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sábado, 24 de marzo de 2012

02. OTROS TOPÓNIMOS Y VOCES CON ORIGEN EN EL ANTÍGUO RÉGIMEN

El llamado Antiguo Régimen en Canarias comprende desde la Conquista hasta la aparición de las Leyes de Desamortización a mediados del siglo XIX. Son voces muy vinculadas a la tierra y a las aguas en la isla, a la moneda corriente, así como a la genealogía y a la burguesía o Alta Sociedad o estamentos: nobleza, milicia y eclesiásticos por lo que resulta necesario conocer distintas particularidades de dicha época para entender el porqué de algunos topónimos y de las noticias que se dan de los mismos.

APELLIDOS
Dada la concurrencia de muchos topónimos que tienen su origen en los apellidos, debe conocerse que hasta el siglo XIX se podía dar el caso de hermanos y hermanas que tuvieran apellidos diferentes aun siendo hijos del mismo padre y de la misma madre. Esto era así porque en esas familias se extendió la costumbre de que cada hijo o hija escogiera sus apellidos. Los apellidos patronímicos son los que proceden de nombres propios. Los más frecuentes en Canarias son los terminados en «EZ» (de España) o «ES» (de Portugal), exclusivos de las genealogías ibéricas que tienen su procedencia en los Visigodos. «EZ» o «ES» significan «hijo de». Por ejemplo, «Pérez» (Pér-ez) es «Hijo de Pero» que en la actualidad es Pedro. Los apellidos toponímicos son los que hacen referencia al lugar donde se había nacido. Eran muy habituales entre los conquistadores o nuevos colonos en Canarias, ya que para crearlos era necesario que quien los llevara saliera de su lugar de origen, se trasladara a otra población y coincidiera en el nuevo lugar con alguien que se llamara igual.

AZADA
Caudal de una corriente de agua con cuya unidad se podía regar un cultivo. En las islas orientales, su equivalencia con el Sistema Métrico Decimal oscila entre 8 y 10 litros por segundo. Da base a la unidad comercial de la hora de agua, que es igual a 3.600 segundos por 10 litros, resultando 36.000 litros.

CABILDO CATEDRALICIO
En la organización eclesiástica, es la institución encargada de suplir al Obispo por ausencia o vacante. Administraba todos los diezmos del obispado y del culto de la iglesia catedral. Dado que los Obispos permanecían gran parte de su mandato fuera de la isla, sus «dignidades» o cargos adquirían gran influencia y potestad. En el Cabildo Catedralicio destacaban ocho dignidades: Deán, Arcediano de Canarias, Chantre, Tesorero, Maestrescuela, Prior, Arcediano de Tenerife y Arcediano de Fuerteventura. Al mismo tiempo, también estaba compuesto por dieciocho canonjías y doce racioneros que representaban a seis prebendas. El Deán era la máxima figura de dicha institución y segundo en el Obispado Canariensis, después del Obispo.

CABILDO GENERAL
La unidad básica de administración local era el Concejo Municipal, que englobaba el medio urbano, la Ciudad, y su entorno rural o «tierra», que coincidía con los límites de la isla. En Canarias, el Concejo Municipal se hacía llamar Cabildo General, que desaparecería en 1837 con la creación de los Ayuntamientos Democráticos, para reaparecer con posterioridad, en 1912, por la Ley de Cabildos Insulares.

El funcionamiento del Cabildo tenía lugar por sesiones capitulares en las que participaban el gobernador o juez de residencia, el teniente de gobernador, el alcalde mayor, el alguacil mayor, los regidores, el personero y los jurados. Los tres primeros aportaban un único voto, y no tenían derecho al mismo ni el personero ni los jurados. Era obligatoria la presencia del escribano mayor que daba fe.

CAMPANA
Lumbrera de ventilación de una mina de agua.


Campana en Ingenio (Patrinet)
CANTONERA
Pesador de agua de riego. Obra de fábrica a modo de pequeño tanque con varias salidas y distribuciones para controlar, distribuir y medir el agua.

CAPELLANÍA
Era una fundación por la que, al fallecimiento del fundador, ciertos bienes pasaban a ser de propiedad eclesiástica y quedaban sujetos al cumplimiento de misas y otras obligaciones de carácter pío, es decir, formaban parte del grupo de los beneficios eclesiásticos. Las 416 fincas con cabida conocida, el 80% del total de las fincas de capellanías, suponen unas 5.831 fanegas de tierra. Existían dos tipos: las colativas de sangre, donde los bienes pertenecían a la Iglesia, que se encargaba de administrarlos como apoyo económico para el capellán; y las laicales, cuyos bienes permanecían en poder del fundador, gravadas con el sostenimiento de las misas impuestas por el mismo (SUÁREZ GRIMÓN, V. J., "Contribución al estudio de la propiedad de la tierra en Gran Canaria: fundaciones pías y vinculares de origen indiano en el siglo XVIII", V Coloquio Historia Canaria-Americana (1982), Madrid, 1985. Y La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de G.C., 1987).

CENSO
En la antigüedad, las nuevas tierras, al ser conquistadas y reconquistadas (en el caso de la Península Ibérica), eran por lo general propiedad de la Corona, salvo los Señoríos concedidos por la propia Corona. Cuando la propiedad pública era vendida a particulares, se hacía por un sistema de compra-venta llamado «amortización», por el cual los compradores tenían que pagar al Tesoro Real una cantidad fija anual, llamada «censo», que podía pasar de unas personas a otras si la propiedad era vendida a terceros. DRAE: Contrato por el cual se sujeta un inmueble al pago de un canon o pensión anual, bien como interés perpetuo de un capital recibido, bien como reconocimiento de la propiedad cedida inicialmente.

