miércoles, 31 de julio de 2013

ZAMBRANO (AGAETE)

Topónimo con el que se conoce el lugar situado al norte de la carretera de acceso al Puerto de las Nieves (GC -172), donde se han construido varios edificios residenciales que llevan su nombre, a la entrada al Puerto de las Nieves.

Vista (Google earth)
La más antigua referencia del lugar la tenemos en la escritura del Heredamiento de Agaete cuyos poseedores a finales del siglo XVIII eran Cristóbal del Castillo y Agustín Manrique:

«... se otorga ante Baltasar González el 8 de marzo de 1652. En la Hacienda del Valle de Agaete entraba el Patronazgo de la Capilla de las Nieves; unas casas altas y sobradas en Agaete; el cercado donde está la casa con su albercón, una acequia alta y otra baja por donde entra el agua del Barranco, compuesto de 11 fanegadas de sembradura; el cercado que dicen de la Torre con la viña que en él está y su lagar, compuesto de 12 fanegadas con 20 días de agua de las Fuentes; el cercado de Sambrano con 1 fanegada y 1 día de agua de las Fuentes; el cercado de la Concepción de 6 fanegadas y con 6 días de agua; el cercado de las Salinas de 8 fanegadas y 8 días de agua; el cercado de las Salinetas de 2 fanegadas, 2 días de agua y las casas en que se recoge la sal;...» (SUÁREZ GRIMÓN, V.: "La hacienda de Guayedra y el Heredamiento de Agaete ante la ocupación de realengos", Revista de Historia, nº 173, 1983).

Los lugares próximos en 1893 (Carl Norman - Fedac)
El anterior propietario del mencionado cercado de Sambrano puede ser el vecino y también propietario de tierras en Gáldar Estevan Sambrano, nombrado en los linderos en una solicitud al Reformador de confirmación de distintas compras de tierras realizadas por Batista de Riverol en enero de 1507, dada su condición de extranjero (MORALES PADRÓN, F.: "Canarias en el Archivo de Protocolos de Sevilla", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 8, 1962).

Homenaje al bailarín Lorenzo Godoy, nacido en el Valle (S. Jiménez)
En la descripción que se nos da de las propiedades del Heredamiento de Agaete que destacamos con subrayado, se hace referencia a los orígenes de otros topónimos próximos como lo son en dirección sur, Las Torres inmediato a este lugar de Zambrano y La Concepción más lejos de la costa, en las márgenes de la carretera de Agaete a la Aldea de San Nicolás (GC-200).

Al norte tenemos, las referencias a las aguas de la Fuente Santa, y las Salinas, con el derivado de las Salinetas, al pie de los Llanos del Turman en lo que fuera el gran cauce del barranco y el desaguadero del mismo, la antigua ensenada dibujada en su mapa por Leonardo Torriani a finales del siglo XVI.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)


jueves, 25 de julio de 2013

YEGUA/S, ... DE LA/S (ALDEA DE SAN NICOLÁS, ARTENARA, MOGÁN, S. BARTOLOMÉ DE T., TEJEDA)

Topónimo que en la isla aparece asociado generalmente a distintos accidentes geográficos.

En la Aldea de San Nicolás, encontramos el Peñón de La Yegua, al sur del Canal del Bentaiga; en Artenara, tenemos colindantes el Lomo y la Hoya de La Yegua, en los altos del Andén Verde; en Mogán está una Degollada de Las Yeguas al sur del Canal de Las Niñas; en San Bartolomé de Tirajana son dos Degolladas de Las Yeguas, una junto al cauce del barranco de Chamoriscán al sur del Almogaren Grande y otra en el Macizo de Amurga junto al Lomito Colorado, al sur de los Andenes del Zig Zag y del  propio Morro de la degollada de Las Yeguas, así como el Lomo de Las Yeguas al sur del Caidero de Mediafanega; y en Tejeda tenemos otra Hoya de La Yegua, al sur del Risco del Camello en los roques del Bentaiga y al norte de El Carrizal.
Morro y degollada de Las Yeguas (Patrinet)

Esta gran cantidad de topónimos en singular y plural obedece a la importancia que en la antigüedad tenía la posesión de una buena yegua, pues no se ha documentado su presencia en la isla como ganado "guanil", expresión adquirida de los aborígenes que se daba a los animales que vivían en estado salvage. Guanil: «Dicho del ganado que se cría suelto, que no tiene marca que identifique al dueño » (ACADEMIA CANARIA DE LA LENGUA: Diccionario Básico de Canarismos, Sta. Cruz de Tenerife, 2010).


