domingo, 31 de marzo de 2013

GALEÓN, LOMO (S. BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Actualización: 2013/05/01
Topónimo con el que se conoce un largo y gran lomo que desde la Punta de su nombre situada al poniente de la moderna Urbanización Salobre y al naciente del Caiderillo de la Montaña, desciende en dirección sur hasta la costa, donde la pequeña cala recibe es llamada Playa del Lomo del Galéon, situada entre Piedras Caídas y la playa del Molinero.

El lomo es atravesado por la Autopista del Sur (GC-001) por el túnel junto al acceso al Salobre, y ya junto a la costa por la antigua carretera de Maspalomas a Arguineguín (GC-500). Siguiendo el trayecto de esta última antigua carretera del Sur, hemos mencionado las pequeñas calas que encontramos a partir de la más visible playa de las Pimientas hasta llegar a la bahía de Santa Águeda y playa del Pajar, prácticamente junto a la cementera de Arguineguín.

Vista del lomo (Patrinet)
Antes de que conozcamos del presumible origen del topónimo, es necesario conocer de algunas referencias del lugar, ocupándonos en primer lugar de los asentamientos aborígenes de la prehistoria, y luego conocer de los hitos acontecidos en el siglo XVII ya en la historia de la isla.
Vista aérea

Hemos de recordar que la isla conoció tres grandes agrupamientos poblacionales en su prehistoria: Gáldar, Telde y Arguineguín.

El mayor poblamiento de este último es el yacimiento de El Pajar, conociéndose de otros asentamientos menores en torno al mismo estratégicamente situados a lo largo de la costa, en los municipios de San Bartolomé de Tirajana y Mogán, y otros más hacia el interior como son los que se localizan en la cuenca alta del barranco de Arguineguín y otros muchos.
Yacimiento arqueológico del lomo (Patrinet)

Entre los costeros, tenemos el yacimiento del Lomo del Galeón donde la ficha de PATRINET distingue al menos tres conjuntos. El primero formado por diez enterramientos unipersonales profanados; tiene una cista pétrea de lajas colocadas verticalmente y cubiertas con otras, sobre las que se eleva un pequeño montículo de menudas piedras o gravas traídas.

El segundo conjunto es de seis enterramientos situado por encima del anterior, e integrado por seis cistas de las mismas características. Y el tercer conjunto es de tres enterramientos, situado por debajo de la carretera, apreciándose restos de muros que pudieron haber sido cistas.
Vista de la playa (Google earth)

Muy cerca como ya se ha dicho, en la playa de las Pimientas, se encuentra el yacimiento arqueológico conocido como El Llanillo que se compone de dos zonas diferenciadas, separadas por la cañada que divide la plataforma donde se asienta el yacimiento.


Vista desde el lomo de El Llanillo en la Playa de las Pimientas (Patrinet)
En las excavaciones realizadas en el año 2002, después de la exhumación de seis estructuras, se detecta que cinco son de factura prehispánica y una presenta modificaciones de tiempos históricos.

Es en este yacimiento donde se produce el encuentro de los vestigios prehistóricos con los históricos, pues aparecen juntos un hogar central con gran cantidad de cenizas, áreas de tallado de industria lítica, restos de ovicápridos enterrados y una estructura habitacional, con dos sectores diferenciados con la misma entrada, donde uno de ellos ha sufrido remodelaciones en tiempos históricos con un pavimento realizado con un mortero blanco.
Yacimiento arqueológico de El Llanillo (Patrinet)

Al suroeste de esta gran estructura hay otra de la que inicialmente se estimó era un túmulo, si bien las dimensiones de la cista central de aproximadamente cinco metros, sin remate superior y con un relleno interior heterogéneo de piedras y cantos, además de restos óseos dispersos. En dirección noreste, separada de las otras estructuras, hay una estructura circular, cuya forma y contenido óseo de ovicápridos. Tras su excavación se comprueba que se trataba de un horno de filiación histórica, sin que se pudiera determinar su funcionalidad.