La amortización de tierras y viviendas generó una notable alza en el precio de las propiedades que quedaban en el mercado, y una evidente diferenciación entre los bienes a los que podía acceder la población y la élite o clase social dominante. También durante la época del Antiguo Régimen, había una fuerte actividad prestamista y de compraventa de bienes de tierras y aguas, en la que se establecía un sistema de pago aplazado, pagos que también eran llamados «censos», cuyos derechos de cobro podrían ser cedidos a terceros, con sus correspondientes «réditos» o intereses, y establecían cargas sobre los bienes, de manera muy parecida al sistema hipotecario actual. La élite social se transformó en censualista, lo que hoy se conoce por rentista. Muchas adquisiciones de bienes entre particulares lo fueron por el impago de los censos de la actividad prestamista. En el s. XVII, según la fuente consultada (QUINTANA ANDRÉS, P. C., Producción, ciudad y territorio: Las Palmas de Gran Canaria en el Seiscientos, Las Palmas de G.C., 1997), el 74,8% de las viviendas de la Ciudad tenían alguna carga impuesta sobre ellas. El Cabildo Catedral y los conventos femeninos, sobre todo el de San Bernardo de la Ciudad, por los tipos de rentas detentadas, aparecen como los grandes censualistas urbanos del siglo XVII.

CIUDAD, LA
Los documentos antiguos, cuando hacen mención de la Ciudad, se refieren por antonomasia a Las Palmas de Gran Canaria, que además era la única considerada como tal en dichos siglos. Era el único núcleo urbano de la isla plenamente desarrollado en sus funciones y que respondía, en parte, a los aspectos manejados comúnmente para distinguir una determinada población como ciudad.


La Ciudad en el s. XVI (VERNEAUR, Cinq Années de Séjour aijx Iles Canaries, 1891)
DATA
Son las tierras de realengo concedidas por el Rey, o en nombre del Rey por el Consejo, a un particular. También se otorgaban Datas Reales sobre las aguas.

DEHESA
Desde los primeros años tras la Conquista, en las Ordenanzas del Concejo de 1531, fue regulado su uso y protección en el título «de las dehesas y guardas dellas». Se denominaban así las tierras rústicas en distintos lugares de la isla pertenecientes a los «propios» del Cabildo General de Gran Canaria, que eran arrendadas para el cultivo o pastoreo. Sobre estas tierras se sustentaba el proyecto de reforma agraria de la segunda mitad del s. XVIII, aun cuando no fueron subastadas a particulares antes de 1836, después de que su titularidad se transfiriera a los ayuntamientos modernos. No obstante, en el s. XVI y siguientes, algunas pasaron a particulares por alguna «merced» realizada por el Cabildo. DRAE: Tierra generalmente acotada y por lo común destinada a pastos. GTAN: Porción de tierra acotada para pastos.

DESAMORTIZACIÓN, LEYES DE
Después de haberse iniciado en 1798 el proceso de desamortización por Carlos IV, entre 1811 y 1813, las Cortes de Cádiz retomaron la labor de convertir en libre la propiedad «feudal» del Antiguo Régimen, las fincas rústicas y urbanas. Por los vaivenes políticos de las décadas siguientes, el proceso no finalizaría hasta 1851 y sería ultimado definitivamente en 1855. La primera tarea fue desvincular los bienes de la «nobleza» y desamortizar los bienes eclesiásticos y municipales. Ambas acciones pretendían lo mismo: sacar al mercado libre, para que fueran objeto de compra y venta, bienes que el Antiguo Régimen había dejado al margen del mismo.

La palabra desvinculación se aplicaba a los bienes de los seglares, y la de desamortización, a los bienes de los eclesiásticos. Se trataba, por tanto, de proporcionar las condiciones necesarias para que aumentara el número de propietarios particulares y, con la aplicación de su trabajo a dichos bienes, creciera su felicidad personal y, con ella, la riqueza nacional. Este dilatado proceso de remates y ventas no fue continuo, sino resultado de varias desamortizaciones: la de Godoy, ministro de Carlos IV (1798); la de las Cortes de Cádiz (1811- 1813); la del trienio liberal (1820-1823); la de Mendizábal (1836-1851), que comportó la ruptura de las relaciones diplomáticas con Roma; y la de Pascual Madoz (1855-1924). La desamortización no sirvió para que las tierras se repartieran entre los menos favorecidos, porque no se intentó hacer ninguna reforma agraria, sino para conseguir dinero para los planes del Estado, aunque contribuyó a que aumentara el volumen general del producto agrícola, al trabajar los nuevos propietarios tierras que hasta entonces no habían sido labradas por estar en «manos muertas».

DULA
Turno de riego en los heredamientos de agua. DRAE y GTAN: Porción de tierra que, siguiendo un turno, recibe riego de una acequia.

FANEGA O FANEGADA
Medida de superficie tradicional basada en el cálculo de siembra de una fanega de trigo en un terreno. El submúltiplo más común es el celemín (1/12). En su equivalencia con el Sistema Métrico Decimal en Gran Canaria alcanza 5.503,65 m2, superior a la de Tenerife que alcanza 5.242,48 m2.


Cantonera Heredad Arucas y Firgas (Patrimonio Gran Canaria)
HEREDAD
Comunidad de propietarios de agua. DRAE: Hacienda de campo, bienes raíces o posesiones.

MARETA
Estanque de grandes dimensiones y arquitectura variable.

MAYORAZGO
Es una de las figuras jurídicas de la «Propiedad Vinculada» (véase más abajo) para la titularidad de las tierras y aguas, que cuando se funda cuenta con licencia o facultad del Monarca.

