada y tiene tres o cuatro higueras, por precio de 40 dbs. que ha recibido en un buey de arada llamado Criado, en 12 dbs., un novillo llamado Acetuno, cerrero, en 8 dbs., y una borrica de dos años, en 4 dbs.; estos animales los recibió en 1582, momento en que hicieron la venta, pero luego la anularon porque el comprador dejó la tierra al vendedor y no quería pagar el resto, que  eran 16 dbs., pero ahora se las ha pagado»  (SÁNCHEZ VALERÓN, R. Y MARTÍN SANTIAGO, F.E.: Génesis y desarrollo de Ingenio durante el siglo XVI, ed. digital, 2003). 
Tierras de cultivos (Google earth)
Hay un topónimo similar a éste conocido como "Machoborrón", situado al poniente de Fataga (San Bartolomé de Tirajana), que presumiblemente es también una contracción de "macho" y "borrón", en la actualidad tierras no cultivadas discurriendo por sus proximidades una canalización de aguas.

Del término "borrón" hay una acepción, etimológicamente del latín burāre 'quemar', que según el DRAE tiene el significado de «hormiguero (montón de hierbas inútiles)», que acudiendo a su entrada agraria tiene el siguiente significado «Cada uno de los montones de hierbas inútiles o dañinas cubiertos con tierra, que se hacen en diferentes puntos del barbecho para pegarles fuego y beneficiar la heredad», de donde se entienden que son concordantes.

Localización (IDE Gran Canaria)

viernes, 8 de marzo de 2013

BUJO, EL (INGENIO)

Actualización: 22-abr-2016
Topónimo con el que se conoce un espacio rústico al sur del barranco del Draguillo y al noroeste de la Aguatona que actualmente conocemos, si bien estaría dentro del territorio conocido en la antigüedad como Valle de Aguatona.

Flor de buj (enelultimorincon-blogspot)

Dice el DRAE que el término "bujo", etimológicamente del latín 'buxus', es un término poco usado en Burgos para denominar al "Boj". De este último término que procede etimológicamente del catalán y aragonés "boix", y este a su vez al igual que el burgalés del latín 'buxus'.


Se trata de un «Arbusto de la familia de las Buxáceas, de unos cuatro metros de altura, con tallos derechos, muy ramosos, hojas persistentes, opuestas, elípticas, duras y lustrosas, flores pequeñas, blanquecinas, de mal olor, en hacecillos axilares, y madera amarilla, sumamente dura y compacta, muy apreciada para el grabado, obras de tornería y otros usos. La planta se emplea como adorno en los jardines». Igual nombre recibe su madera, siendo una de las pocas que no flota debido a su densidad.

Buj (enelultimorincon-blogspot)

Está documentada la existencia de ejemplares en Canarias en el siglo XVIII: «El barón Jean Baptiste Geneviève Marcellin Bory de Saint-Vincent (1778-1846), militar, geógrafo, naturalista, historiador y explorador francés, tuvo una larga y fructífera estancia en las islas, publicando a su vuelta a Paris en 1803 la obra Essais sur les isles Fortunées et l’antique Atlantide, ou Précis de l’histoire générale de l’archipel des Canaries, en la que recoge, entre otros aspectos, un extenso catálogo de plantas presentes en Canarias, criptógamas y fanerógamas. Entre las especies ornamentales cita el ciprés común, el boj (Buxus sempervirens), el algarrobo, el clavel (Dianthus caryophyllus), el tojo (Ulex europaeus), el tartaguero (Ricinus communis), el romero, el aromo, la morera, el moral, el mirto, el granado, el almendro, el álamo blanco, la capuchina o marañuela, la palmera datilera o la caña común » (GARCÍA GALLO, A. Y MARTÍN RODRÍGUEZ, V.: " Las plantas ornamentales en la historia natural de Canarias", Rincones del Atlántico, nº 6/7, 2009).

Espiches para cerrar vías de agua en marinería

No obstante esta noticia, no creemos que el origen del topónimo se deba a la localización de este arbusto en este lugar. Si pudiera serlo algún elemento construido con su densa y fuerte madera, como lo pudiera ser un "bujón", que por pérdida de la "ene" final diera nombre al lugar.


