sábado, 9 de junio de 2012

GURUGÚ, EL (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA Y SANTA BRÍGIDA)

Actualización 2-ene-2017
Topónimo que recibe una elevación rocosa del terreno que se encuentra en Santa Brígida dentro del espacio del Gamonal, muy cerca de la Cruz del Gamonal, donde hay un escaso caserío. En San Bartolomé de Tirajana, situado cerca del Barranco de Berriel, donde también se dan caprichosas formas rocosas producto de la erosión eólica en la geológica isla vieja.


Panorámica de El Gurugú en Santa Brígida (Pedro Juan EquipoCha )
En los casos de Gran Canaria hay que aclarar que este término se incluye en el "Catálogo de Términos Guanches presentes en la toponimia" (TRAPERO, 2007), por lo que tendríamos que considerarlo en principio topónimo aborigen. No es extraño encontrar similitudes entre nuestra toponimia y la del norte de África que algunas fuentes atribuyen al origen bereber de la lengua de los naturales de las islas, sus primitivos pobladores. Pudiera apuntarse esta consideración pues se conocen también iguales topónimos en Teguise (Lanzarote) y El Pinar (El Hierro).

Siendo así, hay que considerar que el conjunto de las lenguas bereberes, lenguas amaziqs, son una rama de las lenguas afroasiáticas que se extendieron desde Egipto a Mauritania, adoptando distintos dialectos, calculándose en la actualidad unos cuarenta millones de bereberófonos, en su gran mayoría en Argelia y Marruecos. Sí así fuera, el significado aborigen puede guardar alguna relación con las caprichosas formas rocosas de las elevaciones del terreno.


Mapa de la Sierra de Nadar y su particular forma (Google Maps)
Sin embargo, si nos remitimos al norte africano, tenemos que referirnos sin lugar a dudas al Monte Gurugú, formando parte de la Sierra de Nadar (Marruecos), la cima más elevada de la península de Tres Farcas, en su costa norte que es frontera con España, en las proximidades de Melilla. Es una elevación con dos cumbres rocosas , que fuentes locales consideran que el nombre de 'Gurugú' procede etimológicamente del dialecto rifeño, 'Gur' con significado de 'corazón', y lo puede ser por la ubicación de estas cumbres en el centro de la Sierra de Nadar cuyo perímetro asemeja un corazón. No es por tanto la composición rocosa de su suelo el origen del nombre. 

A partir de esta definición morfológica del topónimo marroquí del Monte Gurugú, sin considerar su teórica condición de topónimo aborigen, hemos de encontrar otros argumentos para determinar por qué pudo producirse la importación o mimetismo en España del topónimo, pues lo encontramos además en otros puntos de la península ibérica, y normalmente en elevaciones rocosas.


Cartografía de 1859 (zumalakarregimuseoa .eus)
Al margen de que pudiera tratarse de un topónimo viajero, nacido entre los esclavos moriscos que tuvieron presencia próxima a ambos lugares, ha de tenerse en cuenta que el topónimo El Gurugú lo encontramos también muy diseminado por toda la geografía peninsular, en la gran mayoría de los casos a elevaciones significativas del terreno, veces rocosas y en ocasiones simples cerros o colinas , en alguno como en Castellón de la Plana, el nombre del monte se proyecta sobre la playa a sus pies, y así lo encontramos en muchos lugares, sin que falte tampoco una monumental fuente de agua en un montículo edificado en el Parque de María Luisa de Sevilla.


El Gurugú en la Sierra de Espadán - Castellón de la Plana (casiaventurilla.com)
Playa del Gurugú , al fondo El Gurugú en la Sierra - Castellón de la Plana
(turismodecastellón-com)
Todos ellos parecen guardar relación con el renovado patriotismo por la victoria española en la llamada Guerra de África, o primera Guerra de Marruecos, o con las que siguieron después. Las ciudades españolas de Ceuta y Melilla venían sufriendo continuos ataques por rifeños -naturales del Rif- desde antes de 1844, que eran replicados por el ejército español hasta la frontera del Sultanato de Marruecos, donde se adentraban los rifeños para evitar ser apresados o muertos.

