martes, 20 de mayo de 2014

ESCALERITAS (ARUCAS)

Topónimo con el que se conoce un pequeño pago situado junto a la carretera de Bañaderos a Cambalud por el Trapiche (GC-331) enclavado en la rampa de poniente del barranco de Los Palmitos, aguas abajo barranco de Bañaderos.

El antiguo atajo, hoy calle Isa (Google earth)
El caserío se encuentra en el antiguo "atajo" o camino de Bañaderos al Trapiche y el asentamiento en el lugar se inició a partir de los años 60 del pasado siglo XX, para en una década conformar un asentamiento poblacional relativamente importante constituido por viviendas auto-construidas guardando la alineación del propio atajo. El origen del entendible topónimo puede deberse a dos distintas circunstancias, ambas relacionadas con la topografía del territorio.

La primera, quizás la más determinante por su sentido realista, tendría su justificación en las "escaleritas" de unos 130 peldaños y pasos por los que se accede desde la cota baja de Bañaderos hasta El Risco, para continuar por el atajo que tras cruzar la carretera conecta y atraviesa el actual pago de Escaleritas, y que del uso de sus vecinos se proyectara tal denominación al pago.

Fototeca 1962 (IDE Gran Canaria)
La segunda teoría con un sentido más figurado, derivaría de que la primigenia autoconstrucción de viviendas, por la inclinación del territorio, comportaría un escalonamiento en la rasante de las mismas, que convergería con el origen del topónimo homónimo de la capital insular, si bien aquel tuvo su génesis en las tierras de cultivo de las lomas con distintas corrupciones en su evolución histórica: Escaleruelas, Escaleras, Escalerillas y la actual Escaleritas.

Remontándonos en la historia insular, hay que entender que el Camino Real a Gáldar constituía en el siglo XVI la principal travesía de comunicación hacia el norte, que bajando desde la Cruz de Pineda, después de atravesar Bañaderos se llegaba a San Andrés para seguir la ruta. En ese siglo la mayor fuente de riqueza la constituían los ingenios azucareros para el aprovechamiento de la caña que había que moler en los trapiches. De ahí que a partir del camino real partieran "atajos" que lo comunicaban con estos centros de producción primarios.

Fototeca 1970 (IDE Gran Canaria)
Así es como se documenta este atajo que dio lugar a este pago, y es mencionado en la data que solicita Marcos de Jacomar el  16 de febrero de 1517, donde al describir las tierras que solicita dice: «.... en termino de la dicha Arucas camino de la villa de Galdar esta un pedaço de tierra montuosa en que podra aver hasta dos cahizes de tierra de senbradura poco mas o menos que ha  por linderos de la parte de arriba tierras de Alonso Martine de la parte de abaxo el barranco Seco hondo e de la otra parte el atajo que va al trapiche e por la otra parte el camino de Agaldar, del qual ninguno se a probechado hasta oy e yo lo querria desmontar e aprobechar para pan senbrar...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Los dos cahíces que equivalen a unas 24 fanegadas de tierras de cereales dice que están entre el "camino de Gáldar", el "atajo que va al Trapiche" y el "barranco Seco hondo" que puede ser la Hoya del Cano, son tierras cercanas a este pago, que aunque no podamos concretar si es un testimonio del atajo entre Bañaderos y El Trapiche. Es un antiguo atajo o camino conocido de muchos lugareños, que después de llegar al Risco, pasaban por donde hoy es la calle Isa, llegaba al promontorio de la Carabela y continuaba bajo el actual asfalto de la carretera hasta El Trapiche.
 
Ortofoto actual (IDE Canarias)
Si bien los más antiguos asentamientos de la primera mitad del siglo XX se localizan de forma dispersa en el cercano y septentrional El Risco y alguna que otra casa en la Hoya de El Cano a su poniente, a mediados de los años sesenta ya se inicia la autoconstrucción de humildes viviendas, típicas casas "cajón", algunas en dos plantas con salón en planta baja, con forjados planos y terminadas con cubierta azotea. Eran las típicas viviendas que iniciadas en la década que terminaría con una fuerte crisis económica, que se convertían en el hogar de los padres constructores y los matrimonios de sus descendientes, comportando crecer en altura o ampliar las habitaciones por su fondo.

Como ya se ha dicho, se observaba la alineación respetando el trazado recto del "atajo" o camino, y dada la inclinación de la ladera que en un corto recorrido pasa de los 120 metros sobre el nivel del mar de El Risco a los 180 de La Carabela, la cota cero o piso bajo entre las viviendas alineadas tiene una diferencia de algo más de un metro que les caracteriza, destacando la moda de la época de revestir las fachadas con una tirolesa de granito y en lo alto cristales triturados, y alguna que otra "azulejiada".

Inicio de la calle Folías (Google earth)
Como en muchas viviendas autoconstruidas, era habitual encontrar en las azoteas los típicos cuartos de lavar y algún que otro gallinero o palomar, y en algunos traspatios la cabra que aportaba la leche a la familiar y algún que otro cabrito para las celebraciones. Las reglas de vida obligaron que los primeros moradores de las viviendas terminaban por acondicionar como vivienda la planta baja o salón facilitando así su accesibilidad.

En las décadas siguientes la regulación surgida de las Normas Subsidiarias vendría a limitar la auto-construcción y el suelo edificable, que daría lugar a la aparición de alguna que otra promoción privada de edificios con más de una vivienda en la calle Folías, de trazado paralelo a la calle Isa y con vistas al barranco. 

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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