Es a partir de estas estructuras modificadas cuando las investigaciones históricas transversales vinculan el lugar con el proyecto empresarial realizado en la segunda mitad del siglo XVIII para la pesca de la ballena, y de esta actividad con mucha probabilidad el origen del topónimo del Lomo de Galeón.
Estructura modificada con mortero blanco (J.M. Santana Pérez)

Desde que en mayo de 1747 aparecieron en el Puerto de la Luz treinta y siete cetáceos muertos de los que obtuvieron mucha grasa, y eran frecuentes los avistamientos en el Mar de las Calmas, las noticias que llegaban de los grandes negocios que americanos e ingleses iniciaban en las costas de Perú y Colombia, despertaban nuevas expectativas económicas para la isla.


«Los Amigos del País de Las Palmas, en una junta de 23 de marzo de 1778, comenzaron a tratar por primera vez, de instaurar la pesca de ballenas en Canarias a la que consideran "un manantial de riqueza". La primera acción fue nombrar a dos personas comisionadas para que elaborasen informes sobre las fechas en las que esos cetáceos pasaban por las aguas del Archipiélago, abundancia, zonas principales y las posibilidades de establecer esa actividad aquí, para eso se les explicitaba que debían tomar contacto con los "prácticos en las aguas de Berbería" (...) Miguel Hermosilla se hacía eco de la presencia de cetáceos en esas demarcaciones: "...la abundancia de ballenas de que está poblado este pedazo de mar y en donde llaman las Calmas de Canaria.

Los mugidos o bramidos que allí hacen con que atemorizan cuantos se arriman a aquella costa...» (SANTANA PÉREZ, J.M.: " La pesca de cetáceos en Canarias", Anuario de Estudios Atlánticos, nº 57, 2011). La cita entrecomillada que hace el autor corresponde a su nota al pie que dice HERMOSILLA, Miguel (1779): Descripción topográfica, político y militar de la Isla de Gran Canaria. 1777. Copia de Agustín Millares en 1877. A.M.C., sig: III-A-23, cap. 15, fol. 5v. Citado en SUÁREZ MORENO (1997), p. 61.
Chacalotes en aguas canarias (WWF España)

La Sociedad Económica de Amigos del País fue más allá y convocó un premio de 300 reales de vellón para la primera persona que lograse arponear una ballena. Hubieron varios intentos fallidos por falta de experiencia, y cuando en el primer trimestre de 1779 se avistaron más ballenas, se convocó de nuevo el premio, y fueron equipados dos barcos con trece marineros. Así fue como el 2 de abril arponearon un ballenato que pudieron sacar a la orilla, y al día siguiente, otro.

Estos hechos animaron la suscripción de acciones de la nueva compañía donde Vieja y Clavijo puso 100 pesos, siendo emulado por otros, y «... prepararon barcos con pipas, tinas, calderas, embudos y demás instrumentos para aprovechar a ambos cetáceos, que calcularon medían 24 pies de largo y cinco de alto y, efectivamente su aceite fue aprovechado» (IBÍDEM).


Dice la misma fuente que el proyecto quedaría paralizado por la guerra con Inglaterra, hasta que «El 16 de septiembre de 1782, el Corregidor José de Eguiluz envió una carta al Conde de Peñaflorida en Guipúzcoa, donde le contaba la abundancia de ballenas en los mares canarios, así como las experiencias realizadas los años anteriores. Le contaba la necesidad de balleneros expertos para que enviase alguno, ofrecía costear los gastos del viaje, un salario moderado, los gastos de regreso, dos acciones liberadas de cien pesos cada una y la posibilidad de que pudiese comprar otras acciones como si fuera natural de la isla. Cuatro días más tarde dicho Corregidor propuso al Consejo fomentar la pesca de ballenas. 

Vista de la Playa Lomo Galeón

En junta de 8 de noviembre de 1784 volvieron los intentos por fomentar esa actividad. Ahora planearon traer desde el País Vasco o de Cantabria personas experimentadas en ese arte, pero las gestiones realizadas en la villa de Comillas por parte de Juan de la Reguera no dieron fruto».