En 1859 el gobierno de la Unión Liberal presidido por el general Leopoldo O'Donnell, que ostentaba además el ministerio de la Guerra, en el reinado de Isabel II, después de firmar un acuerdo de fortificación con el Sultanato, el ataque por desconocidos que se refugiaron en Marruecos y no castigados según la petición española, fue argumentada por O'Donnel, quien buscaba su prestigio político, para declarar la guerra al Sultanato después de haber garantizado su posición fronteriza con británicos y franceses.


El Gurugú marroquí (venpormelilla-com)
Aunque muchos opinaban que los auténticos fines eran de política interna para acabar con intrigas que ponían en riesgo el gobierno de la Unión Liberal. Las tormentas en el estrecho dificultaron el paso del ejército y tuvieron que luchar contra una epidemia de cólera, después la victoria en la Batalla de Castillejos a pesar de sufrir más de 600 bajas, la siguiente sangrienta Batalla de Tetuán de primeros de febrero de 1860, y la posterior Batalla de Wad Ras del 23 de marzo daría el definitivo triunfo del ejército español, ofreciendo el jefe militar de los marroquíes Muley El Abass la paz a los españoles y garantizando las indemnizaciones de guerra.


Regulares en el Guruqú,
lámina de Agusto Ferrer-Detmeu
(elgrancapitan-org)
El gobierno de O'Donnel sacó el mayor rédito posible entusiasmando el patriotismo español, así exhibieron por las calles de Madrid el botín, los estandartes y las armas requisadas a los marroquíes, y ordenaron la fundición de sus cañones y diseñar con su bronce los leones de la entrada al Palacio de Congresos. Durante la invasión habían movilizado a los periódicos de la época, quienes enviaron corresponsales que firmaban crónicas periodísticas, relatos, obras literarias, canciones, cuadros, monumentos, etc., muchas de ellas teñidas de un patriotismo grandilocuente y propagandístico.

Habían organizado para iniciarla reclutamientos de voluntarios en Cataluña, País Vasco y Navarra, territorios sensibles al concepto de nación-región. Se dio lugar a un proceso de efervescencia patriótica, que superaba la Guerra de la Independencia de principios del XIX, y de alguna manera se cimentaba el 'nacionalismo español' como movimiento social, político e ideológico que dibujaba la identidad nacional de España.


La maquinaria propagandística (elreto historico. tumblr.-com)
Influyó en el ánimo de la burguesía española, que apostaba por un proyecto imaginario nacionalista con todos sus símbolos, que influiría sociológica mente en la historia, en el arte en todo el territorio del estado (pintura y esculturas públicas), incluso en los territorios de ultramar, en la búsqueda el imperio perdido, y tratando de apagar los nacionalismos regionales.

De alguna manera, después en los tiempos de Antonio Cánovas del Castillo y con la influencia del historiador de las ideas Marcelino Menéndez Pelayo, el nacionalismo español se basaba en la religión católica, en la monarquía y en una determinada versión de la historia, aquello que más tarde sería bautizado como nacional-catolicismo.


Cerro de E! Gurugú en Alcalá de Henares - Madrid (E! País)
El Gurugú de Bardallur - Zaragoza (turbena.blogspot-com)
El Gurugú de Soano, Arnuero - Cantabria (regiocantabrorum-es)
Retrospectiva de El Gurugú de Lloret de Mar - Gerona
Perdió intensidad cuando la pérdida de Filipinas y Cuba, o después en 1921 con el "Desastre de Annual" en la segunda Guerra de Marruecos, aquella que el general Juan Picasso calculó se saldó con 13.363 muertos (10.973 españoles y 2.390 indígenas), por la guerra-santa proclamada por Abd el-Krim. Para recuperar el orgullo se propuso como remedio el golpe de Estado del General Miguel Primo de Riveraquien ganó la Guerra de África, pero terminó por hundir al Estado y su población , porque estas soluciones milagrosas se obtienen con la sangre de los que combaten y con la de aquellos que no guerrean y se ven obligados a subsistir en una sociedad que caminaba hacia el estado fallido. 