MONEDA: MARAVEDÍS, REAL DE VELLÓN, REALES Y ESCUDOS
Entre los siglos XVI y XIX existieron monedas de cobre, llamadas Maravedís; de plata, llamadas Reales; y de oro, llamadas Escudos. Hubo monedas de 1, 2, 4, 8 y 16 Maravedís; 1/2, 1, 2, 4 y 8 Reales; y 1/2, 1, 2, 4 y 8 Escudos. El «Real de Vellón» es una unidad de cuenta, es decir, que no existía tal moneda. 2,5 Reales de vellón equivalían aproximadamente a un Real de Plata. La principal moneda fue el «Real de a 8» o moneda de 8 Reales, que nació con Carlos I y desapareció bajo el nombre de «20 Reales de Vellón» con Isabel II.
Dice la fuente consultada (LOBO CABRERA, M., Monedas, pesas y medidas en Canarias en el siglo XVI, Las Palmas de G.C., 1989) que la ausencia de moneda en cantidad suficiente hizo que se acudiera a dos remedios que conferían a la estructura económica un aspecto arcaico:
  1. Premiar la moneda de oro, plata y vellón. Hacer que su curso legal expresado en maravedís fuese superior al normal en Castilla, de modo que quien gastase dinero en las islas lo hiciera con valor aumentado, y quien lo sacase fuera perdiese parte de este valor.
  2. Obligar a los mercaderes extranjeros a tomar, como precio de sus ventas, mercancías a las que se confería el papel de moneda.
En 1521, para que las islas estuviesen mejor provistas de moneda, se ordenó que el Real valiese 48 Maravedís, por lo cual a partir de este momento se distinguen dos reales: el viejo y el nuevo. Esta medida se generalizó en todas las islas y en especial en Gran Canaria.

PATRONATO
Es una de las figuras jurídicas de la «Propiedad Vinculada» (véase más abajo) para la titularidad de las tierras y aguas con el gravamen de una obra pía. Se considera como una institución intermedia, anexa al Mayorazgo pero también cercana a la Propiedad Eclesiástica.

PROPIEDAD ECLESIÁSTICA
La propiedad eclesiástica generó, como es de imaginar, muchos topónimos en las islas. Se llama así a los bienes que forman la dotación permanente de las iglesias, monasterios, hospitales y otras cualesquiera fundaciones piadosas, como las capellanías y cofradías. A la amortización o adquisición de tierras por estas instituciones, llamadas «manos muertas», se unía el hecho de que les estaba prohibido enajenar, lo que suponía uno de los más graves impedimentos para la prosperidad de la agricultura. La amortización eclesiástica está formada por aquellos bienes que le fueron asignados por la Corona en pago de su colaboración económica en la conquista, y los bienes que recibían por donaciones en todas sus modalidades.

Las rentas de los bienes pertenecientes a fábricas (constituidas por bienes inmuebles y otros ingresos de variada naturaleza: censos, granos, animales, etc)., cofradías y ermitas se destinaban tanto a la construcción y mantenimiento de edificios, como a la financiación de los gastos que ocasionaba el culto desarrollado en los mismos. En otros, como los hospitales, sus rentas se destinan a la beneficencia y llegaron a tener, además de casas, 866 fanegas repartidas en 130 fincas en toda la isla.

Hay que incluir también las propiedades del clero secular que llegaron a alcanzar 2.087 fanegas de tierra en la isla.

PROPIEDAD PÚBLICA
Engloba un conjunto de tierras de titularidad jurídica no muy clara y que en momentos no exactamente coetáneos se designaron como bienes de propios, de común aprovechamiento, baldíos, realengos, etc., y es la base o reserva para una ampliación del área de cultivos. Los Propios eran vendidos a particulares que se obligaban a pagar al Cabildo General de Gran Canaria un «rédito perpetuo y anual», ingresos llamados «censos», que la institución destinaba a hacer frente a los gastos de sostenimiento de médicos, maestros de primeras letras y otros profesionales públicos de la época.

PROPIEDAD VINCULADA
El objeto principal de la vinculación era evitar la disgregación de los patrimonios obtenidos en los repartos de tierras o en las sucesivas compras y herencias al fallecimiento del propietario. Algunas fuentes jurídicas llaman a esta figura «el monopolio legal sobre la tierra». Perseguía también el ascenso social. Se llama amortización civil el «estanco» de las tierras que constituyen los mayorazgos, vínculos y patronatos.

PROPIOS
Se aclara en el concepto anterior Propiedad Pública.

REALENGO, TIERRAS DE
Son tierras sobre las que ejercía el dominio eminente o directo el Rey. Una parte de estas tierras va a quedar como baldíos realengos con un aprovechamiento casi exclusivamente ganadero, y otra parte queda, como ocurre con los montes, con un aprovechamiento diverso: pastos de ganados, leña, madera, carbón, etc. DRAE: Dicho de un terreno, perteneciente al Estado. GTAN: Terreno de aprovechamiento comunal. Territorio perteneciente al estado, en la antigüedad identificado con el rey. Se aplicaba a los pueblos que no pertenecían a ningún señorío, ni a las órdenes militares, ni formaban comunidad.

REMANENTE
Manantial de agua.

SANTÍSIMO
Hay distintos topónimos en la isla que responden a esta denominación, que obedece a que el lugar estaba compuesto por tierras de la Propiedad Eclesiástica, concretamente de las numerosas Cofradías del Santísimo fundadas con esa dotación. Es por tanto una de las Capellanías que existían en la gran mayoría de las parroquias.

SEÑORÍO
Aunque esta isla no fue de Señorío sino de Realengo, sí convivió con él el Señorío de Agüimes. Desde el punto de vista fiscal, los señoríos suponían la transformación de los impuestos pagados por los habitantes a la hacienda pública en rentas señoriales percibidas por el titular del señorío, en este caso, el Obispo.