El valor de las yeguas desde los primeros años de la conquista era elevado con respecto a otros animales, consecuencia de su difícil transporte marítimo desde la península, que popularmente bautizaría el trayecto: «En esa ruta hacia las Américas, las Islas Canarias jugaban un papel decisivo toda vez que el primer tramo de la navegación era costoso. Al espacio que separa la Península y Canarias se le conocía como el “Golfo de las Yeguas” debido al número elevado de estos animales que en ese tramo perecieron y fueron echados al mar, al no haber sido capaces de soportar la travesía desde el continente europeo hasta el archipiélago » (CAPOTE, J. Y OTROS: "Introducción de caprinos en las Islas Canarias y América ...", XXVII Jornadas científicas  de la S.E.O.C., 2002).

Cartografía Abraham Ortelius s. XVI (J. Tous)

Probablemente el fenómeno de la "heteronimia" (DRAE: Fenómeno por el cual dos palabras que corresponden a dos términos gramaticales en oposición proceden de raíces diferentes) se deba al distinto valor de mercado, pues desde los primeros tiempos de la humanidad no debió ser igual el precio del "toro" y la "vaca", ni tampoco el del "caballo" y la "yegua".


No resultaría extraño que muchas yeguas que iban camino de América se quedaran en la isla, y cuando a la isla arribaban, ya no podían salir. 

Las Ordenanzas del Cabildo de 1531 establecía la prohibición de su exportación «Otrosí que no se saquen ny puedan sacar desta ysla yeguas ni bacas sin licencia de la cibdad so pena de haber perdido lo que de otra manera sacaren o su valor» (MORALES PADRÓN, F.: Ordenanzas del Consejo de Gran Canaria (1531), Sevilla, 1974).
Yegua con potrillo (mirartegaleria-com)

Las yeguas además de parir potrillos, cuando se cruzaban con asnos engendraban mulos, que eran muy apreciados para el trabajo de cargas, muy utilizados para el transporte de las maderas para los barcos, casas e ingenios, cenizas para los cultivos y hielo para la nevera de la Catedral. Trasladarse en yegua por los caminos reales era un signo de distinción para la clase privilegiada.


La yegua aparece en las crónicas e historias de la conquista con los más diversos calificativos: castaña, morcilla, rucia, habanera, de pelo blanco, gris y rojo; o por su condición mansa, preñada, parida, de vientre; recibiendo nombres tan cariñosos como "La Romera" o "La Alpargata".
Por la Carretera del Puerto en 1895 (L. Ojeda Pérez - Fedac)

Era parte del patrimonio que recibían los emigrantes canarios en sus auténticas odiseas en las Américas que fundaron:

«La Corona se comprometía -con los colonos canarios que fueron a la Florida- a proporcionarles tierras, dos vacas, una puerca de vientre, cinco gallinas y un gallo, un caballo y una yegua, y todas las semillas necesarias para una primera cosecha, o para una segunda si la primera se malograba»  (GARCÍA VENERO, M.: Canarias, Biografía de la región atlántica, Madrid, 1962).

Y cómo no, en el nacimiento de los nuevos estados como Venezuela, donde cada canario que se embarcó en la segunda mitad del siglo XVIII fue:

«... por la promesa que allí generalmente les hizo, como fue dar a cada familia diez vacas de vientre y un toro padrote, una yegua y un caballo, veinte ovejas y un padrote, una puerca y un puerco» (HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, M.: "Colonización canaria y política misional en Venezuela - Siglos XVII-XVIII", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 40, 1994).