Fue tal la efervescencia del patriotismo y la pasión por la victoria, que de alguna manera, aquellos que participaron en la Guerra de África al volver a casa, descubrían en su tierra algún paisaje que rememoraba aquel lugar que simbolizaba la grandeza de la bandera que habían defendido, y así uno primero, y otros muchos después por mimetismo le siguieron, fueron creando los topónimos de El Gurugú en todo el territorio español y de ultramar, probablemente porque fue el icono que más pintores retrataron. Unos son de autores anónimos, otros pueden conocerse sus promotores, y otros pueden presumirse, pero todos ellos tienen el denominador común de haber participado como grandes patriotas en la Guerra de África.


La sumisión de Melílla (etretonistorico.tumbtr-com)
El Monte Gurugú se había convertido de alguna forma en un icono del patriotismo español, iniciado con la victoria del gobierno del general O'Donnel, sentimiento que reaparece después en los posteriores acontecimientos bélicos que tienen lugar entre España y Marruecos, pues aún en el caso de pérdidas de vidas humanas, eran leídas como pérdidas de batallas, que en los ámbitos militares fortalecía los ánimos para al final ganar la guerra, y así la simbología y el icono de El Gurugú se asocia al patriotismo español como vemos a continuación. 

Otros topónimos pudieron ser posteriores, como parece ser el perdido de Agaete, si bien no concuerda, pero no serían muchos porque el segundo recuerdo al Monte Gurugú marroquí, ya no lo es por una victoria, es cuando en 1909 acontece "El Desastre del Barranco del Lobo", próximo al monte y a Melilla, cuando el general Jorge Marina Vega, Comandante General de la plaza, pide instrucciones y refuerzos al gobierno, pero ya no había dinero ni patriotismos al ultranza, el ejército sufre una gran derrota y pierden la vida miles de soldados españoles. En este tiempo ya tocaba recordar El Gurugú por la gloria patriótica de la tristeza por aquellos que allí perdieron su vida.


El Gurugú de Ulea - Murcia (Ayuntamiento)
Pero volvamos a nuestro topónimo que es lo que nos ocupa, y de los recuerdos cronológicos, dando cuenta de lo que conocemos de algunos de fuera, como el que encontramos en el paraje de Ulea, debido según cuentan a Antonio Tomás Sandoval, un militar uleano que participó en la Guerra de Marruecos. Al regresar a Ulea, construyó una casa árabe y lo bautizó en 1870. 

También hay que mencionar el mimetismo en los territorios de ultramar del agonizante imperio español, donde el topónimo de Gurugú dado a un pueblo de la provincia de Camagüey, pudo ser llevado por emigrantes canarios, alguno de los tantos que se establecieron en la región más poblada de Cuba por los allí llamados "isleños", y pudiera ser porque alguna de las elevaciones del territorio recordara a lo mismo. El último tercio del siglo XIX fueron los tiempos de las masivas emigraciones de canarios hacia dicha isla en la búsqueda del sustento para la familia, porque aquí no encontraban.


Las afueras de Camagüey - Cuba (pequevíajes-com)
Pero ya en la isla hemos de recuperar el perdido topónimo en Agaete, relacionado con los actos conmemorativos de la Virgen de la Nieves que nos da cuenta de su origen.

«Desde el inhóspito promontorio de La Cruz y en el lugar conocido tradicionalmente por Las Peñas, sobre el viejo camino de San Francisco y en los aledaños de un emplazamiento troglodita aborigen, se colocaron desde muy antiguo dos cañones pequeños o culebrinas. […] Los cañones ─para la gente del pueblo─ eran dos culebrinas de 1,50 metros aproximadamente, con boca de carga estrecha y ranura para la mecha, que los artilleros o señores de Las Peñas llenaban desde las 12 del mediodía del 25 de Julio hasta que la Virgen de Las Nieves emprendía el camino de retorno hacia su santuario el día 17 de agosto como era costumbre ─aunque siempre no fue como se recuerda─. Así, todos los días a las 12 del mediodía y a las 7 de la tarde, un cañonazo recordaba a los vecinos el calendar10 de sus fiestas mayores a la vez que se rendían honores a su Virgen. Aumentando la frecuencia de la salvas los días 4, 5, 6 y 17, siendo estremecedoras las detonaciones y la lluvia de papeles.