TAGEA, ATARGEA, ATARJE O TARJEA
Canalización hecha de mampostería ordinaria o excavada en la roca con una sección variable. DRAE: Caja de ladrillo con que se visten las cañerías para su defensa. Conducto o encañado por donde las aguas de la casa van al sumidero. GTAN: Pequeña obra de fábrica para dar paso al agua por debajo de un camino.

TANQUE
Estanque de capacidad reducida. Por lo general, con planta cuadrangular u oval, y encajado lo más posible en el terreno para evitar las costosas obras de fábrica. DRAE: Estanque, depósito de agua. GTAN: Depósito.

VÍNCULO
Es una de las figuras jurídicas de la Propiedad Vinculada (véase esta más arriba) para la titularidad de las tierras y aguas, que cuando se instituye no cuenta con licencia o facultad del Monarca. Aun no teniendo la licencia del Monarca, a los Vínculos que tenían un elevado patrimonio, en la práctica se los llamó también Mayorazgos. DRAE: Sujeción de los bienes, con prohibición de enajenarlos, a que sucedan en ellos los parientes por el orden que señala el fundador, o al sustento de institutos benéficos u obras pías. Se usa también hablando del conjunto de bienes adscritos a una vinculación.

01. TOPÓNIMOS GENÉRICOS

Se incluye aquí un glosario de Términos Genéricos, llamadas así las palabras que se utilizan asociadas o no a nombres de distintos lugares, el término específico al que acompañan; ya que forman parte indisociable del topónimo y que en esta tierra son utilizados de forma tradicional para identificar determinados accidentes del relieve geográfico, microclimas, usos agrícolas y ganaderos, y otros muy variados, reproduciendo el significado que se les ha dado por las distintas fuentes consultadas en la bibliografía citada.

Algunas de estas palabras no están registradas en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española, o al menos no con la acepción pretendida, es decir, con el significado para el contexto en que aquí aparecen. En el caso de que la palabra esté registrada en el mencionado Diccionario de la Lengua y sea de uso en España, se incluye la acepción análoga en cursiva, precedida de las siglas del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). Se incluye también el significado encontrado en el Instituto Geográfico Nacional, concretamente en el Glosario de Términos del Atlas Nacional de España, referido en cursiva y precedido de las siglas del mismo (GTAN).

ALBERCÓN
Estanque regulador de agua de riego por lo general de planta circular. DRAE: Aumentativo de «alberca»: Depósito artificial de agua, con muros de fábrica, para el riego.

ANDÉN
Hace referencia a estrechas y largas cornisas, transitables solo para los pastores o montañeros, suspendidos en los grandes acantilados. DRAE: Corredor o sitio destinado para andar. GTAN: Corredor o acera para el paso de peatones.

ATALAYA Y TALAYÓN
Lugar elevado desde el que se observa una vista amplia. No hace mención a su forma, pero sí a su cualidad: estar elevado y disponer de amplias panorámicas. DRAE: Eminencia o altura desde donde se descubre mucho espacio de tierra o mar. Del mismo deriva la antigua profesión de "atalayero",  vigilante que alertaba de la llegada de algún barco enemigo.

BARRANCO
Curso de las aguas pluviales, seco la mayor parte del año. Valles de la red hidrográfica canaria. Aparecen las variantes diminutivas de barranquera y barranquillo. DRAE: Quiebra profunda producida en la tierra por las corrientes de las aguas o por otras causas. GTAN: Avenida de agua de lluvia que corre por una depresión orográfica. Quiebra profunda que hacen en la tierra las corrientes de agua.

BLANCO
Con este epíteto cromático se conocen muchos topónimos de llanos y lomos. Reciben tal nombre por observarse en el lugar capas de tierras ricas en cal o a poca profundidad. Según el desaparecido profesor Telesforo Bravo (BRAVO EXPÓSITO, T., Geografía general de las Islas Canarias, Sta. C. Tenerife, 1964), diversos geólogos han emitido distintas opiniones sobre la formación, antes del Cuaternario, de estas cubiertas calcáreas que impregnan diversos suelos, coincidentes todas ellas en atribuirla al efecto de las aguas, si bien difieren en el proceso geológico de cómo se sedimentaron para acabar, como técnicamente se las llama, en la cubierta calizo-margosa o travertinos que se formaron en suelos de suaves pendientes o llanos.

CAIDERO
Es un término típicamente canario, equivalente a salto. Se encuentra en las cuencas de los barrancos y durante los inviernos da origen a una cascada perpendicular.

CAÑADA
Señala la presencia de un barranco pequeño, estrecho si se refiere al relieve, que es la acepción más usada en Canarias; pero también puede significar «lugar de paso de ganado». DRAE: Espacio de tierra entre dos alturas poco distantes entre sí. GTAN: Vía para el tránsito de ganado trashumante. Espacio entre dos montañas poco distantes entre sí.

CARRIZAL
Definición coincidente con la establecida por el DRAE: Sitio poblado de carrizos. El carrizo es una planta gramínea, indígena de España, con la raíz larga, rastrera y dulce, tallo de dos metros, hojas planas, lineares y lanceoladas, y flores en panojas anchas y copudas. Se cría cerca del agua y sus hojas sirven para forraje. Sus tallos servían para construir cielos rasos, y sus panojas, para hacer escobas.