Del término "Bujón" se dice (CORRALES ZUMBADO, C. Y CORBELLA DÍAZ, D.: Diccionario Histórico del Español de Canarias, Madrid, 2001) que es un "Espiche", que lo toma según manifiesta «El DEA* lo define como "Espiche grande" , dentro del léxico marinero..» [(*) DEA = SECO, M., ANDRÉS, O. Y RAMOS, G.: Diccionario del español actual, Madrid, 1999]. El término "Espiche" lo incluye el DRAE del que dice: «Estaca pequeña que sirve para cerrar un agujero, como las que se colocan en las cubas para que no salga el líquido o en los botes para que no se aneguen».

Piezas de un antiguo bujón o espiche (mercadolibre-com)
Dejando a un lado su utilización para taponar vías de agua en las embarcaciones de madera, y centrándonos en su utilización en las cubas para que no salga el líquido, nos acercamos definitivamente a los más antiguos y arcaicos "grifos" que el hombre construyó, que no dudamos los construyeran con la madera de Boj o Bujón dada su gran densidad, realizado en dos piezas: una en forma de "espiche", con agujero a todo su largo, y la otra que atravesaba la anterior en posición vertical, que se había agujerado transversalmente, de forma tal que cuando giraba podía interrumpir el paso del líquido por la primera, o lo permitía al coincidir sus agujeros.

Antiguo bujón o espiche montado (mercadolibre-com)

Este antiguo grifo no debió ser utilizado exclusivamente para toneles y otro tipo de continentes de madera. Es sabido que en este lugar existe un aljibe de recogida de aguas pluviales y de uso comunal, que probablemente dispuso de un buen bujón que permitía la salida del agua. En el año 2008 se realizaron obras de restauración de distintos aljibes en Ingenio. Eran depósitos subterráneos, cubiertos por bóvedas o arcos de piedra seca. 

Restauración del aljibe (La Provincia)

Como no difiere en mayor medida de una isla a otra, veamos lo que se cuenta de los aljibes de El Hierro: «... el sistema más habitual de captación de las aguas pluviales, tanto en los hogares como el campo, será la recogida de agua en aljibes, que en un primer momento se fabricarán de madera o de piedra (de archetes) , para finalmente pasar a realizarse de hormigón y cal a partir del siglo XIX. Esta última forma es popularmente conocida como ‘aljibes’, denominación que se atribuye a los depósitos mayores, mientras que tanques o tanquillas se llamará a los depósitos menores» (MARTÍN FERNÁNDEZ, C.S.: "Tecnología y sociedad en el abastecimiento tradicional de agua en la isla de El Hierro", Anuario Vegueta ULPGC, nº 10, 2008).

Hemos de considerar igualmente otra posibilidad en cuanto al origen del topónimo El Bujo, nombre con el que también es conocido en determinados lugares de la Península Ibérica unas colmenas construidas con barro.

«Hay un tipo de colmenas, poco extendidas en el espacio, que solía hacerse de obra de albañilería, con paredes gruesas. Estos colmenares, que se han construido con adobe, ladrillo, incluso, con bloques de piedra, son los llamados armarios y hornos. Estas construcciones, de forma cúbica o abovedada, contenían varias colmenas en su interior, cada una con su correspondiente salida al exterior (la piquera) para que las abejas pudieran salir al campo. Este tipo de colmenas tenía algunas ventajas, como su duración en el tiempo y ser más limpias.

Hornillos o bujos (conoce tucomarca-com)
Sin embargo, en contraposición, presentaba graves inconvenientes, como, de una parte, no poder combatir las temperaturas extremas, sobre todo el frío (aunque en algunas zonas de Cantabria, Burgos y Álava para aliviar el frío se ideó construir estas colmenas de obra en el edificio de la casa; para ello se labraban en la piedra del muro exterior unas cavidades que albergaban los panales de las abejas. Estos huecos reciben el nombre de hornillera y la colmena propiamente dicha se llama hornillo o bujo) y, de otra parte, su emplazamiento fijo, a diferencia de las hechas con materias vegetales, especialmente las de cajones de madera, que, por su ligereza, podían desplazarse según la estación y la mayor o menor abundancia de pastos o plantas melíferas para que las abejas pudieran alimentarse mejor… (TORRES MONTES, F.: “De los nombres de la casa de las abejas”, Actas del XXXVII Simposio Internacional de la Sociedad Española de Lingüística (SEL), Pamplona, 2008, pp. 837-845).

