lunes, 9 de julio de 2012

MASPALOMAS, LLANOS Y PLAYA DE (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Topónimo que en la antigüedad unido al canarismo de Llanos era todo el territorio que va desde el barranco de Berriel hasta las tierras al poniente del barranco de Fataga. 

Es la propiedad de dos mil seiscientas veintitrés fanegas que describe el Mayorazgo del Capitán, Regidor Perpetuo y Familiar del Santo Oficio Francisco Amoreto Manrique el 17 de marzo de 1669, al que los distintos sucesores entre los años 1698 y 1785  realizaron agregaciones de bienes y el título de Conde de Vega Grande de Guadalupe:

«… terrenos de Maspalomas que comprende tierras de labor, montuosas para pastos de ganado, “arrifes” y arenales incultos, con casa para dueños y 43 casas para colonos, pajares, graneros, estanques, molino harinero y dos pozos de agua».
Vista aérea (fotosaéreasdecanarias-com)
Pero también la zona costera del macizo de Amurga,  que eran tierras de realengo, se incluyen en el siglo XV comprendidas en el término Maspalomas. Hay algunas referencias documentales de que las Calmas de Maspalomas se extendían desde el Castillo del Romeral hasta el «puntón» de Santa Águeda en Arguineguín, sin incluir la bahía del mismo nombre.

En cuanto al origen del topónimo hay muchas oponienos sobre el mismo. Para Néstor Álamo, el nombre de Maspalomas estaría relacionado con un conquistador mallorquín, Rodrigo Mas de Palomar, que obtuvo tierras en la zona. A partir de ahí su apellido degeneró hasta convertirse en el Maspaloma o Maspalomas actual. Algunas fuentes clasifican este topónimo como un catalanismo, a partir del apellido catalán Mas, al que se considera «… seguramente presente como elemento léxico en los topónimos compuestos Maspalomas, Mascuervo y Masamoya…».
Panorámica de 1940 (Naranjo Suarez J - Fedac)
En cuanto a sus menciones históricas, Agustín Millares narra así un desembarco en el lugar allá por el año 1479: «… Esta proposición fue aceptada con júbilo, y, bajo el mando del mismo Hernández (Pedro Hernández Cabrón), se embarcó una parte de la guarnición del Real con las tropas que de refresco habían llegado en las carabelas, acompañando la expedición como voluntario el Deán Bermúdez.

Al día siguiente, los buques se hallaban sobre la costa S. de la isla, y sin obstáculo verificaron varios desembarcos en Maspalomas y Arguineguín, recogiendo alguna cebada, higos y mucho ganado, pero ningún prisionero, porque todos los canarios, al ver los navíos, se habían refugiado a los montes y asperezas de la Cumbre…».

Tras la incorporación de la isla a la corona de Castilla, los alrededores del sistema de dunas fueron ocupadas progresivamente, siendo las labores agrarias las que tuvieron mayor incidencia. Con posterioridad en la desamortización de las tierras de baldíos y realengos que mantenían esa condición desde la Conquista, las tierras costeras de Amurga que son las otras mil veinticinco fanegas de la «Suerte de tierra en Los Llanos de Maspalomas» salieron a remate el 26 de junio de 1873 y fueron vendidas el 18 de mayo de 1875 a Fernando del Castillo Westerling, conde de la Vega Grande, por el precio de 6.400 reales de vellón.
Panorámica de 1940 (Naranjo Suarez J - Fedac)
La principal actividad que se desarrolló en los alrededores antes de 1930 fue el cultivo de cebada y de trigo. Con posterioridad a esta fecha, se produjo la irrupción del cultivo del tomate, con destino a la exportación, que ocupaba hacia principios de los años sesenta del pasado siglo la casi totalidad de la tierra, incluyendo las ganadas al complejo dunar y al barranco de Fataga.

Del anterior territorio de los Llanos de Maspalomas tras la urbanización del suelo con fines turísticos,  el nombre se localizó geográficamente en el extremo sur de la isla, apareciendo en diversos mapas el nombre de playa de Maspalomas, Charco de Maspalomas, barranco de Maspalomas, lomo de Maspalomas y pueblo de San Fernando de Maspalomas. Igualmente surgieron modernos topónimos como Playa del Inglés y Playa de San Agustín
Los Llanos en 1968 (William Hirman J - Fedac)
En la actualidad la marca turística «Maspalomas» es internacionalmente reconocida, circunstancia que motivó en el último cuarto del pasado siglo el debate sobre el posible cambio de denominación del municipio de San Bartolomé de Tirajana.

Se impuso mayoritariamente el criterio de mantener la denominación histórica del municipio y de asociar la divulgación de la marca turística al mismo. Surgieron también opiniones, dentro del debate, que proponían rescatar el antiguo nombre de San Bartolomé de Tunte, ante el temor al traslado de la capitalidad municipal a la costa.

Al final, todas las posiciones se conciliaron de forma que el municipio mantiene su denominación, la marca turística ha alcanzado mayor notoriedad y se la vincula al municipio, la aborigen Tunte se asocia con el aspecto cultural y etnográfico, la capitalidad municipal se ha mantenido donde siempre y en la costa se dispone de un edificio donde el ayuntamiento presta todos los servicios al ciudadano.
Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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