[…] fue el mayordomo de la ermita-santuario de le Virgen de Las Nieves, Antonio de Armas y Jiménez, el promotor de este acto significativo de las fiestas y que ha permaneció en el recuerdo de los agaetenses ─¿agaeteros?─. […] el 21 de julio de 1866 entraba en el puerto de La Luz de Las Palma, procedente de Londres, el bergantín goleta inglés International capitaneado por Macide. Entre la carga consignada venían, por encargo de Antonio de Armas, cuatro cascos de efectos, 26 cuñetes de pintura, dos cañones de hierro, dos cucañas de hierro y un fleje de esponjas. Cargamento que arribaría en alguno de los pallebot o goletas que arribaban en la ensenada del puerto de Las Nieves.

Retrospectiva de Agaete con localización de El Gurufú (CRUZ Y SAAVEDRA A. , 2013)
[…] Don Antonio de Armas Jiménez ingresó el 23 de noviembre de 1846 en el Batallón de Infantería de Guía nº 4 de Canarias con el grado de Alférez de Milicias, ascendiendo el 19 de enero de 1853 a Teniente. Ostentando el grado de Capitán el 21 de febrero de 1862, obteniendo el de Comandante de Milicias el 29 de septiembre de 1866. Durante el tiempo que estuvo en situación de activo desempeñó la mayor parte en la Comandancia de Armas de Agaete y San Nicolás. Agraciándole la Real Orden de 26 de junio de 1871 con la Cruz de primera clase del mérito militar. Fue movilizado en varias ocasiones para desempeñar interinamente las funciones de 2º jefe de Batallón de Infantería de Guía. Nombrándosele en 1872 jefe de establecimiento destinado a la custodia de 100 prisioneros de la III Guerra Carlista.

Además, fue propuesto al Ministerio de Estado para la Cruz de Isabel la Católica por Real Decreto de 31 de agosto de 1878. Pasando a formar parte, el 31 de marzo de 1886, del Batallón de Reserva de Guía nº 5, jubilándose el día 20 de enero de 1887» (CRUZ Y SAAVEDRA A. , 2013).

Después de la costumbre de las salvas y honores a la Virgen de Las Nieves, de la identidad del patrono que adquirió los cañones, hemos conocido de su condición de militar en los tiempos coincidentes con la Guerra de África, siendo notoria dicha carrera por la obtención de la Cruz, lo que obliga a su persona a realizar tributos de reconocimientos como los demandados por el General O’Donnel que presidía el Gobierno y además ejercía las funciones de Ministro de la Guerra. Conozcamos ahora algo más relacionado con el topónimo.

El 10 de agosto de 1908 José Rodríguez Batllori y Lorenzo escribía: “En 1914 al lugar donde se emplazaban las culebrinas ─La Cruz o Las Peñas─ se le denominara la fortaleza del Gurugú, y en 1916 se declara que las salvas de costumbre procedían de la batería del Gurugú. También, el 5 de agosto de 1928, el simulacro de erupción volcánica tenía lugar desde la montaña del Gurugú. El Gurugú era un monte de Melilla desde donde las tribus cañonearon en 1909 a las tropas españolas, muriendo cientos de soldados en una emboscada. Este desastre desencadenó la llamada Semana Trágica y la pérdida desmesurada de vidas humanas en este inhóspito paraje, trascendiendo a toda la españolidad. Desconociéndose el por qué se plasmó al topónimo en la orografía de esta localidad y la comisión de festejos lo hacía figurar en los respectivos programas Aunque a nuestro entender, posiblemente estuvo en al recuerdo de los agaetenses movilizados y que fueron obligados a combatir en aquellas tierras de hordas aguerridas”» (IBÍDEM).

Se entenderá que debe existir error en el año de lo escrito de José Rodríguez Batllori, pues en 1908 no se puede hablar de años posteriores, pero al margen de ello, hay ciertas inconcreciones y errores en la información. Fue una casualidad que el 26 de julio de 1909 cuando los obreros levantaron barricadas en Barcelona, ese mismo día tuviera lugar el “Desastre del Barranco del Lobo”.