Jornaleros en 1910 (T. Gómez Bosch - Fedac)
Desde los primeros años de la Conquista, se encontraban entre los patrimonios usurpados a los injustamente condenados en los pleitos entre las grandes familias:



Carromatos en San Roque 1910

(Kurt Herrmann - Fedac)
 «... y los dichos cuñados del dicho Pineda con los demas sus parientes y por mandado del dicho D. Rodrigo entraban en la dicha hacienda del dicho Bernardino de Carvajal y le destruian sus sementeras echando sus propios ganados de ellas, y le mataban los ganados y se los comian y destruian vendiendole sus yeguas, vacas, bueyes y caballos y puercos y cabras y el vino y otras cosas que tenian en sus casas y asi mismo en los parrales, estando por vendimiar » (El MUSEO CANARIO, ARCHIVOS DE: "Proceso contra Don Rodrigo Manrique de Acuña por haber condenado a Bernardino de Carvajal como reo del asesinato cometido en la persona de Hernando de de Pineda. 1556". Colección de documentos para la historia de las Canarias , t. lI, Legado Millares [I. C. 6]).

Aparece también en los legajos de los grandes conflictos sociales como el Motín de Agüimes:

«... pasar a la casa que Don Francisco Amoreto tiene en sus Salinas,quemarlas, desharretar todas sus yuntas y matar una yegua» (SUÁREZ GRIMÓN, V.J.: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria, en la crisis del antiguo régimen, Las Palmas de GC, 1987).

En los testamentos y en los libros de los milagros:

«... en el año 1726, Pedro González, del pueblo de Teror, en compañía de su esposa, la que montaba en barandillas en su yegua, al pasar por lomas alto de la cuesta que llaman Ladera del Droguillo, se le despeña la yegua, dando una vuelta por encima de su esposa, y siguió dándolas hasta más de dieciséis varas de distancia, sosteniéndose en un arbolillo silvestre. Entre tanto acude su esposo a la. Virgen del Pino, y cuando creía que su mujer estuviera muerta o poco menos, por la caída, y haberle cogido debajo de la bestia, vio que ni ésta ni su mujer recibieron daño alguno». MIRANDA NARANJO, J.: Historia de la Muy Milagrosa y de Antiguo Venerada Imagen de la Virgen del Pino, Las Palmas de GC, 1927).


Vista de la Degollada de Las Yeguas (Esteban Cabrera Méndez)

Y cuando en la segunda mitad del siglo XIX se luchaba contra el Cólera Morbo:

«El párroco de Santo Domingo Don Antonio Vicente González realizó prodigios de valor asistiendo a los enfermos del asilo anejo a su parroquia; creó hospitales auxiliares y murió, víctima de la plaga, cuando, sobre su yegua blanca, llevaba consuelo a los moribundos. Los médicos también murieron o enfermaron. Los caminos de la isla se llenaron de cadáveres y de sepulturas » (BLANCO, J.: Breve Noticia Histórica de las Islas Canarias, Madrid, 1976).

Tomás Morales 1908-1910 (Fedac)
Y llevando en sus lomos a grandes poetas de la isla:

«Al volver de la expedición de los Tilos nos encontramos á otro gran Morales, al poeta inspiradísimo Tomás Morales, á uno de los más ilustres de la nueva generación de vates españoles. Viene á nuestro encuentro caballero en yegua y trae como lanza una fusta que por ser regalo de una bella y de talento tiene para él precio inestimable. La fusta del poeta Morales manejada por él cuando recita, á modo de tirso del Dios Baco, el dios de la alegría, de la danza y del teatro, posee singulares simbolismos» (MOROTE, L.: La tierra de los Guanartemes, París, 1912).


Sin olvidar la pasión por las competiciones deportivas y las grandes apuestas:

«... antaño se consideraba un honor haber sido jinete o participado con el caballo o la yegua en las carreras de Artenara» ( LUJÁN HENRÍQUEZ, J.A.: Aspectos históricos de Artenara, Las Palmas de GC, 1994).