Entendemos que esta posibilidad es remota, de una parte porque desconocemos la existencias a abejeras o colmenas próximas a este lugar. Pero de otra parte, porque sostenemos la tesis de que los topónimos "Hornillos" se deben a estas colmenas de ladrillos y adobes, nombre que los castellanos dieron a las cuevas de habitación de los canarios construidas en altos escarpes con andenes, cuyos accesos cerraban con adobes o almagres. No encontramos lógica para que no se cumpla en este caso de El Bujo esta antigua costumbre identificativa, al margen de que puedan haber cuevas horadas en alturas.
  
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

martes, 15 de enero de 2013

ALGODONES, LOS (INGENIO)

Topónimo con el que se conoce un lugar situado al norte del casco de Ingenio, muy cerca de La Megía, entre El Pastel y el Lomo Arenas. En cuanto al origen del topónimo podría estimarse que se deba a la antigua presencia en el lugar del popularmente llamado "algodonero" (Gossypium herbaceum) « es una planta originaria del sur de África e introducida en Canarias para su cultivo y la obtención de algodón, aunque a veces puede encontrase de forma semisilvestre. Dentro de Malvaceae, se caracteriza por ser un arbusto de hasta 1,7 m, con flores que poseen un epicáliz de tres piezas libres, con 5-13 dientes cerca del ápice y más anchas que largas y pétalos de color amarillo. Las semillas están revestidas de pelos mucho más largos que ellas (algodón) » (FLORADECANARIAS-COM).

Vista (Google earth)

No obstante, las referencias documentales del topónimo pueden ser anteriores a los teóricos conocimientos de los exploradores castellanos y lusitanos sobre las tierras meridionales africanas, allí donde según la anterior ficha científica pudieron conocer de esta planta conocida por "algodonero" (Gossypium herbaceum) para su traída a Canarias, dado que el descubrimiento del estrecho de Magallanes tuvo lugar en 1522.


Flor del Algodonero (floradecanarias-com)
Es por tanto difícil que en el transcurso de unos escasos diecisiete años, cuando el 2 de agosto de 1538 Francisco Sánchez de los Palacios al solicitar al Cabildo la data de tierras describiera:

«... tres pedaços de tierra de sequero para Remudas de mis aguas que son en la Vega de Aguatona y en que puede aver hasta quarenta hanegas de senbradura poco mas o menos que lindan el de un pedaço con el barranco de Aguatona y con el Albarrada que esta de luengo del camino que va para el yngenio de la dicha Vega y por parte de (dentro) del cercado linda con una casaron de Rocado que esta junto de una tierra que planto Alonso Nuñez y tomando de luengo hasta un Alberconsillo que esta en un vallejuelo y de luengo del dicho albercon hasta otro valle que dizen de los Algodones e los otros dos pedaços son entre mesas de las açequias prinçipales del heredamiento de la dicha vega de Aguatona linderos el albarrada que esta par de las casas de purgo del dicho yngenio e la otra parte un barranquillo que suben a unas tierras que dizen de los lomos e en medio de esta dicha tierra lindan por anbas partes con tierras de los hijos y herederos de Diego de Leon las quales yo las tengo y poseo de mas tienpo de nueve años a esta parte ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).


He destacado en negrita determinadas pistas que nos permiten descubrir de una parte, que el solicitante de la data conoce de estas tierras antes de 1529 según afirma, y nos sitúa al lugar que llaman de Los Algodones en un territorio donde lo más destacado es la presencia de agua en superficie, tanto en barrancos y barranquillos como en albercones y acequias que hemos de verlos tal cual lo eran a principios del siglo XVI, es decir, sin argamasas y eran simples construcciones construidas en el lugar con barro y piedra.


Parece desprenderse por tanto que el origen del topónimo no lo fue por la presencia de "algodoneros", pues todavía en esas fechas presumiblemente no eran conocidos en la isla a la que fueron traídos. La mención que se hace de un "casaron" y otras referencias documentales del lugar a las "acequias de los canarios" nos acerca a las construcciones prehistóricas anteriores a la Conquista.