Detalle de El Gurugú de Santa Brígida (Google Earth)
La Semana Trágica se inició para evitar el reclutamiento forzoso decretado por el gobierno de Antonio Maura y Montaner, pues la guerra tuvo su origen para defender a las empresas mineras que intentaban construir un ferrocarril hasta Melilla. Se habían alineado con el líder rifeño Bu Hamara que se oponía al Sultán, quien fue apresado por las cabilas leales al sultanato que luego iniciaron las actividades en contra de las tropas españolas. Una vez más, el gobierno español realizaba una actuación política de mayor presencia en África, tratando de elevar la moral de los españoles por la pérdida de Filipinas y Cuba. El desencadenante de la guerra y su evolución motivó el rechazo al reclutamiento de forma generalizada de un pueblo cansado de que los políticos jugaran a las guerras.

Las tropas españolas que cayeron en el Barranco del Lobo, era la Brigada de Cazadores de Madrid, mandada por el general Guillermo Pintos Ledesma , que realizaba una incursión de vigilancia en los barrancos del Lobo y de Alfer, al pie de las laderas del monte Gurugú, porque se tenía información de un gran ataque rebelde. Habían quedado expuestos al fuego graneado, en inferioridad numérica, pues no habían llegado los refuerzos solicitados al gobierno.

La necesidad de decenas de años para la consolidación de un topónimo, la condición de militar condecorado del mayordomo de la Virgen de Las Nieves, así como las imprecisiones traídas, nos permiten sustanciar la tesis que el origen del mismo guarda relación con la Guerra de África o primera Guerra de Marruecos, y no con la segunda, que si bien no se afirma, pudiera inducirse.

De forma distinta puede ocurrir con el topónimo vivo de Santa Brígida, cuya antigüedad hay que situarla en el primer cuarto del siglo XX, y que lo asociamos también a justificaciones patrióticas de un militar del lugar herido en combate.

Cueva de Los Gatos (Orlando Torres Sánchez)
Andando por el camino de la Cruz del Gamonal, y viendo abajo el cauce del Barranco de La Bodeguilla llegamos a El Gurugú de Santa Brígida, cerca del yacimiento arqueológico de la Cueva de Los Gatos ó de Los Corrales, circunstancia que pudo confundir a nuestro aludido filólogo para considerar que era un topónimo aborigen. Este mismo camino debió andar Manuel Gonzalo Amaranto Suárez Navarro, nacido en el barrio de La Lechuza (Vega de San Mateo) el 8 de enero de 1898, y del que tenemos documentada su carrera militar.

«… aquel joven, inteligente y aplicado, obtuvo el número uno de su promoción en la Academia Militar de Segovia en 1916. Cuatro años más tarde, ya con el rango de alférez, el Batallón de Cazadores del Regimiento de Infantería de Las Palmas sería el primer destino de Suárez Navarro.

Caprichos de la naturaleza próximos a El Gurugú de Santa Brigida (Google Earth)
En 1921 solicita ir voluntario a la Guerra de Marruecos y participa en varias acciones bélicas, entre ellas en el sangriento combate de Tizza durante la toma del monte Gurugú. Una contienda de la que saldría herido por una bala enemiga, siendo evacuado al hospital de sangre de Málaga. 

Acabado aquel conflicto colonial que tanto marcó la vida política española, Suárez Navarro fue ascendido a teniente. Tenía entonces 25 años. Poco después ingresaría en el Estado Mayor del Ejército, ya con las tres estrellas de capitán, y formará parte de la junta de gobierno del Centro Cultural del Ejército de Tierra y de la Armada» (SOCORRO SANTANA, 2013).

Retrato del Capitán de San Mateo
(SOCORRO SANTANA, 2013)
Entendemos suficiente lo reproducido de la vida del personaje para atribuirle el origen del topónimo, y, si además añadimos que fue también conocido como poeta, conferenciante en el Gabinete Literario, titular de su academia que formaba a quienes querían acceder a la Academia del Ejército, y en el recuerdo quedó que fue quien colgó la bandera tricolor de la República en los balcones del Gobierno Militar de Las Palmas, aquel memorable 16 de abril de 1931, a las 6 de la tarde, en que gritó iViva la República!, con los sones de la 'Marsellesa' interpretada por la Banda Municipal y saludado con 21 cañonazos de las baterías de San Francisco, con el apoyo unánime de 7.000 vecinos.

