martes, 24 de julio de 2012

NEGROS, MONTAÑETA DE LOS (SANTA BRÍGIDA)

Topónimo cono el que se conocía una antigua montaña, que se recuerda con el nombre dado a una calle de la Cuesta de El Reventón, al sur de la Fuente de los Berros.

Su nombre hace alusión a los negros que cultivaban estas tierras en los siglos XVI y XVII. Este y otros topónimos corren el riesgo de perderse por la progresiva urbanización de la zona, en la que se imponen denominaciones más comerciales de acuerdo con el interés de los promotores urbanísticos.

Este topónimo está muy vinculado a los negocios que el holandés Daniel Vandame hacía en el último cuarto del siglo XVI para hacerse con esclavos negros a buen precio, negocios en los que participa indirectramente pues no comparece en el fletamento de los barcos: entregan pipas de vino a capitanes, maestres y señores dc navíos para que a cambio  le traigan de Cabo Verde algunas "piezas de esclavos", siendo el vino que cosechaba en la Caldera y sus proximidades uno de los productos más demandados en el trueque.
Lagar (Fedac)
«Mayor cantidad de vinos y derivados es la que recoge en su navío San Pedro, Lorenzo Pita, portugués, vecino de la isla de la Madera, en 1587: de Miguel Afonso 8 pipas; de Diego Hernández 12 y de Fructuoso Hernández 20. Estos tres vecinos fletan el navío para ir a Santiago de Cabo Verde, y pagarán de flete 38 reales por tonelada, que se entienden dos pipas por tonelada. Por el flete paga Afonso 120 reales, Diego Hernández 180 y Fructuoso Hernández 120 reales. Se ha de consignar que por el mismo flete lleva Afonso 1 pipa llena de vinagre, 2 botijas de aceite y 5 pipas más de vino, y Diego Hernández 1 pipa de bizcocho.

Llegados a Santiago, Pita los aguardará un mes para que vendan la mercancía y pasado este tiempo, el resultado de ella se los traerá en el pañol del navío. Pagarán de flete por sus personas y una caja de matalotaje 33 reales cada uno; por las mercaderías conforme a las demás que se trajeren y por los esclavos, por cada uno y su matalotaje 33 reales. A los esclavos ellos le darán de comer y Pita les dará agua y fuego en todo el viaje ».
Vista de la montañeta (Google earth)
El mencionado Miguel Afonso es un mero intermediario que negoció con el producto que le habían suministrado: el genovés Tomás Pinelo, que le entregó 2 botas de vino a cambio de una esclava hembra entre 14 y 15 años; y el flamenco Daniel Vandama, que le entregó 5 botas por una esclava hembra y un esclavo varón, ambos entre 15 y 16 años.

«Según esta operación y calculado el valor de las botas en 143 reales -6,864 maravedís45-, los esclavos le salen a los inversores alrededor de unos 15.480 maravedís más algunos gastos, como son: una manta, una camisa de angeo, una fanega de bizcocho y media arroba de aceite que Pinelo da a Afonso para el sustento de la esclava, y una botija de aceite, dos paños de la tierra, dos camisas de angeo y unos calzones que le da Vandama para que vengan abrigados. Además le dará a Afonso por su trabajo el 6% del valor de la venta del vino. En contrapartida obtienen máquinas de trabajo, jóvenes y saludables» (LOBO CABRERA, M.: La esclavitud en las Canarias Orientales en el siglo XVI, Las Palmas de GC, 1982)


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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