CASERONES
Tras la Conquista de la isla los castellanos adquirieron un lenguaje toponímico para describir los lugares de residencia de los aborígenes canarios, es decir sus viviendas o habitáculos para otros usos. Los llamaron: caserones, hornillos, palomares y hormigueros, topónimos que podemos encontrar de forma genérica por la isla. Los Caserones, circunstancialmente aparece también como casarones. Es un topónimo asociado a yacimientos arqueológicos (La Aldea de San Nicolás, San Bartolomé de Tirajana, Telde…), nombre con el que denominaban un poblado aborigen de casas de piedra seca, de planta circular al exterior y de tendencia cuadrangular o cruciforme al interior, con una perfecta adaptación a las condiciones orográficas, acomodando los muros a las irregularidades del terreno y recurriendo a la excavación parcial del suelo, posibilitando el encajonamiento horizontal en la ladera. También son conocidas como «casas hondas».

Ambos términos son recogidos en la documentación histórica de los siglos XVI a XVIII para referirse a las construcciones prehispánicas que aún en esos siglos continuaban siendo utilizadas. Son la única excepción genérica al uso troglodita de las cuevas.

CUESTA
Designa un camino o sendero de subida. Se emplea para algunas carreteras muy pendientes y también se usa para laderas de barrancos de pendiente muy tendida. DRAE: Terreno en pendiente. GTAN: De modo más particular, ladera abrupta que desciende de un páramo alto a la llanura, especialmente si la superficie del páramo es llana y horizontal. Terreno en pendiente.

CULATA, CULATÓN
Lugar en el que existe generalmente un manantial de agua, apartado con respecto a un punto geográfico poblado, frecuentemente un pueblo del que llega a constituir un barrio o vecindad. El segundo término puede entenderse también como un escarpe saliente.

DEGOLLADA
Equivalente a garganta. Es una zona más baja entre dos realces del relieve y su importancia radica en que facilita las comunicaciones. GTAN: Garganta o collado que une dos valles o barrancos contiguos.

FORTALEZA
Aunque es más frecuente en otras islas y poco empleado en esta, se refiere a un bloque rocoso, mucho mayor que los roques, y que tiene un remoto parecido con un sólido bastión de aspecto agresivo e inaccesible. GTAN: Masa de rocas que sobresale de una superficie plana.



FRONTÓN
Risco o corte vertical de un lomo, montaña o mesa. DRAE: Parte escarpada de una costa.

GAMBUESA O GAMBUEZA
Término utilizado por los pastores para denominar a los corrales construidos con muros de piedra levantados por ellos mismos.

GAÑANÍA
Explotación ganadera atendida por un pastor profesional llamado “gañán”, que forma parte de una propiedad agraria mayor explotada por jornaleros, donde el estiércol de las vacas es aprovechado como abono agrícola y la fuerza de los animales es utilizada para el arado de la misma tierra. La leche producida es normalmente vendida. DRAE: Conjunto de gañanes. Casa en que se recogen.

GRANADILLO, GRANALLIDAR Y GRANILLAR
Existen muchos topónimos que responden a alguna de estas voces o derivados y que obedecen a la abundancia de granadillos en su época. Se conoce como granadillo (Hypericum canariense) a un endemismo macaronésico del que se diferencian tres variedades: canariense, platysepalum y floribundum. Se diferencia del resto de especies porque carece de glándulas en los bordes de hojas y sépalos. Sus hojas son de estrechamente elípticas a linear-lanceoladas y las inflorescencias poseen numerosas flores, normalmente amarillas.

HOYA
Es un término que designa una depresión cuya forma es la de un valle pequeño de fondos redondeados o planos, de forma elíptica a semicircular y laderas abruptas en las partes superiores. Sus fondos son fértiles, por lo que son espacios aptos para el desarrollo de la agricultura. Se inscriben entre lomos, y su origen es producto del modelado erosivo y no de la actividad volcánica reciente. DRAE: Concavidad u hondura grande formada en la tierra. Llano extenso rodeado de montañas. GTAN: Espacio considerable cerrado por altura.

HORMIGUERO
Es otro de los topónimos que tras la Conquista de la isla los castellanos tipificaron  para describir los lugares de residencia de los aborígenes canarios, es decir sus viviendas o habitáculos para otros usos, llamándoles: caserones, hornillos, palomares y hormigueros, topónimos que podemos encontrar de forma genérica por la isla.

Llamaban Hormiguero a un conjunto de cuevas naturales, más de una, que se encontraban a ras del suelo o a baja altura. Los arqueólogos han determinado por los vestigios encontrados que normalmente su uso no era habitacional, pues los aborígenes canarios les daban un destino funerario. Los más conocidos se encuentran en Santa Maria de Guía y en Firgas.

HORNILLO
Aún siendo reiterativos hay que decir que es otro de los topónimos que tras la Conquista de la isla los castellanos tipificaron  para describir los lugares de residencia de los aborígenes canarios, es decir sus viviendas o habitáculos para otros usos, llamándoles: caserones, hornillos, palomares y hormigueros, topónimos que podemos encontrar de forma genérica por la isla.

El origen del topónimo puede ser tan distinto, como distintos son los lugares en que lo encontramos. Desde los primeros cronistas ya se trasmitía el parecido de los "caserones canarios" de los aborígenes con "hornillos";  por ejemplo, Tomás Arias Marín de Cubas (Historia de las siete Islas de Canaria, Madrid, 1986) recoge textualmente la expresión «...y paredones a modo de hornillos...», a partir de la cual no se llega a concluir si eran hornos o sus construcciones habitacionales tenían tal parecido.

Si queda claro que cerca de algunos topónimos de la isla existen yacimientos arqueológicos, como es el caso del Barranco del Hornillo (San Bartolomé de Tirajana) donde en sus proximidades se localizan cistas y enterramientos colectivos, y, el litoral de El Hornillo en el puntón del Pasito Blanco (Aldea de San Nicolás) asociado al conjunto arqueológico de la desembocadura del barranco de la Aldea (MARTÍN DE GUZMÁN, C.: Las culturas prehistóricas de Gran Canaria, Madrid, 1984), y como no el lugar del yacimiento aborigen de Artenara también llamado Cruz de la Esquina. Por su localización sea posiblemente esta teoría la más próxima a la realidad de su origen.