Después de esta extensa literatura sobre la importancia que la yegua tuvo en la isla que justifica la multitud de topónimos, nos ocupamos de comentar uno de ellos, la Degollada de Las Yeguas junto al cauce del barranco de Chamoriscán y al sur del Almogaren Grande, en un paraje del que hemos hablado de su proximidad a los ritos aborígenes, pues en el morro de la degollada encontramos vestigios muy significativos.
El primer conjunto arqueológico (Patrinet)
Son tres conjuntos arqueológicos de los que PATRINET dice que el primero está formado por cinco estructuras de piedra seca. Una torreta cilíndrica realizada a base de lajas de fonolita, en buen estado de conservación, con ejes de 1,60 y 1,70 metros y altura aproximada de 0,95 metros.

La segunda unidad probablemente sea el resto de una estructura circular muy arruinada y conserva dos piedras hincadas verticalmente. Las restantes estructuras en mala conservación, de planta circular conservando algunas piedras hincadas verticalmente. Se deduce que eran cinco torretas.
El segundo conjunto arqueológico (Patrinet)
 El segundo conjunto arqueológico compuesto por tres estructuras de piedra seca de tendencia circular, las cuáles, ubicadas en los extremos norte, sur y oeste del morro, a pocos metros del borde del cantil.

Si bien se encuentran bastante derruidas y que alguna mantiene varias lajas hincadas verticalmente, se deduce que conformaban tres torretas de ejes entre 2,50 y 3,00 metros.
El tercer conjunto arqueológico (Patrinet)

El tercer conjunto formado por cuatro unidades: la primera de ellas es una torreta de piedra seca situada en el extremo norte del morro, que está muy derruida y mal conservada.

La segunda estructura se compone de un grupo de cuatro grandes piedras hincadas verticalmente, las cuáles, se apoyan las unas en las otras, se encuentran calzadas con piedras de pequeño tamaño y están ligeramente caídas o inclinadas.

Otra estructura de piedra seca de planta circular cuyo aparejo fue realizado con lajas colocadas horizontalmente, en su extremo oeste aprovecharon un afloramiento de roca natural, al que le adosaron muros.

La última unidad es un muro de piedra seca con lajas colocadas horizontalmente, que cierra verticalmente el extremo sur del morro, que posee en su base algunas lajas colocadas verticalmente y en algunas zonas aprovecha los afloramientos naturales de fonolita para configurar su estructura.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

martes, 23 de julio de 2013

VERDUGADO, LOMO EL (STA. MARIA DE GUÍA)

Topónimo con el que se conoce el morro que forma el interfluvio entre los barrancos de Moya y de San Felipe, este último formado por la unión de los barrancos de Calabozo y de Valerón.

Vista del lomo (hachePH)

Algunas fuentes dicen en cuanto al origen del mismo que «El nombre de "EL Verdugado" tiene origen en las suertes de tierra que en el siglo XVI le fueron asignadas al verdugo de la Real Audiencia como dotación. En esta misma zona tuvo tierras en los siglos XVIII y XIX, la noble familia de Verdugo» (JIMÉNEZ SÁNCHEZ, S.: "Los yacimientos arqueológicos del Morro del Verdugado, La Lapa ...", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 11, 1965), información que no podemos ampliar por no darse más referencias bibliográficas por el fallecido Delegado de Excavaciones Arqueológicas en su ponencia. 
Croquis S. Jiménez Sánchez (Ibídem)
Ante tales aseveraciones que hemos de considerar fundamentadas en sus propias investigaciones, parece interesante conozcamos la escasa información del oficio de "verdugo" que «es antiguo pero mal documentado. El fuero de Gran Canaria estipula su existencia, mientras que los acuerdos del cabildo de Tenerife citan algunos de sus titulares: Francisco Diaz, Juan de Castilla y un tal Valladolid y el salario que les estaba señalado, tres doblas para el segundo de los citados y 2.000 maravedíes para el tercero. Su función era la ejecución de las penas impuestas por la justicia, no sólo las capitales, sino ,más comunmente, las de azotes, mutilación de miembros, etcétera» (AZNAR VALLEJO, E.: La Integración de las Islas Canarias en la Corona de Castilla. 1478-1520, Madrid, 1983).