Después surgirían problemas cuando se proyecta la creación de una compañía mayor que abarcara todo el archipiélago y es así como «A partir de aquí, hallamos un conflicto de intereses entre el Comandante General marqués de Branciforte -con residencia en Tenerife- y los Amigos del País de Las Palmas por el protagonismo en la dirección de la caza de ballenas. A pesar de todo, el 2 de marzo salieron de la caleta de Santa Ana, en la ciudad de Las Palmas, siete lanchones y un barco de costa con marineros y pertrechos para cazar ballenas en el sur de la isla.


En junta de 5 de marzo de 1785, fue leída una carta del conde de Floridablanca que desplazaba políticamente a los socios a favor del marqués de Branciforte que recibe todo su respaldo».

Primer plano de la playa (Faycan Hurter)

Distintos fracasos en las capturas siguientes sería motivos suficientes para que «Fundamentándose en estas experiencias, el 16 de mayo de 1786, Branciforte decide llevarse la expedición a Tenerife y a La Gomera relegando del todo a Gran Canaria».


Dejando a un lado la pequeña historia de la ilusión que la isla había puesto en este "manantial de riqueza" y que acabó en desilusión por la falta de profesionales y el sempiterno centralismo hegemónico de la isla de Tenerife, volvemos a este lugar del topónimo, donde la misma fuente nos aclara las desconocidas estructuras encontradas en El Llanillo:


«Justamente al lado del Lomo del Galeón, hemos localizado un horno que estaba enterrado con una hilada de piedras, tras dos campañas de excavaciones arqueológicas ordenadas por el Cabildo Insular de Gran Canaria, bajo la dirección de Julio Cuenca, se trabajó en 2003 y 2005. Ha aparecido este horno que no tenía cubierta, es de forma circular y las piedras inferiores presentan restos de haber sido quemadas.

Creemos que efectivamente los restos aparecidos tienen relación con la compañía ballenera porque está justo en la zona que la documentación manejada señalaba estas expediciones de cazas de ballenas. La tipología que presenta dicho horno coincide con la forma y las dimensiones que podría haber sido utilizado para procesar la grasa de los cetáceos. Creemos que podían haber sido fabricadas para calentar las marmitas con las que se procesaba la grasa o saín de las ballenas».

Estructura para despiece de las ballenas (J.M. Santana Pérez)
Nos identifica además el aprovechamiento de la estructura cercana a la construcción primitiva reutilizada en el siglo XVIII: «Además, a unos 50 metros, hay otra estructura cuadrangular excavada en la piedra del suelo, con un canal de desagüe y, cercano a ella, unos ganchos de hierro que podrían ser un lugar de trabajo y despiece de los cetáceos capturados.» (IBÍDEM).


Conocida la prehistoria y la historia del lugar, creemos que el nombre del lugar o topónimo debe venir del tipo de embarcación empleada para la captura de ballenas que allí recalaba con las piezas, y que coinciden con aquellas que desde el siglo XVI los grandes especialistas del Cantábrico venían utilizando:
Ilustración de un galeón ballenero vasco

«El galeón de tres palos iba armado de 18 cañones y llevaba un arsenal de arcabuces, ballestas y numerosas armas cortas de acero. Llevaba de repuesto velas y jarcias, cuerdas y maromas, cinco txapulas bien equipadas para la caza de la ballena (cuatro para uso normal y la quinta de repuesto). Llevaban además pez, estopa y grasa de animal para calafatear el barco tanto a la ida como a la vuelta, elementos para la construcción de hornos, tejas para las txabolas... Carne, cecina, tocino, alubias, habas, galletas... vino, sidra, txakoli y pattarra.. Mientras el armador busca dinero a crédito, el capitán completa la tripulación de treinta hombres elegidos por el armador, hasta llegar a setenta y cinco. Busca sobre todo buenos arponeros y para eso ha venido de Portugalete a Guetaria » (ARRINDA, A.: "Los vascos y el mar, desde Deba", Munibe, Antropologia - Arkeologia, nº 42, 1990).

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

No hay comentarios:

Publicar un comentario