En resumen podríamos concretar que dentro de la cultura troglodita, el llamado Hornillo, nombre que posiblemente adoptaron de las colmenas castellanas que se fabricaban con ladrillos, son cuevas de habitación en altura, comunicadas por andenes, donde la mayor diferencia con el llamado Palomar es que estas además de considerarse cuevas artificiales, labradas por el hombre, se remataban de algunos cerramientos en la fachada y separaciones interiores construidas con adobe. Se desprende por tanto que son una evolución posiblemente influenciada por las costumbres de los conquistadores.

JURADA
Es una expresión utilizada para denominar agujeros y otras cavidades más o menos profundas en el territorio producidas por los efectos erosivos, que se aplican tanto en zonas costeras como del interior, en ocasiones creando pasos o puentes naturales o cortes naturales en los llamados "diques" volcánicos aflorados también por la erosión.

LOMO
Es una elevación longitudinal cuya cima es curva convexa en mayor o menor medida. Mantiene su altura descendiendo suavemente. Puede ser ancho o muy estrecho independientemente de cuál sea la forma y gradiente de sus laderas. GTAN: Parte de una ladera limitada por dos barrancos paralelos.

LUGAREJO
Es una expresión del castellano antiguo con significado de sitio o paraje, sin sentido despectivo, que estos lugares han conservado en su denominación desde la conquista de las islas, y es recogida en documentos públicos de la época. Parece más apropiado entender que los conquistadores castellanos utilizaron el epíteto de "viejo" para identificar los lugares donde habían vestigios "del tiempo de los canarios", y así surgen topónimos como lugarejo, castillejo, corralejo, etc. con el sufijo común de "_ejo".

En todo caso los posibles asentamientos en el sitio o paraje, son de escasa población y pudieran estar abandonados, circunstancias por las que no parece conocieran de topónimos en la lengua aborigen que pervivieran en el tiempo como ha quedado acreditado con otros muchos.

LONGUERA
Aunque no difiere de lo que expresa el DRAE, en Canarias se concreta algo más cuando se agudiza la dificultad del suelo, al estar dicha porción de tierra, larga y estrecha, acotada por las diferencias de niveles de los terrenos que la bordean; por ejemplo, entre dos barrancos profundos o entre un risco y la depresión del terreno de un barranco, caldera u hoya. DRAE y GTAN: Porción de tierra, larga y estrecha.

LLANETES
Sucesión de pequeñas terrazas en las laderas de los barrancos.

LLANILLO
Suele ser una terraza pequeña en las laderas de barrancos.

LLANO
Esta denominación se reserva para lomos planos, más o menos inclinados, situados entre dos barrancos próximos, o para las terrazas situadas tras algunas montañas. DRAE: Igual y extendido, sin altos ni bajos. GTAN: Llanura.

LLANOS
Esta denominación en plural expresa una extensión mayor y que generalmente está situada en las proximidades de las costas. Terrazas a mayor altura, en realidad planos inclinados de una relativa extensión, son también denominadas así.

LLANOTES
Sucesión de pequeñas terrazas en iguales circunstancias que las anteriores o en los contrafuertes de las montañas.

MADRE
Toma de agua superficial en un cauce del barranco. Matriz de un caudal de agua para riego. DRAE: Cauce por donde ordinariamente corren las aguas de un río o arroyo. GTAN: Terreno por donde corren ordinariamente las aguas de un río o arroyo.

MAJADA O MAJADILLA
Lugar que, aprovechando el relieve y alguna cerca, se utilizaba para dar refugio al ganado, y que disponía de casas de pastores. DRAE: Lugar donde se recoge de noche el ganado y se albergan los pastores.

MAIPEZ O MALPAÍS
Terreno volcánico y pedregoso de muy difícil andar y cultivar. DRAE: Paisaje de relieve accidentado, con grietas y crestas agudas, originado por la erosión química en terrenos calcáreos.

MESA
Terreno elevado formado por una llanura que acaba en paredes verticales fruto de la erosión. Técnicamente, la mesa se origina por el relleno del cauce de un barranco por una colada de lava y la posterior erosión de las antiguas laderas de este, de modo que aparece un relieve positivo en el antiguo cauce. DRAE: Terreno elevado y llano, de gran extensión, rodeado de valles o barrancos. GTAN: Cima plana de una montaña. Terreno elevado y llano de gran extensión rodeado de valleso barrancos.

Mesa de Acusa (Gevic Natura y Cultura)
MINA
Es la zona de captación de aguas o de filtración bajo el cauce del barranco que conforma un depósito aluvial (arenas y gravas) con un alto parámetro de infiltración, por donde circulan con mucha facilidad las aguas subálveas originando acuíferos colgados de importancia. DRAE: Paso subterráneo, abierto artificialmente, para alumbrar o conducir aguas o establecer otra comunicación. Nacimiento u origen de las fuentes. GTAN: Paso subterráneo para captar corrientes de agua o establecer una comunicación. Excavación hecha para extraer minerales del subsuelo.

MONTAÑA
Elevación aislada del terreno, que puede coincidir o no con la presencia de conos volcánicos o de relieves erosionados y residuales. En cualquier caso, una montaña siempre posee un buen volumen, formando parte de ella otras formas que la caracterizan. DRAE y GTAN: Gran elevación natural del terreno. Territorio cubierto y erizado de montes.

MORRO
Expresión muy frecuente. Suele ser una montaña con una de sus laderas muy escarpada. GTAN: Cabo.