La única mención documentada que tenemos sobre un verdugo en esta isla es de «María Gómez, de Ávila, mujer de Pedro González, verdugo» (FAJARDO SPÍNOLA, F.: "Las Palmas en 1524: hechicería y sexualidad", Anuario Estudios Atlánticos, 1985).

Alto del lomo (Patrinet)
La descripción que el mismo investigador realizara del yacimiento allí encontrado nos acerca a la importancia que pudo tener en la prehistoria de la isla por su propia localización:

«El que fue lugar de un modesto poblado aborigen montaraz, y por lo tanto esencialmente pastoril, de cuevas y de alguna otra vivienda de piedra sin adobes, es un exponente reiterado de atalaya y de balconada estratégica, como tantos otros que hemos localizado por toda la costa de medianías de Gran Canaria. Su altitud sobre el nivel del mar alcanza los 400 metros. Fue lugar verdaderamente excepcional no ya por los amplios horizontes que dominaba, sino muy principalmente por disponer de abundantes pastos, buenas tierras de sembradura g de aguas corrientes de barrancos y nacientes» (IBÍDEM). 

Detalle (Patrinet)
El conjunto arqueológico está conformado por cuevas viviendas, cuevas y solapones funerarios, vivienda de piedras sin adobes, tagoror y muros de limitación y cerca.

Siguiendo la ficha de PATRINET, en lo alto del morro se identifican estructuras de piedra. Una circular de unos 4 metros de diámetro, de una hilera de piedras. Adosada al norte de esa otra estructura circular de unos 6 metros de diámetro, de varias hiladas de muro, con entrada orientada al sur. al igual que la anterior, esta estructura tampoco tiene un acondicionamiento interior. Estas estructuras se encuentran protegidas con dos muros de piedra seca, al norte y sur, con pequeños derrumbes. 

Cuevas de habitación (Patrinet)
Dice el investigador sobre estas estructuras que «Responde al clásico recinto llamado "tagóror", que indefectiblemente venimos registrando en los poblados aborígenes canarios, lo mismo de litoral que de medianías y cumbres; recinto circular en el que los moradores de aquéllos hacían sus juegos, como la lucha y danza, y sus asambleas, y aún, por falta de "almogarén" o santuario, sus reuniones sacrales», señalando además que es de tipo sencillo, y unido al mismo se encuentra un caserón de piedras «de planta elíptica con un diámetro mayor de 5,40 metros y menor de 4,60 metros».

Detalle cueva habitación, con aprovechamientos posteriores (Patrinet)
Las cuevas naturales que fueron utilizadas como viviendas son tres, una de ellas es un canal lávico de unos 50 metros de profundidad, con un espacio útil es de unos 15  por los derrumbes del techo, con restos de un muro de separación, con material en superficie (cerámica y fauna).


En el andén inferior, hay un solapón natural de unos 4 metros de profundidad por 3 de ancho, con un muro de acondicionamiento en su entrada. La última la cueva parece otro canal lávico de menores dimensiones, con material en superficie de cerámica y fauna.
Cuevas funerarias (Patrinet)

En el andén inferior al lomo se encuentra los solapones funerarios, en un número de veintitres23, dispuestos de forma consecutiva a lo largo del andén, doce de los cuales con restos óseos visibles (fragmentos de cráneo y huesos largos). Se estima pudieron servir como depósito secundario por sus reducidas dimensiones.
 
Túmulo funerario (Patrinet)
Destaca en especial uno de estos solapones que presenta una gran acumulación de huesos dispuestos en un amontonamiento, posiblemente producto de expolios, y la presencia de fragmentos cerámicos. Por último una pequeña estructura tumular formada por un círculo de piedras de gran tamaño que se ha rellenado con otras de menor tamaño.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)