Después vendría su nombramiento en la IV División, Capitanía General de Cataluña, asesinado en 1934 cuando se disponía a fijar el bando declarando el estado de guerra por la rebelión de Cataluña que había encabezado Lluís Companys, presidente de la Generalitat y líder independentista. Al poco tiempo, el acuerdo del Ayuntamiento de San Mateo de dar su nombre a la empedrada calle de entrada al pueblo. Fue un reconocimiento a quien perdió la vida "el capitán Suárez Navarro en plena juventud, defendiendo en Cataluña la unidad de la Patria y la República" en enero de 1935. Luego llegaría la Dictadura franquista que arrancó la placa de mármol pagada por todos los vecinos, y así quedó olvidado deliberadamente por siempre, sin que nadie recuerde ni antes ni ahora, si fue él, como parece, quien dio nombre a El Gurugú en Santa Brígida, porque en el otro Gurugú marroquí dejó parte de su sangre.

Ortofoto de El Gurugú de San Bartolomé de Tírajana (Google Earth)
Del topónimo de San Bartolomé de Tirajana, lo único que conocemos es que es una elevación sobre el terreno, pero nada más. Pero sin duda guarda relación con la larga presencia del patriotismo del ejército español desde el Protectorado Español en Marruecos hasta tiempos más cercanos.

El Parque Maria Luisa de Sevilla, si bien tiene una historia anterior en su construcción, y no se refiere a una elevación natural del terreno, es conocido que para la Exposición de 1929, el arquitecto paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier diseñó un eje central en el parque que comprendía el artificial monte Gurugú y el estanque de los patos. Era el penúltimo año glorioso de la dictadura del General Primo de Rivera, porque él había cicatrizado las heridas sangrantes del nacionalismo patriótico español con el del "Desembarco de Alhucemas" (1925) que daría de nuevo la victoria al ejército español en Marruecos.

El Gurugú del Parque Maria Luisa de Sevilla (es.paperblog-com)
Y allá en el Marruecos de hoy en día, en el parque natural del Monte Gurugú, en el bosque frondoso de pino mediterráneo, encontramos vistas privilegiadas sobre Melilla, la mar chica y la ciudad de Nador, y allí cerca las ruinas de las fortificaciones españolas del tiempo del Protectorado, y otras romanas dejadas por expedicionarios del antiguo Imperio Romano. 

Pero contemplando esas mismas vistas privilegiadas, hay gentes que la contemplan como una "puerta de entrada a Europa", una puerta siempre cerrada y fortificada para que no entren los que buscan refugio. Aquellas gentes de muchas lenguas que después de recorrer un extenso y árido desierto, después de arriesgar en la larga caminata superando los nuevos negocios de las mafias que la inmigración ha generado como depredadores, tendrán que intentar, una y más veces escalar las paredes ofensivas de alambres con afiladas hojas a modo de concertinas que rodean Melilla. Cada día, cada noche, otean el horizonte para ver si llega el momento adecuado del asalto masivo.

Inmigrantes en el Monte Gurugú (Sergi Cámara catchlight.io)
La escalada es peligrosa, es la peor de las pruebas atléticas que tienen que superar en esta particular olimpiada, entrenándose día a día para ello, organizándose en masivos grupos, para que unos pocos tengan más fortuna y puedan superarla en el mejor de los casos. Puede llegar después de este éxito, la devolución en caliente o la espera durante mucho tiempo para conseguir el visado , también en el mejor de los casos. Habrán rondado la muerte, pues las lesiones son consideradas comunes y normales por desgracia. Y todo este esfuerzo para entrar en la Europa que garantiza la acogida, pero también, la niega día a día.

Localización en Santa Brígida (lDE Gran Canaria)
Localización en San Bartolomé de Tirajana (lDE Gran Canaria)

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