PALOMAR, PALOMARES, DE PALOMAS
Volvemos a ser reiterativos en este genérico de los topónimos que tras la Conquista de la isla los castellanos tipificaron  para describir los lugares de residencia de los aborígenes canarios, es decir sus viviendas o habitáculos para otros usos, llamándoles: caserones, hornillos, palomares y hormigueros, topónimos que podemos encontrar de forma genérica por la isla.

Posiblemente conforme el sistema más primitivo de la cultura troglodita, utilizando cuevas naturales que en contadas ocasiones labraban, y cuando lo hacían era para horadar el risco para diferenciar aposentos, o dar forma de ménsulas, hendiduras, goznes, pernios, etcétera, para encajar las piedras lajas de cerramiento u hornacinas.

Es poco frecuente encontrar en las mismas el adobe característico de las llamadas Hornillo, y sus usos son variados: de habitación, silos, religiosos y a veces funerarios, si bien puede concretarse por excelencia en los silos. En la isla hay inventariados 110 topónimos que responden a estas denominaciones y circunstancias.

PASO
En los acantilados puede haber veredas especialmente difíciles de transitar y que en ocasiones solo las cruzan pastores habituados a los acantilados. GTAN: Puerto de montaña.

PERCHEL
También es llamado erróneamente «parchel». Se conoce con este nombre a las ensenadas, bahías y puertos de mar de carácter eminentemente pesquero. DRAE: Aparejo de pesca, consistente en uno o varios palos dispuestos para colgar las redes. Lugar en que se colocan.

PRIETO
Este adjetivo sustantivado y asociado a «risco» o «roque» tiene el significado dado por el DRAE de lugar ajustado, ceñido, estrecho, duro y denso, y se encuentra en distintos topónimos de la isla. Se citan los ejemplos de San Bartolomé de Tirajana, San Mateo y Santa Maria de Guía. En todos los casos, la altura entre su ubicación y su plano inferior es bastante sobresaliente en el relieve.

RINCÓN
Lugar apartado, como escondido respecto de un caserío principal. Similar a Culata o Culatón. DRAE: Escondrijo o lugar retirado. Aunque parece común aplicar a la confluencia de laderas en el comienzo de un barranco, de algunas señaladas excepciones parece desprenderser que prima tratarse de un lugar apartado.

RISCO
Es palabra empleada para los acantilados muy bruscos. DRAE y GTAN: Peñasco alto y escarpado, difícil y peligroso de transitar.

Riscos en la Caldera de Tejeda
ROCHAS O ROSAS
Son topónimos que tienen su origen en el singular de «rocha» o «tierra rochada», es decir, una tierra que ha sido limpiada de matas y malas hierbas. Una tarea implícita en este término es la de quemar los rastrojos y alimentar con sus cenizas los suelos. DRAE: Acción de rozar la tierra limpiándola de matas. GTAN: Terrenos desbrozados sobre los que se queman los matorrales arrancados para abonar la tierra con sus cenizas antes de la siembra.

ROQUE
Aguja de rocas que han quedado aisladas por la erosión. También son usados nombres como puntón, cabezo o peñón para tipos de formas topográficas similares a los roques. GTAN: Peñón destacado en las barrancadas de la costa.

SAO
Hay distintas versiones para explicar este término y todas relacionadas con el agua. El filólogo Maximiano Trapero (TRAPERO TRAPERO, M., Estudios sobre el guanche, Madrid, 2007) le da el nombre de Sao a tres barrancos, por lo que podría estar relacionado con barranco, o con agua o corriente de agua. También dice que con ese mismo nombre de sao se conoce al sauce canario (Salix canariensis). Alfonso O’Shanahan (O’SHANAHAN, A., Gran diccionario del habla canaria, Madrid, 1995) dice que es un lugar donde hay una charca de agua.

SOLANA
Hay topónimos que nacen a partir de las características geográficas; por la orientación, en este caso, de las dos vertientes de los barrancos, que marcan una mayor insolación en una ladera que en otra. Con esta denominación se encuentran lugares en distintos municipios de la isla. DRAE: Sitio o lugar donde el sol da de lleno. GTAN: Zona iluminada y calentada por el Sol; en el hemisferio septentrional es la vertiente sur de una cordillera o montaña; en el austral, la vertiente norte.

SOLAPÓN
Es un derivado de solapa con el que se identifica el saliente del terreno, normalmente a diferente nivel, dejando en su parte inferior una amplia cavidad. Se puede localizar sobre un risco, una hoya o un acantilado. También se llama así a un echadero, cobijo o guarida.

TABLERO
Llano elevado en el cauce de un barranco o interfluvios también llanos entre dos barrancos. igualmente es usado para denominar la franja costera intermareal, formada por rocas sedimentadas, en la que abundan los charcos. DRAE: Suelo bien cimentado de una represa en un canal.

TOSCA, TOSCAL y TOSCÓN
Se usan para denominar los suelos con rocas compactas, duras, de naturaleza preferentemente lávica (procedentes de magmas volcánicos), pero pueden aplicarse a rocas piroclásticas compactadas. Los piroclastos son fragmentos de lava de tamaño, morfología y color variado que se emiten a la atmósfera en las erupciones volcánicas. DRAE: Piedra caliza porosa que se forma de la cal de algunas aguas. GTAN: Roca caliza.

UMBRÍA
Este topónimo, al igual que el de Solana, nace por las características geográficas, por la orientación de las dos vertientes de los barrancos. En este caso marca una menor insolación en una ladera que en otra. Con esta denominación se encuentran lugares en distintos municipios de la isla. DRAE: Dicho de un lugar: Donde da poco el sol. Parte de terreno en que casi siempre hace sombra, por estar expuesta al norte. GTAN: Vertiente menos iluminada por el Sol, por oposición a la solana. Corresponde a las laderas orientadas al norte en el hemisferio septentrional y a las del sur en el austral.