Semilla del Algodonero (floradecanarias-com)

«... En una aportación reciente Morales Padrón (1978) comenta la falta de información, por parte de los cronistas, acerca de actividades terapéuticas, por lo que apenas tenemos datos de ciencia médica, si bien se deduce la posesión de ciertos conocimientos quirúrgicos evidenciados por la práctica de la momificación. En concreto, cita la descripción de Abreu respecto a "la curación de heridas mediante juncos machacados (especie de algodón) que impregnaban de manteca de cabra muy caliente y bien rancia para introducir en las lesiones y untar el exterior". Morales Padrón (1978) se basa en las fuentes antiguas "'Le Canarien", Crónicas o Relaciones de la conquista de Gran Canaria, los cronistas americanos, Abreu Galindo y Torriani (1959) ...». (PÉREZ, P. Y VIEJO FERNÁNDEZ, L.: "Deducciones de índole paleoterapéutica en el estudio de huesos largos fracturados de aborígenes canarios", DYNAMIS Acta Hispánica ad Medicinae Scientiammgtie Historiam Illustrandam,  Vol. 7-8, 1987-88).


Pudiera por tanto estimarse la teoría que en un lugar con abundancia de agua, es habitual en la isla la presencia de abundantes colonias de juncos (Juncus acutus), con los cuales los aborígenes canarios confeccionaban esa especie de algodón utilizando la propia expresión del cronista que se esconde bajo el pseudónimo de Fray Juan Abreu y Galindo (Historia de la conquista de las siete islas de Canaria, Sta. Cruz de Tenerife, 1977) cuyo manuscrito narra hechos y noticias anteriores a 1592 según los expertos. Es más probable por tanto que sea este el origen de este antiguo topónimo. Ha de considerarse igualmente la proximidad de los yacimientos del barranco de Guayadeque en cuyas cuevas se han encontrado muchas de las momias depositadas en el Museo Canario.

«... Los fardos funerarios, o envolturas en piel de las momias, están hechos con cueros de cápridos y óvidos, perfectamente tratados y cosidos con gran esmero. Estas pieles, con que se amortaja al cadáver, en algunos casos, se pueden elevar hasta 15 sudarios superpuestos (número probablemente en relación con la categoría social del personaje). Suelen a su vez atarse en sentido transversal con cuerdas o correas de cuero, formando un paquete totalmente cerrado, que guarda dentro de sí el cadáver momificado.
Individuo juvenil de sexo femenino con envoltura funeraria (Museo Canario)
Las costuras de cierre no tienen ningún orden preestablecido, y pueden ser tanto longitudinales como transversales. En el interior puede ir, además de las pieles, un sudario o esterilla de fibra vegetal. El cadáver, por lo común, está en posición decúbito supino y suele apoyar su cabeza sobre el lado derecho. Los brazos extendidos lateralmente a lo largo del cuerpo. En algunos fardos se aprecian marcas parciales de fuego y exudaciones de carácter resinoso. En otros casos, hay restos de cabellera con tonos rubios y castaños.

La momificación, en general deficiente, conserva tan sólo algunas zonas con piel, particularmente en las extremidades. No faltan los ejemplos con tablón funerario, sobre el que descansa la momia ...»
(MARTIN DE GUZMÁN, C.: Las culturas prehistóricas de Gran Canaria, Madrid, 1984).


Al margen del origen del topónimo otras noticias del lugar son de siglos después,  el topónimo está consolidado y es mencionado en distintos documentos públicos, como cuando el 8 de noviembre de 1848 el Estado vende a Francisco González Sánchez un trozo de tierra de 4 celemines y 3 cuartillos, y el 3 de enero de 1850 a Fortunato de la Cueva 2 fanegadas y 3 celemines, tierras que se había adjudicado y subastó por deudas de "Tercios" que tuvieron sus propietarios Bartolomé Dávila y Diego Bordón (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).


« Las tercias reales constituían la participación de la fiscalidad regia en el producto de los tributos en especie (diezmos) recaudados por la Iglesia. Fueron otorgadas a la Corona con carácter perpetuo por el Papa Alejandro VI en 1494 y suponían los dos noveno del diezmo. » (OJEDA CABRERA, M.P.: "Los pagos de las Tercias Reales de Canarias a la Real Hacienda en el siglo XVII", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 56, 2010).



Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

viernes, 21 de septiembre de 2012

VALLE, EL (INGENIO)

Topónimo con el que se conoce el lugar al norte del casco de la capital municipal, entre Lomo Arenas y Machosidro. Tiene su origen en las tierras pertenecientes al Fiscal de la Inquisición Juan Fullana a finales del siglo XV.

Vista (Google earth)
La primera referencia documental la tenemos en la solicitud de data que hace Juan de Ávila al  Cabildo  el 7 de octubre de 1552 cuando pide:

«...un pedaço de tierras montuosas que son en la Vega de Aguatona que podra aver ochenta hanegadas de tierras en todo montuoso e desmontado que a por linderos tierras de Sancho Martin de Caliz de la  una parte e tierras de Diego Diaz e tierras del valle del Fiscal e a la cabeçada de arriba con tierras de Diego Diaz e con la açyquia alta del yngenio e con tierras que son del fiscal que se dize los majanos e por la otra parte  con tierras del dean que se dizen las tress quartas er los majanos e tierras de Pastel que son del dean e tierras que dizen  la Mexia que son del dean e tierras de Diego Xara e el fiscal e tierras de Alonso de Matos el moço que dizen la hoya de Alonso de Matos e con un barranco abaxo que se dize agora Marfuy que va a dar en unas quevas que estan en el dicho barranco e por la vanda de abaxo montaña e con tierras de los herederos de Gonçalo Baez de las quales dichas tierras yo el dicho Juan de Avila tengo por myas mucha parte dellas e por que son las demas que yo pido montuosas e desmontadas por mi el dicho Juan de Avila ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Se han reproducido íntegramente los linderos de las amplias tierras de Juan de Ávila, pues en su amplitud aporta muchos topónimos aún existentes en Ingenio de mucho interés, como lo son, siguiendo el orden de la mención, Sánchez Martín, El Pastel, el Dean, la Mexia, Marfuy, sin olvida el propio antro-topónimo de Ávila. Perteneciendo Ingenio a la jurisdicción del antiguo Señorío de Agüimes, donde se dieron datas eclesiásticas y no todas fueron confirmadas por el Cabildo.

Cantonera (Fedac)
Pocos años después el Valle del Fiscal ya en 1572, es el Valle de los herederos del Bachiller Fullana, Fiscal del Santo Oficio, y en los documentos siguen apareciendo más topónimos como Las Leonas al norte y la Cuesta de Caballero al sur. En esos tiempos los bienes del fiscal heredados por sus hijos siguen estando indivisos,y ambos comparecen en los distintos contratos de arrendamiento. Así Gaspar y Baltasar arriendan media suerte de agua a Gaspar Afonso «… que les pertenece como herederos del Bachiller Fullana y Bárbola Gritón…».

El bachiller y licenciado Juan Fullana López de Quijada era hijo de María López Quixada, natural de la «collación» de Santa Marina en Córdoba. En primeras nupcias casa con María Cárdenes y, de esta unión, nace un solo hijo llamado Antón Fullana. De su segundo matrimonio en Tenerife con la mencionada Bárbola Grimón, nacerían ocho hijos: Juan, Gaspar, Baltasar, Alonso, Diego, Ana y Esperanza Quixada, y Jorge Grimón.

Aljibe (Fedac)
De Tenerife se traslada a Gran Canaria donde actúa como Fiscal del Santo Oficio de la Inquisición y como letrado de la Audiencia. Su puesto como oficial de la Inquisición en Canarias lo obtiene sobre el año 1529 sustituyendo en el cargo al bachiller Martín Nava de Africano (SÁNCHEZ VALERÓN, R. Y MARTÍN SANTIAGO, F.E.: Génesis y desarrollo de Ingenio durante el siglo XVI, ed. digital, 2003).
 
Pasan los siglos y el topónimo aparece consolidado en distintos documentos, como es el caso de una escritura de 1743 donde el presbítero Juan Dávila Suárez menciona entre sus propiedades nueve celemines de un «Cercado labradío con árboles frutales y una casa en el Valle de Ingenio, y nueve horas de reloj de agua del Heredamiento de la Acequia Real de Aguatona». Se hace necesario comentar que el apellido "Dávila" surge por contración del antiguo "De Ávila", de donde es presumible que el presbítero tenga sus ancestros en el mencinado Juan de Ávila.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)