martes, 26 de junio de 2012

LÁZARO, RISCO DE SAN (LAS PALMAS DE GC)

Es uno de los barrios que formaban los antiguos Riscos de la Ciudad, que toma su nombre de la advocación de la ermita, advocación que no podía ser otra ya que era la de todas las leproserías.

El 14 de noviembre de 1510 el Cabildo requiere a través de la Corona información a Sevilla sobre el funcionamiento de la casa de leprosería que era llamado "mal de San Lázaro":

« Orden al mayoral de la Casa de San Lázaro de la ciudad de Sevilla, a petición del concejo de Gran Canaria, para que envíen a dicho concejo un traslado de las Ordenanzas y Constituciones de la mencionada casa con destino a la que se ha edificado en dicha isla para atender a los enfermos del mal de San Lázaro » (AZNAR VALLEJO, E.: Documentos canarios Registro General del Sello (1476-1517), Sta. Cruz de Tenerife, 1981).


El Risco en 1888 (Ojeda Pérez - Fedac)
El Hospital de San Lázaro, de donde se popularizó también el término "lazareto" de la Ciudad, estuvo emplazado en el siglo XVI a la altura de la actual calle Murga, aislado del casco urbano y fuera de la muralla, siendo citado en 1522 en un reconocimiento de deudas por su mayoral Alonso de Covarrubias. En 1527 ya se está edificando su segunda sede junto al Risco, apareciendo las dos construcciones en el plano de Leonardo  Torriani de 1590 (HERRERA PIQUÉ, A.: La ciudad de Las Palmas. Noticia histórica de su urbanización, Las Palmas de GC, 1978).

En el reinado de Felipe II se expidió una Real Cédula de 20 de noviembre de 1556 por la que se ordenaba que el Hospital de Elefanciacos que había en Las Palmas observase las mismas ordenanzas que regían el Hospital fundado en la Ciudad de Sevilla.

Edificada la ermita junto al hospital, toma de él su nombre el Risco donde se asienta una población típica de los arrabales. Los históricos «riscos» de San Lázaro, San Nicolás, San Roque, San Juan y San José, de naciente a poniente, representan suburbios históricos de la Ciudad, de peculiar pintoresquismo, lugares donde vivían los artesanos y la clase más humilde en viviendas autoconstruidas o casas-cueva.

Bajada de el Risco en 1925 (Fedac)
Situado entre el Risco de San Nicolás y el Castillo de Mata, y tras ser conocido por la advocación de la ermita, su primera constancia histórica como asentamiento queda atestiguada en el siglo XVII, gracias a la representación cartográfica en el plano de Pedro Agustín del Castillo.

Aún cuando los asentamientos en los Riscos de San Lázaro y San Nicolás eran distantes entre sí, el crecimiento de ambos en los siglos posteriores alcanzó la unión de ambos, considerándose a partir de entonces que la
proyección de la Plaza de San Bernardo, donde estuvo el convento de las monjas bernardas, era la frontera entre ambos, aunque otras fuentes prefieren situarla en la proyección del convento de los franciscanos en la actual Iglesia de San Francisco, línea que se adoptó igualmente para el Castillo de San Francisco.

El recorrido descriptivo de la nocturnidad en el asentamiento poblacional de este Risco que realiza Domingo J. Navarro en su artículo "El Parrandista" (1850) es muy elocuente:

«… subían la calle de San Justo. A cada paso que daban miraban ambos con profunda atención las casas que en anfiteatro ocupan el declive de la montaña, para ver si descubrían en alguna de ellas la luz que debía servirles de faro en su difícil navegación. Empero sus observaciones eran siempre inútiles porque la oscuridad más profunda reinaba en torno del silencioso barrio, sin que ni un farol ni una estrella viniese a alumbrarles en su camino.

Este inconveniente no podía sin embargo detener a nuestros dos amigos, que conocedores de aquellas estrechas y pendientes veredas que ponen en comunicación los vecinos de las cuevas con los que habitan las casas situadas en la pendiente del risco, avanzaban sin temor de extraviarse por la ancha calle que atraviesa en toda su longitud el largo espacio comprendido entre San Nicolás y el castillo de Casamata. Muy cerca ya de este punto, volvieron hacia la izquierda, y después de subir una empinada cuestecilla…».

A partir del siglo XIX  las viviendas de primera línea del Risco eran muy demandadas, y así en la desamortización de las propiedades eclesiásticas, salen a remate bienes de distintas instituciones a los que concurren algunos compradores que aprovechan las circunstancias favorables, como Domingo Henríquez Quintana, Teniente de Milicias de Teror, que por 8.999 reales de vellón compra el 9 de enero de 1806  «cuatro casas terreras unidas en la calle del Moral y Risco de San Lázaro» que pertenecieron a la Cofradía de San Telmo; luego las vende el día 28 del mismo mes, a su hermano Francisco que era canónigo.
Subida al Risco de San Lázaro (Google earth)
El que sí parece vio una gran oportunidad de negocio fue el comerciante y propietario Manuel Cabrera Camacho, a quien ya habían adjudicado la «Casa denominada “El Mesón” en el Puerto de la Luz» que salió a remate de los Propios del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, y le fue vendida el 12 de noviembre de 1859 por 46.000 reales de vellón.

Este "inversor decimonónico" aparece como comprador de varias casas en el Risco el día 4 de enero de 1860: de las que pertenecieron al Hospital San Lázaro, una «Casa en el Risco de San Lázaro número 40» que compra por 8.000 r.v., otra con el «número 60» por 4.000 r.v. y la «número 119» por 2.000 r.v.; y otras que pertenecieron al Hospital San Martín, la «número 52» por 4.000 r.v., la «número 101» por 4000 r.v., y la «número 155» por 4.250 r.v., utilizando en el remate algunas de las veces a un intermediario, Juan Boullosa, de Santa Cruz de Tenerife, quien luego le cedía el derecho.

Hubo otras adjudicaciones a favor de los moradores de las viviendas, como la de una casa que perteneció al Convento Dominico de  la Ciudad «Casa en la calle San Lázaro número 40» vendida a Fernando Báez por 6.000 reales de vellón.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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