VALLE
Recibe este nombre el curso de agua discontinuo en determinados lugares, es decir, los laterales de los cursos de barrancos. DRAE: Cuenca de un río. GTAN: Terreno más o menos llano o cóncavo, rodeado por montañas o por otros más altos.

00. NOTAS PRELIMINARES

La toponimia como ciencia que estudia del origen y significación de los nombres propios de lugar, al referirse a un espacio territorial delimitado por el mar y a un tiempo determinado como ocurre con la isla de Gran Canaria, hay que tener en cuenta la preexistencia de la cultura aborigen, y la propia cultura de los conquistadores en los cuales concurrían diferentes lugares de procedencia y distintas lenguas, de donde puede deducirse que arribaron a la isla multitud de culturas en las últimas décadas del siglo XV, tiempos en que aún no había concluído la llamada Reconquista de la península ibérica y cohabitaban diferentes reinos además del poder de la nobleza dentro de un sistema feudal.

Debe además tenerse en cuenta que en la tarea de la Conquista de las Islas se enrolaron muchos que encontraban en la aventura una fácil manera de obtener prebendas, riquezas y patrimonios, además de los intereses económicos especulativos o tributarios que persiguieron aquellos que la financiaron, entre los que destacan los banqueros genoveses y la propia Iglesia por las bulas a que se acogieron los Reyes Católicos, además de algunos conquistadores.


El lenguaje utilizado en la creación de los topónimos tendrá por tanto muchas mutaciones hasta nuestros días, más aún cuando de forma generalizada se produjo un "aislamiento" lingüistico de siglos con respecto a la metrópoli, de donde "el español de Canarias" es particular, y el mestizaje de lenguas y culturas creó lo que se conoce por "canarismos". Por todo ello debemos tener en cuenta las siguientes notas preliminares:


En aquellos nombres de localizaciones que se correspondan con topónimos aborígenes prehispánicos, anteriores a la Conquista Castellana, no se mencionan las distintas grafías, antiguas o no, citadas por distintos historiadores y/o investigadores, ya que, por la dificultad de la transcripción al castellano de los términos de una lengua ajena y desconocida para los conquistadores españoles, como es el caso de la lengua guanche, pudieron resultar desvirtuadas.
 
Dado que muchas transcripciones de la lengua aborigen lo son al castellano antiguo de los siglos XV y XVI, se ignoran las tildes o acentos, y no se consideran las distintas grafías motivadas por los usos antiguos y las modernas reglas gramaticales, especialmente en cuanto al uso de la B o V; la C, S o Z; y la H, J o X, prevaleciendo, por tanto, el término vivo recogido por la tradición oral que ha llegado a nuestros días. Sin olvidarnos del "seseo" canario.

Además hay observar el reajuste de las consonantes sibilantes, un proceso de evolución fonética característico del castellano que tuvo lugar en los siglos XVI y XVII dando origen al sistema consonántico actual del idioma español.

Se incluye el significado de un vocablo de la lengua aborigen en el caso de que hubiera sido investigado por filólogos, o la notoriedad que el lugar representaba para la cultura aborigen según los distintos historiadores.

Hay que tener en cuenta que los documentos históricos no suelen explicar el origen de los topónimos o nombres propios de los lugares, salvo excepciones.

Resulta necesario aclarar la costumbre al uso de dar a los barrancos el mismo nombre del lugar, por lo que es habitual que el barranco de una misma cuenca reciba distintos nombres a lo largo de su recorrido, con alguna excepción que confirma la regla.

Salvo que su denominación obedezca a topónimos históricos o con noticias de interés, no se tratan los nombres de las urbanizaciones modernas y de nueva planta que obedecen a criterios eminentemente comerciales del promotor.



He considerado oportuno incluir una breve explicación de las diferentes figuras jurídicas del Antiguo Régimen, relativas a la propiedad de la tierra y sus aguas, y vigentes hasta el siglo XIX, por las distintas menciones que se hacen en las noticias de los lugares o en sus topónimos. El Antiguo Régimen en Canarias comprende desde la Conquista hasta la aparición de las Leyes de Desamortización.

Se incluyen también determinadas voces muy vinculadas a la tierra y a las aguas en la isla, a la moneda corriente, así como a la genealogía y a la burguesía o Alta Sociedad mencionadas en las noticias encontradas que se dan.

Estas aclaraciones son necesarias para comprender dichas noticias, pues inmediatamente a la Conquista, las tierras se entregan como grandes haciendas o cortijos que monopolizan la circulación de los capitales de sus respectivas comarcas y conforman los grupos de poder local, en los que convergen los principales propietarios, escribanos, milicias y el clero.

La tierra es el principal bien que sostiene la producción y es también el sistema de acumulación de capitales durante el Antiguo Régimen. El pequeño tamaño de la isla, el limitado espacio de tierras fértiles y el control del agua motivan una progresiva concentración de tierras y aguas, que los propios primeros propietarios «blindan» para que no puedan ser divididos y vendidos, vinculando los bienes en un sistema conocido con el nombre de «Antiguo Régimen», que impide jurídicamente que otras clases sociales puedan acceder a la propiedad.

Por esta razón, dado el robo de los archivos del Cabildo General por las tropas de Pieter van der Does en 1599 y la destrucción de archivos por el incendio del Ayuntamiento y Audiencia en 1842, los documentos notariales adquieren un valor importante, así como la aparición de las distintas Leyes de Desamortización y sus consecuencias. Estas son las escasas fuentes de información de los distintos historiadores, que de alguna forma arrojan un poco de luz al acontecer de los desconocidos siglos XVI y XVII.



Cartografía de Willem Jansz Blaeu de 1608-1630 (Juan Tous)